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Leyes

'La cultura jurídica empodera a quien la posea y debilita a quien oprime'

El abogado de DIARIO DE CUBA Edel González Jiménez explica la pertinencia del tema que abordará en el 'Foro DDC: Para la Cuba de mañana'.

Madrid
El abogado de DIARIO DE CUBA Edel González Jiménez, ponente en el Foro DDC.
El abogado de DIARIO DE CUBA Edel González Jiménez, ponente en el Foro DDC. Ilustración de Diario de Cuba

El programa del "Foro DDC: Para la Cuba de mañana", que celebrará DIARIO DE CUBA los días 24 y 25 de octubre en Madrid, incluye la ponencia "Constitución, leyes y reforma de las instituciones", que presentará el abogado y miembro del equipo legal de esta redacción Edel González Jiménez durante la primera de las dos jornadas del evento, en la sala Simón Bolívar de la Casa de América. Sobre la pertinencia del tema en el contexto de la dictadura cubana conversamos con el jurista.

¿Qué utilidad tiene elevar la cultura jurídica de la población en un país, donde los jueces y los fiscales están subordinados al Partido Comunista y son controlados por la Seguridad del Estado?

"Tener conocimiento jurídico; es decir, buena o aceptable cultura jurídica empodera a quien la posea y debilita a quien mancilla, oprime y desconoce el derecho que ha ido compilando y defendiendo la historia para vivir lo mejor que se pueda en sociedad", afirma el González Jiménez.

"En el contexto cubano resulta vital y extremadamente útil para sobrevivir a sistemáticas prácticas de represión, porque, aunque no se palpe in situ, pone de rodillas en el plano moral, técnico y profesional a aquellos agentes de Policía, funcionarios públicos, políticos, fiscales y jueces que abandonan la libertad que les dio el conocimiento, traicionando por diversas razones la ética, valores, principios y disposiciones por las que se han de regir por la ineludible misión encomendada de ser servidores públicos. Estas personas son reos de sus propias contradicciones y viven sin virtud ni decoro por la incoherencia que manifiestan en sus vidas".

En opinión del jurista "conocer los derechos, acciones y procedimientos de denuncia, las garantías y deberes de todos, etc., frena o limita efectos de infinitos actos lesivos: funciona como escudo protector y permite hacer valer triunfante la verdad y justicia frente a los intentos de socavarla por razones o intereses ilegítimos que se imponen por medio de la fuerza e impunidad". 

"Los represores y representantes del propio poder temen más, por ejemplo, a Alina Bárbara (López Hernández) que a un sencillo obrero que, por su conciencia empírica, intente paralizar, enfrentar, defenderse y denunciar actos y decisiones cuestionables hasta las últimas consecuencias. Alina y otros nos han dado lecciones de civismo y poder", sostiene.

No obstante, reconoce que "en una Cuba donde el sistema de justicia en pleno, ya sea penal, laboral, administrativo es dependiente del arbitrio y concentrado poder, las similares a Alina y las comunes personas pueden parar finalmente en las cárceles habilitadas al efecto. Pero el alcance y los efectos de las decisiones de unas pueden trascender fronteras en tanto la de las otras tienden a tener —por regla— un impacto de importancia local, inferior".

"El temor infundado a represalias por denuncias a estructuras de la ONU, en redes sociales, y ante otros sujetos de derecho internacional, es otro ejemplo negativo asociado a la falta de libertad personal, consecuente de la falta de cultura jurídica por desconocimiento de sus buenos efectos", explica González Jiménez.

"Gracias a las denuncias ante estos sujetos de derecho internacional, constatamos cómo se incrementa el número de personas, gobiernos, funcionarios, intelectuales, profesionales y estructuras del mundo que comienzan a posicionarse o a recalificar al régimen de Cuba como un modelo dictatorial, totalitario, fallido. En su defecto, se le cierran espacios que había conquistado la diplomacia cubana, perdiendo legitimidad internacional".

En el terreno práctico, la cultura jurídica de la ciudadanía "desmoraliza a fiscales y a jueces, les hace repensar sobre sus acciones, los señala abiertamente como partes responsables y culpables de la represión", señala el jurista. 

El experto también considera que la cultura jurídica tiene "una utilidad metodológica/educativa", pues "enseña a muchos profesionales sobre el deber ser real de las cosas, de la justicia y de las aspiraciones humanas. No todos los abogados, fiscales y jueces tienen preparación suficiente. Quien está presto a conocer más de su profesión, aprende en cada demanda, denuncia, recurso de apelación, juicio que conoce y participa". 

González Jiménez asegura que muchos jueces y fiscales cubanos "comienzan a reconocer incluso la falta de preparación en derechos humanos padecida e inducida, el estado crítico de esta temática, la falta de voluntad para enseñarla dentro de la academia, las necesidades de cambio del entorno, y empiezan a reconocer el papel que están jugando dentro de la lamentable situación de represión de libertades que se vive en Cuba".

"Cada escrito jurídico, cada palabra dicha en juicios, vistas y audiencias, cada denuncia expuesta en redes sociales, en la prensa independiente, etc. con basamento jurídico referidos a defender la libertad permanecen guardados en causas, expedientes, archivos judiciales/policiales y cuentas personales como prueba irrefutable del sufrimiento padecido. Eso enseñará a las nuevas generaciones, sean cuales sean sus cargos y funciones dentro de la sociedad, a no repetir", afirma.

Edel González Jiménez presentará su ponencia en la mesa ¿Es la actual crisis en Cuba una oportunidad?, que se desarrollará entre 11:45AM (5:45AM en Cuba) y 1:45PM, el 24 de octubre.

Toda la jornada será transmitida en directo a través de la plataforma web y las redes sociales de DIARIO DE CUBA.


Consulta aquí el programa del Foro DDC: Para la Cuba de mañana.

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