El Partido Comunista de Cuba (PCC) cesó en sus funciones al hasta ahora jefe de su Departamento Ideológico, Rogelio Polanco Fuentes, y lo nombró embajador en Vietnam, según informó el funcionario en su perfil de X, al notificaran que presentó las cartas credenciales ante Hanoi. Sin embargo, el aparato burocrático del PCC no ha publicado una nota al respecto ni ha informado sobre quién ocupará el puesto vacante.
"El embajador designado de Cuba en Vietnam, compañero Rogelio Polanco Fuentes, presentó hoy las copias de estilo de las cartas credenciales ante la subdirectora adjunta del Departamento de Protocolo de la Cancillería vietnamita, compañera Vu Hoang Yen", indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Isla en un breve comunicado, en el que destacó "las especiales e históricas relaciones entre ambos países".
Polanco, una de las manos censoras del régimen y jefe de su aparato de propaganda, es Licenciado en Relaciones Políticas Internacionales y fue miembro del Secretariado Nacional de la Federación Estudiantil Universitaria, del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas y, durante 12 años, fue director del periódico oficialista Juventud Rebelde.
Además, fue embajador de Cuba en Venezuela y rector del Instituto Superior de Relaciones Internacionales, así como panelista de programa televisivo Mesa Redonda.
Así, Polanco es un cuadro orgánico del PCC y su habitual actitud descafeinada lo convierte en una marioneta útil a los intereses del régimen, sin ideas nuevas y un repetidor de consignas.
Como jefe del Departamento Ideológico tenía bajo su control la prensa nacional, así como a la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, y se convirtió en un pusilánime abanderado de la descolonización cultural impulsada por el régimen como estrategia para "dar batalla en las redes sociales" y "neutralizar la acción subversiva de los enemigos de la Revolución".
En tal sentido, en una entrevista para Resumen Latinoamericano, Polanco dijo que "los principales desafíos desde el punto de vista ideológico tienen que ver, precisamente, con la capacidad de nuestro pueblo para hacer frente a estas acciones de subversión".
Durante sus años al frente del departamento que, supuestamente, debe trazar la línea de pensamiento de los cubanos y, mediante estrategias de adoctrinamiento, inculcar el "amor a la Revolución", este mermó considerablemente, sin que los ideólogos del PCC, con Polanco al frente, cambiaran de métodos y se empeñaran en repetir, como hizo el ahora embajador en Vietnam, que "El objetivo de la Revolución en esta etapa histórica es fortalecer nuestro fundamento ideológico. Fortalecer y transformar profundamente lo que hemos denominado el trabajo político ideológico".
"Las transformaciones tienen que ser profundas. No ha sido suficiente todo lo que hemos hecho hasta ahora para lograr los objetivos históricos que permitan que las nuevas generaciones estén aún mejor preparadas para hacer frente a esos grandes desafíos", agregó.
No es casual, asimismo, que el régimen designe a uno de sus cuadros más leales y obedientes como embajador ante Hanoi, toda vez que las relaciones entre ambos países se basan, más allá de en cuestiones económicas, en las relaciones entre sus dos partidos comunistas, que mantienen una estrecha colaboración en el área de la propaganda, que Polanco dirigió en Cuba hasta ahora.