Las autoridades de Cienfuegos reconocen el aumento de niños que venden productos en las calles

La criminalidad en Cuba sigue subiendo y los más jóvenes, particularmente los adolescentes, son uno de los grupos más vulnerables, en cuanto a que varios grupos de este rango etario han protagonizado numerosos hechos violentos en los últimos meses. En tal sentido, la teniente coronel Marilín Cuéllar,  jefa del órgano de menores del Ministerio del Interior en Cienfuegos, confirmó este incremento al periódico local 5 de Septiembre e indicó que "los menores tienden a cometer más indisciplinas sociales, y consumir cigarros y bebidas alcohólicas en los meses de más calor".

La funcionaria subrayó la presencia de menores en lugares recreativos hasta altas horas de la noche y la madrugada, sin la compañía de familiares adultos, pero no detalló las acciones emprendidas por las autoridades para contrarrestar tal situación, así como ofrecer otras opciones recreativas a los más jóvenes.

"Eso los hace vulnerables de resultar víctimas de diversos hechos delictivos o que sean ellos mismos los que cometan indisciplinas sociales, consuman cigarros y bebidas alcohólicas. Así sucedió, por ejemplo, durante el concierto del conocido como El Bebeshito, donde varios menores fueron detectados subiendo las tapias del Tropisur, en franca indisciplina", dijo.

Según Cuéllar, las playas, ríos y piscinas son los lugares donde más ocurren este tipo de sucesos, sobre todo "por encontrarse los menores solos o sin un control efectivo". A menudo, incluso en presencia de las familias, ocurren "incidencias con la ingestión de bebidas alcohólicas, situación por la que en esta etapa varios han sido llevados al Cuerpo de Guardia del Hospital Pediátrico, aunque ninguno con consecuencias graves para la vida", dijo.

Además de estos hechos delictivos, la teniente coronel señaló otros incidentes de los que son víctimas los adolescentes, como el hecho de que los padres los obliguen a recorrer las calles para vender diferentes productos, o los maltraten y estos huyan de los hogares o estén en la vía pública expuestos a accidentes de tránsito.

"A pesar de la situación económica que atraviesa el país, las familias no pueden desentenderse de la protección integral de sus muchachos, y no se justifica que algunos de estos se estén dedicando a vender diferentes productos, sobre todo frutas de temporada como mangos, aguacates y mamoncillos. No podemos ver eso como algo normal. En la mayoría, es una actividad incitada por los propios familiares adultos, o cuando menos, permitida por estos. Se trata de una indisciplina grave, detectada con mayor incidencia en los consejos populares de Caonao, Tulipán y Junco Sur", resaltó.

La funcionaria llamó la atención, además, sobre los casos de adolescentes de entre 12 y 15 años que huyen del hogar, a veces porque reciben maltrato o presentan otras insatisfacciones. "En la mayoría de los hechos ocurridos, se ha tratado de niños que no viven con sus padres. Esta situación siempre resulta motivo de alarma para la familia, las autoridades y hasta los propios amigos y resulta muy necesario que cuanto antes se efectúe la denuncia para que la búsqueda sea más efectiva", dijo.

Asimismo, Cuéllar destacó "la fragilidad de los niños y adolescentes circulando por la vía en bicicletas, motorinas, coches de tracción animal, sin la compañía de adultos y en los horarios más complejos del atardecer y la noche", pero, como en cada una de las situaciones anteriores, no explicó qué hacen las autoridades políticas, sociales y policiales del territorio para impedirlo.

La pretendida protección de la infancia y la juventud que expone continuamente el régimen cubano es cada vez más un mito, toda vez que la situación descrita en Cienfuegos se repite en el resto de las provincias cubanas y DIARIO DE CUBA se ha referido a hechos de violencia y/o desprotección de niños, adolescentes y jóvenes, que exponen la gravedad de la crisis, en provincias como La Habana, Holguín, Santiago de Cuba y otras.