La Fuerza Aérea de Sudáfrica (SAAF, por sus siglas en inglés) canceló oficialmente un acuerdo vigente desde 2014 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba para que sus cadetes recibieran entrenamiento en la Isla, lo que suponía ingresos considerables para los militares del régimen de La Habana.
De acuerdo con el jefe de la Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica (SANDF), el general Rudzani Maphwanya, la rescisión del acuerdo se debió a "incompatibilidad con las normas locales", pese a que su cartera considera como "excelente" la calidad del entrenamiento que se brinda en Cuba, citó el medio Military Africa.
Según los detalles que ofrece el reporte, el primer grupo de cadetes sudafricanos entrenados en Cuba se encontró con varios problemas a su regreso, dado que estos se adiestraron utilizando aviones rusos o de Europa del Este y siguiendo una doctrina radicalmente diferente de los estándares occidentales de entrenamiento de aviones y vuelo de la SAAF.
Lo anterior implicó que los pilotos, controladores del espacio aéreo y técnicos egresados de los cursos en la Isla tuvieron dificultades para adaptarse a los protocolos sudafricanos.
De hecho, precisó Military News, el último grupo de cadetes que completó con éxito su entrenamiento en Cuba tendrá que comenzar su formación de vuelo en la SAAF desde cero. Esto causó una gran frustración entre los militares, a quienes se les prometió que recibirían sus alas al regresar a Sudáfrica, así como que serían ascendidos de candidatos a oficiales a tenientes. Este ascenso supondría su despliegue en los respectivos escuadrones para continuar con el entrenamiento de vuelo de integración.
El grupo original de pilotos, que había completado aproximadamente 65 horas de vuelo en Cuba, fue asignado a escuadrones, pero no recibió sus alas. Ahora realizan tareas administrativas, mientras esperan por más entrenamiento de vuelo de integración en la Escuela Central de Vuelo de Langebaanweg, en Sudáfrica.
Las clases de preparación en Cuba habrían sido muy demandas por los cadetes sudafricanos. En 2021 se recibieron alrededor de 8.000 solicitudes, de las que 250 candidatos finalizaron la selección. Después de las evaluaciones psicométricas y médicas, se seleccionó a 23 candidatos para las entrevistas finales, y solo 15 recibieron instrucciones de convocatoria.
Después de la formación básica y de oficiales en Sudáfrica, 12 cadetes aprobaron y viajaron a Cuba a principios de 2022. Sin embargo, nueve fueron devueltos a Sudáfrica después de que, según el reporte, no aprobaran la prueba de selección cubana. La mayoría de estos cadetes todavía están esperando comenzar su entrenamiento de vuelo debido a restricciones financieras, que limitan el número de estudiantes entrenados anualmente.
En Cuba, los cadetes primero se sometieron a seis meses de formación en idioma español, antes de comenzar el entrenamiento en tierra. Se les adiestró en helicópteros rusos Mi-17 y recibieron sus alas cubanas después de completar 35 horas de vuelo. A pesar de esto, al regresar a casa no se les consideró aptos para volar en Sudáfrica.
Un oficial superior de la Fuerza Aérea destacó que este grupo podría tener alrededor de 30 años antes de calificar finalmente como pilotos junior. Señaló que no han completado el entrenamiento avanzado en aviones de combate, helicópteros o líneas de aviones de carga.
"Volarán con un escuadrón durante uno o tres años y luego conseguirán un trabajo de escritorio como oficiales de Estado Mayor. La Fuerza Aérea simplemente no se beneficiará en absoluto de toda esta excursión a Cuba", indicó la fuente, cuya identidad no fue revelada.
En marzo de 2022, según la ministra de Defensa y Veteranos Militares, Thandi Modise, Cuba era "el único país que abrió sus oportunidades de entrenamiento en mayor número a la Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica", con la que las FAR tiene negocios de diversos tipo desde hace años.
Durante una comparecencia parlamentaria, Modise explicó que en agosto de 2021 había 105 efectivos de la SANDF en Cuba: 30 inscritos en el equivalente cubano del Programa Sudafricano de Estudios de Seguridad y Defensa (SDSP) y el Programa Conjunto de Mando Superior y Estado Mayor (JSCSP), y otros 75 realizaban "diversos cursos de formación vocacional de cadetes".
Desde 2014, el personal militar sudafricano ha estado viajando a Cuba para recibir entrenamiento, desde médicos hasta pilotos en prácticas. Con la excepción de 2020, cuando la pandemia del Covid-19 imposibilitó los viajes, Sudáfrica gastó 359 millones de rands (casi 20 millones de dólares) en capacitación con las FAR.
Esa cifra, hecha pública durante una respuesta ministerial, no precisa si este gasto incluye el costo de volar a la Isla, pues tal programa incluyó 32 vuelos con aviones fletados por Sudáfrica desde 2017.
Cuando se le preguntó a la ministra por qué escoger Cuba para la formación de los pilotos, respondió: "La Fuerza Aérea de Sudáfrica se enfrenta a la escasez de aviones de entrenamiento confiables y depende de las oportunidades de aprendizaje en el extranjero para satisfacer la demanda de mano de obra formada y cualificada en el ámbito de la aviación".
A pesar de la decisión tomada y de los hechos antes referidos, el portavoz militar Siphiwe Dlamini defendió el programa: "El entrenamiento en Cuba no es una pérdida de tiempo, porque produce pilotos altamente calificados debido a su experiencia. Está en línea con las oportunidades de estudio en otros países, que forman parte de la estrategia de las Fuerzas Armadas para desarrollar a su personal. También fortalece los lazos bilaterales", aseguró, citado por Military Africa.
A pesar de la terminación del programa de entrenamiento, los militares de Sudáfrica y Cuba continúan colaborando en varias iniciativas de defensa y seguridad. Entre ellas está el Proyecto Thusano, que llevó a decenas de técnicos militares de la Isla a la nación africana, donde reparan equipamiento de esa fuerza. Este programa, que ha sido duramente criticado por la oposición política sudafricana, también deja ganancias jugosas a las FAR.
Mas lavadera de dinero. produciendo pilotos de "alta calidad" que no pueden volar porque no cumplen los estandares. todo eso se sabia antes y aun asi los mandaron para alla. lo que pasa es que ahora el ejercito sudafricano esta en la mira por todos sus tejemanejes con los de la batea lavadora de dinero mas grande del mundo.
Realmente no entiendo que buen entrenamiento pueden recibir esos pilotos sudafricanos cuando la aviación cubana es tecnológicamente atrasada.