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Educación

Para ser gratuita, 'la educación en Cuba sale muy cara'

'Al final, en las escuelas lo que más interesa es la instrucción política', dice una maestra de primaria.

Santiago de Cuba
Escuela seminternado de Micro 4, Santiago de Cuba.
Escuela seminternado de Micro 4, Santiago de Cuba. Diario de Cuba

Ana, de cinco años de edad, se siente feliz porque comienza el preescolar. Esta niña cubana está ansiosa por ponerse el uniforme, inocente del estrés que vive su tía Noris para comprárselo.

La comercialización de los uniformes escolares para el curso 2024-2025 comenzó el 1 de agosto, según el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN). Una nota publicada en la prensa oficial indicó que "la política aprobada" estableció "la venta de dos uniformes escolares a los grados iniciales: preescolar, quinto, séptimo, décimo, primer año de Enseñanza Técnico Profesional (ETP) y Pedagógico". Pero, a pie de comercios, la realidad es otra.

"Anunciaron dos uniformes para los grados iniciales; sin embargo, están dando uno; el otro lo darán cuando llegue la materia prima, y para colmo las tallas son grandes", dice Noris. "No lo he comprado porque donde me toca no ha llegado todavía", añade.

"Desde mayo estoy comprándole cosas. Compré una falda y mandé a hacer dos camisas. Me salió en 1.300 pesos. Ahora tengo que comprar otro uniforme en la calle para que tenga cuatro, y así suplir el que falta hasta que llegue… sí es que lo dan", explica.

Noris destaca que el gasto en uniformes es excesivo, pero al menos no ha tenido que gastar en mochilas, ni meriendas, porque la niña va a un círculo infantil que oferta servicios alimentarios.

La educación en Cuba es gratuita en todos los niveles de enseñanza, dice el sitio web del Ministerio de Educación, resaltando su "carácter obligatorio y universal" y que "tiene como principio enseñar, atender y educar, por igual, a todos los niños y las niñas comprendidos en el grupo de edades de seis y 11 años, y garantizar su formación integral".

Los padres, sin embargo, matizan esa "gratuidad" de los estudios. Deben pagar precios del mercado informal para completar el uniforme, además de materiales y utensilios. "No puedo comprar una mochila en 4.000 pesos", dice Yaima, madre de dos varones, uno estudiante de primaria y otro de secundaria. "Mandé a arreglar las mochilas viejas para poder comprar zapatos en 3.000 pesos, de uso; estos muchachos no paran de crecer. A ellos no les toca uniformes, así que les pongo pulóveres. A mi hijo de sexto ya no le sirven las camisas del uniforme y tienen que dejarlos entrar a la escuela, ellos (los maestros) saben de la situación que hay".

El precio de las prendas de uniforme vendidas por el Gobierno oscila entre 25 a 62 pesos. La oferta estatal no incluye zapatos ni medias. Debido a los problemas en la disponibilidad de uniformes, los cubanos se ven en la necesidad de acudir al mercado informal, donde el costo de las prendas es de entre 400 y 1.000 pesos.

Para Alicia, cuya hija comienza el preescolar, los gastos son mayores. "Compré cuatro uniformes, zapatos, medias, la mochila y el merendero. He gastado más de 10.000 pesos y falta la comida que tiene que llevar cuando empiece el curso, porque el almuerzo escolar es comida para puercos", dice. "Cuando vienes a ver, estás pagando para que el niño estudie. Para ser gratuita, la educación en Cuba, nos sale bastante cara", concluye.

Una educación en decadencia

Según el MINED, Cuba tiene "un sistema educativo de calidad, de cobertura universal, y gratuito en todos los niveles de enseñanza, al que se accede sin discriminación.

Celeste, una maestra jubilada de 61 años, cuestiona esa supuesta "calidad de la educación". Considera que ha decaído por la mala formación de los nuevos maestros y las carencias de libros, libretas y cuadernos de trabajo en los últimos años. Ella imparte clases en un seminternado de Santiago de Cuba y volvió a las aulas hace dos años debido a la falta de maestros primarios.

"Los materiales de estudio son lo más preocupante" dice Celeste. "Los cuadernos de trabajo, esenciales para la práctica y el ejercicio, no llegan. El curso pasado le dieron unos pocos a primer grado. La situación del país ha paralizado las impresiones de libros", explica.

El Gobierno ha prometido nuevos libros de texto para este año, como parte del "Tercer Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación". Esos nuevos materiales, que no habrían sido impresos en Cuba y "han ido llegando al país", permitirán dar continuidad a la "transformación curricular tan importante que significa ese proceso", dijo la ministra del sector, Naima Trujillo Barreto.

Sin embargo, pese a que el curso arranca el 2 de septiembre, se espera que hasta octubre no estén en las aulas todos los libros y cuadernos.

Como parte de los preparativos del inicio de curso 2024-2025, Trujillo Barreto ha visitado centros educacionales en diversas provincias. En Ciego de Ávila declaró que con "las limitaciones de recursos se evidencia la voluntad gubernamental y la consagración de los educadores en la provincia para alistar todos los planteles con una cobertura docente que garantice los objetivos en el sector". 

Las "limitaciones de recursos" expresadas por la ministra fueron explicadas a los maestros tras su incorporación a las aulas después de las vacaciones. El curso empezará con lo poco que haya en los almacenes.

En años pasados, "los libros de texto en mejor estado se les han dado a los niños potenciales, que son los inteligentes", dice Yaneisi, auxiliar pedagógica de una primaria en Marimón, Santiago de Cuba. "Para los cuadernos de trabajo, algunos directores cogen libretas nuevas y nos mandan a las auxiliares a recortar las figuras de los cuadernos viejos para pegarlos en las libretas. Otros nos ordenan borrar los cuadernos para reutilizarlos".

La falta de libros y materiales escolares ha abierto una posibilidad de negocio para los emprendedores privados. En las redes sociales se ofrece una variedad de cuadernos de trabajo para todos los grados de primaria, con precios entre 200 y 400 pesos. Incluso se ofertan impresiones de libros de texto a pedido.

"Una libreta para dos asignaturas es el resumen de las limitaciones con la que trabajamos", dice la maestra Celeste. "No podemos decir a los padres que compren material escolar en el mercado negro. Todos saben que existen, debe salir de ellos, si quieren que sus hijos reciban una educación de calidad. En un aula de 20 niños, solo dos o tres padres pueden pagarlos".

"Al final, en las escuelas lo que más interesa es la instrucción política", apunta Celeste. "A los niños se les conmina a ver el Noticiero y, si hay apagones, a buscar noticias en el periódico, porque en la mañana es obligatorio hacer diez minutos de reflexión política, ensalzar a la Revolución, a sus líderes y sus logros. Además, debemos hacer la vinculación intermaterias; las asignaturas deben asociarse con una efemérides o una noticia. Digamos que en una sustracción en matemática la resta es de 26, y ahí tienes que preguntarle al niño qué hecho histórico ocurrió un día 26".

El Gobierno ha dicho que su prioridad para este curso es lo que llama "programa de descolonización", un nuevo eufemismo para referirse al adoctrinamiento inherente al sistema de educación cubano. Miguel Díaz-Canel dijo que "es fundamental para avanzar en la construcción de la sociedad que queremos", en alusión a lo que desea el castrismo.

Enrique, padre de una niña de quinto grado, se rehúsa a que su hija participe en actos políticos. "Lo primero que les digo a las maestras cuando empieza el curso es que la niña no va a participar en nada; ni en acto de pañoletas, ni en llevar flores a mártires, ni en ver noticieros", dice. "No creo en este sistema. Como estoy obligado llevarla a la escuela, lo único que puedo hacer es llevarla tarde para que no participe en los matutinos, o no la llevo si hay actos políticos fuera de la escuela. Si se pudiera, le pondría un maestro en la casa", asegura.

Celeste augura que el curso que arranca el próximo lunes será peor que el anterior. "Y con el hambre con que vienen los niños a la escuela, ahora van aprender menos que antes", opina. "Si no tienes comida, ¿cómo vas a pensar en libros?".

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4 comentarios

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AL CARAJO LA GRATUIDAD DE LOS SERVICIOS; ES PREFERIBLE PAGAR TODO EN EL CAPITALISMO. VENGA EL CAPITALISMO, FUERA LA COSTOSA "GRATUIDAD" COMUNISTA-----------La educación es gratis porque no hay maestros que sirvan, no hay iniformes, no hay libros, no hay libretas, no hay...😀😃😄
El cuidado de la salud es gratis porque no hay médicos, no hay medicinas, no hay ambulancias, no hay...😃😄😁
La alimentación es gratis porque no hay comida. Lo único verdaderamente gratis es el oxígeno que se respira, porque eso sí que no lo pueden quitar. Si lo pudieran quitar, también lo quitarían.
En resumen, la inexistencia de servicios la consideran gratis. ¡Qué irónica es la propaganda comunista!
Tambien es gratis en Cuba el hambre, la esclavitud, las enfermedades, las palizas, la entancia en las cárceles...
Es mejor irse para Haití, donde hay pobreza, pero no tan extremada.

Gratuita? De eso nada monada. El Estado tiene un presupuesto para eso pero... de donde sale el dinero?
El trabajador cubano lo paga con sudor, con bajos salarios, con impuestos y con multas. Y si en ultima instancia el Estado decide imprimir dinero para hacerlo, pues igual lo paga el pueblo con mas inflacion.
El termino "gratuito" es a lo que se agarran los zurdos y el desgobierno cubano para confundir y adoctrinar.

( continúa). La gran diferencia quizás era que no había una competencia entre los niños, pues todos estábamos igual, con ligeras excepciones de aquellos, cuyos padres viajaban al exterior, si eran dirigentes o clases más acomodadas. Creo que la “bonanza “ que trajo la flexibilización de la entrada de remesas, hizo que el ciudadano de la isla no fuera tan consciente de lo pobre que realmente es y que fuimos todos los que nos ha tocado vivir en esa miseria desde el mismo 1959.

Lo peor de la educación en Cuba en la actualidad no es precisamente las carencias materiales, que no es ningún fenómeno nuevo, sino la pésima formación de los maestros. Muchas más necesidades materiales tuvieron las generaciones de estudiantes de los años 60’s, 70’s e incluso 80’s la década más “próspera” del castrismo.
Por sólo mencionar algunas carencias, yo nunca tuve una mochila y mucho menos “loncheríta “, ni recuerdo a ningún compañero que las tuviera. Las libretas se llevaban en maletas o carpetas, casi todas confeccionadas en casa con un recorte de tela o vinyl y aclaro sólo libretas, pues los pocos libros de texto se quedaban en la escuela y se compartían entre dos estudiantes durante las clases. Nunca recuerdo haber tenido más de dos uniformes y los pantalones no le cabían un parche más, recuerdo en secundaria, las niñas parcheaban los tenis con etiquetas de ropa. Las libretas de los 70’s tenían un papel áspero y verdoso. La merienda era un masareal y un refresco caliente.