En medio del secretismo oficial sobre las muertes de 13 efectivos —incluidos nueve jóvenes que cumplían el Servicio Militar Obligatorio— en las explosiones ocurridas el 7 de enero en un almacén de armas y municiones de Holguín, quienes se sienten afectados por el suceso intentan obtener información por su cuenta. De esa forma, la publicación Revista Digital Escribiendo Gibara, conoció hechos que apuntarían a la responsabilidad directa de los oficiales de las Fuerzas Armadas (FAR) que están al frente del polvorín en los decesos.
En una publicación en su cuenta de la red social Facebook, la revista digital contó lo que supo a través de otro joven que cumplía el Servicio Militar Obligatorio y pudo ser la víctima mortal número 14, y de un guardia.
Según la versión del recluta sobreviviente, que la revista divulgó y que DIARIO DE CUBA no ha podido verificar de manera independiente, "en la unidad se avisó de que hubo un corte adentro de la obra y reclutaron a varios muchachos, incluyéndolo, para sacar unas cosas, quizás armamento".
"Nunca llegó a saber qué era. Él llegó a entrar en la obra, pero según él había un olor que casi no lo dejaba respirar y le dijo a uno de los oficiales que se iba, a lo que este le respondió que no saliera. El soldado se insubordinó y dijo que sí iba a salir y, como es normal en el servicio militar, lo amenazaron con el pase", refirió Revista Digital Escribiendo Gibara.
El joven habría decidido salir, a pesar de la amenaza y "así se salvó de lo que tiempo más tarde sucedió", señaló la revista.
De acuerdo con el post, el joven no sabe qué más sucedió. "Pero, entonces, investigamos más, pues cerca queda una garita. Entonces, el guardia de la garita nos llegó a decir que los muchachos hoy dados por muertos llegaron a salir una vez de allá dentro".
Según lo citó la publicación, el guardia le contó que los jóvenes volvieron a entrar, y "cree que estando aún ellos muy cerca de la salida todo explotó y empezó el caos".
Esta versión no oficial convertiría a los 13 militares cubanos muertos, principalmente a los nueve reclutas, en víctimas en vez de héroes, como pretende presentarlos el régimen.
Una semana después de las explosiones en el almacén militar de la comunidad de Melones, en el municipio Rafael Freire, y tras varios días de silencio en torno a los hechos, privilegiando la opacidad sobre el derecho a la información, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) confirmó el fallecimiento de los 13 militares, declarados inicialmente desaparecidos.
La institución dijo que, "a partir de la complejidad extrema que existe en el terreno producto de las explosiones, los efectos de los gases acumulados y los severos daños ocasionados, así como el peligro real de derrumbes debido a la afectación estructural de la obra, no se ha podido llegar hasta el lugar donde se encuentran los 13 compañeros que enfrentaron heroicamente el siniestro con el objetivo de evitar su propagación".
Aunque el MINFAR dijo que "la posible causa que provocó el suceso está asociada a un fallo eléctrico provocado por un cortocircuito en el interior de la instalación", el exiliado Ángel Madrazo, fundador del movimiento Militares Objetores de Conciencia, consideró, en declaraciones a DIARIO DE CUBA, que pudo haberse tratado de una incorrecta manipulación de explosivos.
"Llevo muchos años fuera de la Isla, pero por mi experiencia no existen protocolos. Desde mi tiempo siempre ha sido 'ordene' a viva voz, un desastre en todo sentido", explicó.
"Yo me imagino que algún soldado se puso a manipular TNT o Rocamonita, un explosivo que se utiliza en las excavaciones, lo digo por el color del humo visto en las imágenes que circularon tras las detonaciones", añadió.
Joel Brito, director del Grupo Internacional para la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba (GIRSCC), opinó que trabajar en áreas complejas como el Ministerio de las Fuerzas Armadas es doblemente riesgoso para reclutas como los desaparecidos, muchachos muy jóvenes carentes de formación que están siendo forzados a trabajar en condiciones muy deplorables y sin experiencia.
Cuando han transcurrido más de 20 días desde el siniestro, ni la Fiscalía Militar de Oriente ni la Fiscalía General de la República de Cuba, a la que se subordina la anterior, han informado sobre los resultados de la investigación que deben llevar a cabo, ni sobre las medidas que se han adoptado contra los presuntos responsables.
Como explicó DIARIO DE CUBA en un análisis, la Ley del Código Penal Militar, que fue aprobada en 2023 por la Asamblea Nacional del Poder Popular y castiga con cárcel a quien evada el Servicio Militar Obligatorio, también prevé sanciones para el delito de negligencia en el servicio.
El Artículo 38.1 dispone que "el jefe o el funcionario que, en forma reiterada, realice negligentemente sus obligaciones o tareas del servicio, incurre en sanción de privación de libertad de seis meses a dos años o multa de 200 a 500 cuotas, o ambas".
El punto 2 establece que "si la conducta negligente, aunque no sea reiterada, la comete quien sea responsable de ordenar la aplicación o ejecución de las medidas referentes a la seguridad y protección del personal durante la prestación del servicio militar, o aquel que directamente ha de ejecutarlas, y dé lugar o propicie que se produzca la muerte de una persona o lesiones graves, incurre en sanción de privación de libertad de uno a diez años".
De acuerdo con la ley, los jefes militares del polvorín holguinero y los responsables del cumplimiento de los protocolos y medidas de seguridad para el manejo del material explosivo o la ocurrencia de un incendio en esa unidad serían los presuntos culpables del mencionado delito.
Las averiguaciones que ha hecho la Revista Digital Escribiendo Gibara, que deben ser investigadas y corroboradas por la Fiscalía Militar, señalarían a esos oficiales como los presuntos culpables de las 13 muertes.
A los esclavos agradecidos les ponen a sus hijos a hacer esas labores inseguras; se los envian a la muerte, esos infelices las explosiones los pulverizaron y... nada. Los padres ahora le hacen un actico, les dan un diploma y una muela y a s1ngar. Nadie quiere a nadie; si los padres tuvieran co1ones y honor; lo primero es mejor negarse a que lleven un hijo al Servicio Militar y lo metan preso (esta vivo y con honor) o que te avisen que murio heroicamente bla bla bla; pero ni Sandro ni el Cangrejo ni ninguno de los hijos de la Mariela saben lo que es una Unidad Militar ni comer un rancho en bandeja de aluninio. Asi que ahora los lamentos y lloriqueos no los van a traer de vuelta a ninguno.
Piensen en si podrian hacer algo mejor por la memoria de sus hijos y hacer algo digno por ellos.
El pendejismo nunca dio buenos resultados y solo conduce a mas sumision. Que pena por esos jovenes que al final murieron por causa de un imbecil y nadie sabe ciertamente ni lo que paso alli.
Eso demuestra que en un campo de concentracion totaliario es mucho mas probable que los esclavos se salven desobedeciendo a los amos que sometiendose a sus caprichos, lo que empieza por acciones tan simples como nunca asistir a sus desfiles y actos de repudio, no permitir que envien los hijos al servicio militar y negarse a votar en los circos electorales ni hacerlo por los candidatos y propuestas de los secuestradores.
Pasos sencillos y con menos riesgos.
Es asombroso que en Cuba aun tengan polvorines, unidades militares, servicio militar, reclutas...el pais parece ya bombardeado sin necesidad de bombardearlo.