Ante situaciones como la detención en Francia del fundador de Telegram, la prohibición de X (antigua Twitter) en Brasil, la petición de la Fiscalía en España de poner fin al anonimato, o la necesidad de proteger a activistas y periodistas en dictaduras como Cuba y Venezuela, los participantes en el programa Los Puntos a las Íes consideraron que podríamos estar acercándonos a un nuevo modelo de redes sociales, mejor moderadas y más respetuosas.
"Creo que sí, nos estamos acercando a un nuevo modelo. Tiene que ver con el poder de estas empresas a nivel de todo el planeta. Ha cambiado el paradigma. Antes de la irrupción de las redes sociales, se delimitaban mejor las fronteras y las empresas tenían más posibilidad de regirse por las legislaciones de cada país", consideró Norges Rodríguez, editor del portal Yucabyte.
Ted Henken, profesor titular de Sociología y Estudios Latinoamericanos de Baruch College, en la Universidad de la Ciudad de Nueva York, recordó que durante mucho tiempo "vimos a estas compañías y redes de tecnología como salvadores, como un cambio positivo sin matices", pero hemos ido sabiendo que cada tecnología nueva "trae consigo cosas buenas y malas, y depende mucho el uso que le den lseres humanos, instituciones, gobiernos y movimientos sociales".
"Es una herramienta de doble rasero, que puede beneficiar o poner en peligro derechos humanos", advirtió el experto norteamericano.
David Varona Aramburu, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, recordó que el proyecto inicial de Facebook era el de participantes identificados, para acceder incluso a servicios, "pero la aparición de otras redes, especialmente de Twitter, donde el anonimato ha sido casi siempre norma, dejó esa idea un poco un poco olvidada".
"Ahora sí parece que, de alguna forma, está renaciendo la idea de tener redes que nos reflejen de verdad, y dejar atrás el anonimato. Redes más fáciles para perseguir a los usuarios que las utilicen para fines que no sean consentidos o admitidos", añadió el académico madrileño.
De acuerdo con Henken, podría exigírsele carga penal a Pavel Durov, el CEO de Telegram, por las posibles ilegalidades de los contenidos distribuidos en su red, "en el sentido de que tiene la responsabilidad de moderar hasta cierto punto el contenido de los usuarios".
Sin embargo, cree que "es muy difícil decidir, como sociedad, compañía o nación, dónde está la línea entre lo permisible y lo que se debe vetar". Ahora bien, "el nivel de culpabilidad debe ser menor para el dueño de Telegram, en relación con las personas que están haciendo actividades ilegales", reflexionó Henken.
El programa también abordó cómo los regímenes de Cuba y Venezuela mantienen una fuerte presencia en redes sociales, y si es posible una realidad distinta.
En la isla, el equilibrio entre remesas y subsidios está casi roto . Y China necesita una justificación grande para enviar subsidios. La junta militar en Cuba puede crear-y-caer en una crisis existencial abierta y profunda. Y entonces se pueden multiplicar el arroz por avión y los generadores de electricidad que vienen a Cuba desde China.
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