En días pasados el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, ofreció una conferencia de prensa en la que presentó los temas que llevará a esa especie de show mediático que cada año el régimen castrista convoca en las Naciones Unidas para condenar el embargo de Estados Unidos contra su Gobierno.
Se trata de un compendio en el que se culpa a esa política de Washington de casi todas las deficiencias que hoy exhibe la economía de la Isla. Desde el casi inexistente transporte público, hasta las dificultades con la distribución de la llamada canasta básica, son, según el discurso oficial, consecuencias del bloqueo del vecino del norte.
En esta ocasión queremos centrar nuestra atención en dos de los elementos expuestos por el ministro Rodríguez Parrilla. Uno acerca de las ventas de alimentos a Cuba por parte de Estados Unidos, y el otro sobre los supuestos daños que el bloqueo le está causando al sector privado de la Isla.
Cada vez le cuesta más trabajo al régimen demostrar lo que denomina "el recrudecimiento del bloqueo", sobre todo si tenemos en cuenta las ventas de alimentos a la Isla por parte de productores estadounidenses, que ya no incluyen solamente la carne de pollo, sino también a otros renglones muy demandados en Cuba, por ejemplo, el café.
Al referirse a esas ventas, y tratando de hacer ver que esas transacciones en nada aflojan el bloqueo, el ministro afirmó que "son ventas de alimentos discriminatorias y selectivas, pues obligan a pagar el monto completo y por adelantado, sin la posibilidad de recibir créditos".
Cualquiera diría que Rodríguez Parrilla aspira a que Estados Unidos le otorgue a Cuba la condición de nación más favorecida, o algo por el estilo, en el intercambio comercial entre ambos países. ¿Acaso olvida el funcionario castrista que existe un diferendo histórico entre ambas naciones, motivado por la expropiación de múltiples bienes, propiedades y empresas estadounidenses, sin que hasta el momento el castrismo haya pagado algún tipo de indemnización?
Mientras persista semejante anomalía, es difícil que prospere algún tipo de reclamación de La Habana a Washington acerca del contenido del intercambio comercial entre ambos países. Es probable que muchas de las naciones que cada año se aprestan a participar en el circo castrista en las Naciones Unidas desconozcan el episodio de las expropiaciones sin indemnización.
Por otra parte, el canciller Rodríguez Parrilla, en una aseveración que casi rompe el hipocresímetro, se atrevió a decir que, como consecuencia del bloqueo, "en 2023 se registraron 685 MIPYMES con pérdidas en su gestión".
Hay que tener la cara dura para afirmar semejante cosa. Para nadie es un secreto que la cruzada gubernamental contra ese tipo de gestión no estatal, con sus topes de precios, las ventas forzosas de productos, y la eliminación de las ventajas fiscales que poseían esas entidades, es la que provocará que muchas más MIPYMES afronten dificultades en su gestión económica.
Resulta casi inevitable traer a colación, siempre que se hable del diferendo entre Cuba y Estados Unidos, la visita que en el temprano 1960 realizó a Cuba el escritor y filósofo Jean Paul Sartre. A la genialidad del destacado intelectual francés, a pesar de simpatizar en aquel momento con el joven proceso revolucionario cubano, no escapó la necesidad que tenía el castrismo de encontrar un enemigo externo para dar legitimidad y simpatías a su régimen.
En ese sentido, el escritor Jaime Sarusky, quien acompañó a Sartre en sus recorridos por la Isla, reconoció que el filósofo expresó lo siguiente: "Si los Estados Unidos no existieran, quizás la Revolución cubana los inventaría: son ellos los que le conservan su frescura y originalidad (Sartre-Cuba-Sartre. Huracán, surco, semillas)".
Tal vez pocos en aquel momento pudieron imaginar que, al cabo de 64 años, esas palabras premonitorias continuarían guiando la política exterior del castrismo.
Brunilda es como esos LP de vinilo, cuando se rayan ...
¿Sabe Esteban Lazo sobre las (Series 3) y Cubalex?
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Bruno, ten cuidado; llega al fondo rápido: base de datos: ( D&B -Hoovers). ¿Llamamos a la oficina de Bruno para informarle? ¿Castro Espín tiene secuestrado al Canciller Bruno Rodríguez Parrilla?
Bruno, ten cuidado; llega al fondo rápido: base de datos: ( D&B -Hoovers).
Canciller Bruno, el papa Francisco es Yunta de los cubanos. Se bueno indiecito lindo, e invita a Cuba al Yunta de los cubanos.
Bruno, ten cuidado con el núcleo duro de la Junta Militar. Bruno, ten cuidado; hay Vampiros en La Habana:
https://youtu.be/cXc_sR8d5B…