El próximo enviado especial para América Latina designado por Donald Trump, el cubanoamericano Mauricio Claver-Carone, declaró a medios estadounidenses que el presidente electo, quien volverá a la Casa Blanca el próximo 20 de enero, no solo volvería a incluir al régimen de Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo de Estados Unidos, sino que aplicaría otras de "mayor impacto".
El gobierno de Trump probablemente no solo volverá a emitir las sanciones, sino que las hará "más grandes y más duras, con efectos más amplios que la última vez", dijo Claver-Carone en declaraciones recogidas por la agencia Axios.
El aliado del secretario de Estado entrante, Marco Rubio, cuestionó la decisión del presidente saliente, Joe Biden, de retirar a La Habana de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo que elabora el Departamento de Estado de EEUU.
En la nota al respecto emitida por Washington se argumentó que La Habana "no ha brindado ningún apoyo al terrorismo internacional durante el período de seis meses anterior", y en que el régimen de la Isla "ha dado garantías de que no apoyará actos de terrorismo internacional en el futuro".
La BBC aseguró, citando a medios estadounidenses, que la medida formaría parte de "un acuerdo mediado por la Iglesia Católica por el que se espera que el Gobierno de la Isla libere a manifestantes encarcelados" por el estallido social del 11 y 12 de julio de 2021.
Además de la salida de la lista negra, Biden decidió "hacer uso de la prerrogativa presidencial para impedir que se pueda tomar acción en tribunales estadounidenses ante demandas judiciales presentadas al amparo del Título III de la Ley Helms-Burton".
También, "eliminar la lista de entidades cubanas restringidas que designa a un grupo de instituciones con las cuales se prohíbe a ciudadanos e instituciones estadounidenses realizar transacciones financieras, lo que ha tenido efecto en terceros países".
"El Gobierno de Biden podría ver esto como un 'F You' (fuck you, jódete) para (Marco) Rubio, pero nosotros seremos los últimos en reírnos", dijo Mauricio Claver Carone
Rubio, Claver-Carone y el representante Mike Waltz (Republicano-Florida), el nuevo asesor de seguridad nacional de Trump, consideran que el régimen cubano actúa como el "departamento de recursos humanos marxista para los antiestadounidenses gobiernos de América Latina".
En Venezuela, por ejemplo, los servicios de inteligencia cubanos han ayudado a asesorar al dictador Nicolás Maduro y a mantenerlo en el poder.
En declaraciones a The New York Times, Claver-Carone añadió: "Ya sea Venezuela el año pasado o ahora Cuba, al Gobierno de Biden parece encantarle los acuerdos falsos que favorecen a los regímenes autoritarios antiestadounidenses", en referencia al intercambio de prisioneros con Venezuela en 2023.
Sobre si el Gobierno de Trump revocaría inmediatamente la decisión de Biden con respecto a La Habana, dijo: "Hay un proceso, así que llevará tiempo, pero mientras tanto podemos tomar otras medidas que tendrán un impacto aún mayor".
El miércoles el régimen se agarró a la esperanza de que efectivamente "tomará tiempo y trabajo" revertir su salida de la lista de estados patrocinadores del terrorismo. En una conferencia de prensa en La Habana, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, admitió que "sí, son medidas ejecutivas que pueden revertirse de manera ejecutiva", pero apuntó que, según la opinión de algunos políticos estadounidenses, incluso "de algunos de los que participaron, protagonizaron, provocaron el retroceso en la relación bilateral", "tomará tiempo y trabajo revertirlas".
En una declaración citada por The New York Times, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que la decisión de Biden honra la "sabiduría y los consejos que le han proporcionado muchos líderes mundiales, especialmente en América Latina, que lo animaron a tomar estas medidas como la mejor manera de lograr un avance en los derechos humanos del pueblo cubano".
Para John S. Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, "el momento de esto es un caso de libro de texto de Harvard de negligencia política por parte de Biden".
Citado por el periódico neoyorquino, Kavulich dijo que las empresas estadounidenses no harían ningún cambio en su postura sobre Cuba, porque conocen la fragilidad de la relación entre los dos gobiernos. La medida probablemente será revertida tan pronto como Rubio "le entregue una pluma al presidente Trump".
"Cualquier quid obtenido por el gobierno Biden-Harris no vale la pena el quo", dijo en referencia a la expresión latina quid pro quo (que significa "algo a cambio de algo").
Sigue el cuento de la buena pipa, los tontos somos nosotros que nos hemos creído la supuesta enemistad entre los dos gobiernos, todo ha sido, y sigue siendo parte de una trama mucho más secreta y profunda de lo que imaginamos (tal vez nuestros nietos o bisnietos dentro de 50 o 60 años tengan acceso a los documentos que lo ratifican) en la que públicamente todo el tiempo se atacan, se agreden y por detrás se comunican, se abrazan y besan con una excelente camaradería, indescriptible jjj