El régimen de Cuba reunió el viernes 20 de diciembre a miles de personas en el Malecón de La Habana en su "marcha combatiente contra el bloqueo", convocada por Miguel Díaz-Canel para exigir a Joe Biden que retire a La Habana de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
La concentración, que la Televisión Cubana transmitió en vivo, estuvo encabezada por Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel, y a ella asistió José Ramón Machado Ventura, uno de los nonagenarios exintegrantes de la guerrilla de Fidel Castro.
Las personas convocadas, entre ellas los ministros del Gobierno y funcionarios de numerosas organizaciones oficiales, caminaron gritando consignas y portando carteles desde la Tribuna Antimperialista, frente al edificio de la Embajada de EEUU en La Habana, hacia la avenida G, a más de un kilómetro de distancia.
De acuerdo con imágenes televisivas y fotografías, numerosos asistentes iban vestidos con sus uniformes de trabajo, lo que hace presumir que fueron organizados en sus centros laborales y llevados a la marcha. Desde varios puntos de La Habana se vieron caravanas de ómnibus trasladando a las personas hacia el lugar, en un despilfarro de combustible que las autoridades afirman no tener para hacer frente a los apagones y sostener el semiparalizado transporte público.
Lo anterior contradice los efectos adversos del embargo que el régimen denuncia, y que serían la causa fundamental de la severa crisis económica que padecen los habitantes de la Isla.
La historiadora y politóloga Alina Bárbara López Hernández, quien se manifiesta pacíficamente cada día 18 en Matanzas exigiendo la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente elegida democráticamente para redactar una nueva Constitución; que el Estado no se desentienda de la crítica situación de ancianos, jubilados, pensionados y familias que están en pobreza extrema; libertad inmediata para los presos políticos sin exilio obligatorio, y cese del hostigamiento a personas que ejercen su libertad de expresión, comentó la acción propagandística.
"El problema no es que el Gobierno logre convocar a miles de personas a una marcha en apoyo suyo. Tiene el poder y sabemos que ha hecho un enorme esfuerzo, con un despliegue policial inmenso, presiones y gastos que, por cierto, no está ahora en condiciones de efectuar", indicó en su muro de Facebook.
"Es creíble asimismo que muchos de los asistentes a la marcha sean incondicionales al Gobierno y estén allí por convicciones y decisión propia. Y eso hay que respetarlo. El verdadero problema es que el Gobierno sabe muy bien que si pudiera convocarse a una marcha de protesta cívica sin que fuera reprimida, esta sería mucho más nutrida que la suya. Por eso no las permiten, violentando así el artículo 56 de la Constitución", advirtió.
"Por mucho que pretenda ignorar la realidad e intente ofrecer al mundo, y especialmente a la próxima Administración norteamericana, la imagen de un Gobierno fuerte y con gran poder de convocatoria, sabe muy bien que en Cuba vivimos un nuevo momento histórico en el cual el inmovilismo ya no es una opción".
López Hernández indicó que los medios y voceros del régimen celebrarán su marcha "como una 'gran victoria', pero quisiera que tomen nota de esto: se puede celebrar en medio de las circunstancias más comprometidas. ¿Quieren convencer al mundo de su poder? Permitan una contramarcha. Si ahí nos superaran todo estaría dicho y su fortaleza no tendría reparos. Pero dudo que se atrevan. Temen demasiado".
Habaneros pendejos, muertos de hambre, llenos de basuras en sus calles, sin agua potable y sin alumbrado eléctrico desfilandoa favor de sus verdugos. Perros asquerosos.
Machado Ventura parece un viejo haciendo cola en la bodega sin su traje de miles de dólares.
La verdadera marcha la hicieron el casi millón de cubanos que abandonaron la isla en el 2024.
Raul y Machado ya no pueden ni con las patas........
De la marcha a las piscinas olímpicas, los yates y las mesas llenas de comida. El resto a comer apagones en los barracones.
Las vistas aéreas son magras ... y nadie ha visto a Sandro ...
Ni locos se atreverían a tanto, sin embargo el miedo y la apatía, pudieran no conseguir’, lo que espera la valiente doctora. Definitivamente una marcha en contra, solo volverá a ocurrir, sin anuncios y espontáneamente como ocurrió el 11J y si más temprano que tarde, va a ocurrir.