Back to top
Política

Crisis en Venezuela: otra vez la dictadura pone a Cuba en el lado incorrecto de la historia

El cambio democrático que promueve la oposición pacífica dentro y fuera de Cuba, deseado cada vez por más ciudadanos, no solo es necesario para la Isla, sino también para la estabilidad y la paz de la región.

Holguín
Nicolás Maduro y Díaz-Canel en Caracas en 2018.
Nicolás Maduro y Díaz-Canel en Caracas en 2018. Presidencia Venezuela

El fraude perpetrado por el régimen de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de Venezuela no ha sorprendido a nadie. Era el escenario más probable, y tanto María Corina Machado como el candidato Edmundo González y el resto de los opositores venezolanos lo sabía.

A pesar de ello, el mundo está consternado e indignado por la magnitud del fraude, demasiado grosero incluso para el chavismo. Solo un pequeño y "selecto" grupo de países ha tenido la desfachatez de felicitar a Maduro. Los regímenes aliados de Irán, Rusia, China, Nicaragua y Cuba no han dudado en hacerlo, junto a algunos gobiernos democráticos del hemisferio que tienen la misma ideología del chavismo, como son los de Bolivia y Honduras.

Ya es recurrente ver a nuestro país implicado por el castrismo en las peores causas de este mundo. Apoyando la guerra imperialista de Rusia en Ucrania, la reelección anticonstitucional de Evo Morales, legitimando el terrorismo de Hamas, la militarización y posesión de armas nucleares de la dictadura norcoreana, y del lado del régimen iraní en sus pretensiones nucleares y de promoción del terrorismo en el medio oriente.

En todos los sucesos internacionales, en cada conflicto, la posición de Cuba, cautiva del Partido Comunista, es contra la democracia, contra la libertad y en contra de los intereses de nuestra región geográfico-cultural: occidente.

En el caso de Venezuela, la dictadura cubana no solo apoya a sus socios autoritarios chavistas, sino que ha sido su tutora ideológica.

Es por eso que el cambio democrático que promueve la oposición pacífica dentro y fuera de nuestro país, deseado por un porcentaje cada vez mayor de cubanos, no solo es necesario para Cuba, sino también para la estabilidad y la paz social en la región.

La dictadura que empobrece y reprime a Cuba también exporta su sistema y contamina la política en todo el continente y de cualquier lugar del mundo en el que pueda colarse. Lo hace principalmente con su eficaz "caballo de Troya" ideológico y mercantil, el llamado "internacionalismo".

En Venezuela el castrismo se juega el perder o mantener a su más firme socio, político y económico, y la esperanza de que vuelva a ser la jugosa teta de la que exprimir más petróleo y derivados para sostener al fracasado sistema que nos impone. Por eso, mientras el mundo grita NO al fraude de Maduro, el Gobierno de Cuba intenta lavarle la cara y legitimar el golpe a la voluntad popular en las urnas. Situados como siempre, en el lado equivocado de la historia.

Más información

1 comentario

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.

En la semàntica de eso gobiernos antipueblos, patria quiere decir la dictadura gobernante. Luchar por la patria significa luchar a favor de la dictadura, o sea, luchar contra la patria. En esas dictaduras se usa la tergiversación, o sea, decirlo todo al revés, eso es parte del modus operandi de esos gobiernos.