El monopolio estatal BioCubaFarma completó esta semana la instalación de una empresa de capital 100% cubano en la ciudad de Shijiazhuang, en la provincia china de Hebei. Aunque el reporte del medio chino Sina no precisó cuándo empezaría el funcionamiento de la planta, sí detalló que las operaciones van desde la importación y exportación de productos farmacéuticos hasta servicios de consultoría.
La compañía, con un fondo de 500.000 dólares, completó su inscripción luego de diez meses de "acoplamiento" en la Zona de Alta Tecnología de Shijiazhuang y forma parte de una estrategia del régimen que, según Pekín y La Habana, "profundizará aún más la cooperación entre ambos países".
Esta semana, además, en el programa Cuadrando la caja, de la televisión estatal, Antonio Vallín, director de Laboratorios Farmacéuticos AICA dijo que "Cuba, con la economía y el tamaño que tiene, y con sus pocos recursos energéticos y minerales, no puede construir una economía basada en sí misma". "Tiene que construir una economía donde Cuba sea un subsistema de una integración mucho mayor con el exterior", agregó y, de este planteamiento se desprende la importancia de Pekín y Moscú, los históricos aliados de La Habana, en la prometida recuperación de la depauperada industria cubana de medicamentos.
La colaboración en el sector biotecnológico se ha estrechado durante los últimos años entre Pekín y La Habana. En junio de 2023, BioCubaFarma firmó un acuerdo de cooperación con la empresa china Changheber para introducir en ese país una inmunoterapia innovadora que se incluiría en el tratamiento del cáncer.
Unos meses antes, en abril, representantes del Gobierno cubano habían firmado otro acuerdo para abrir un laboratorio en China que estaría dedicado a investigaciones en neurotecnología y bioingeniería. Con esa instalación llegaron a cinco los centros de su tipo creados en China de conjunto con La Habana.
En cuanto a la cooperación biotecnológica con Moscú, el centro de innovación ruso Skólkovo comunicó hoy la aprobación de cinco proyectos farmacológicos cubanos desarrollados por BioCubaFarma.
La institución, parte del Centro Ruso de Innovación para el Desarrollo y Comercialización de Tecnologías Avanzadas, destacó en su canal de Telegram que "las cinco propuestas son moléculas innovadoras primeras en su tipo en el mundo".
Uno de los proyectos aprobados, vinculado al tratamiento de la enfermedad de Parkinson, ha recibido financiamiento desde 2018 en aras de realizar estudios preclínicos y comenzar ensayos clínicos en Rusia, detalló la agencia estatal Prensa Latina.
Asimismo, el centro ruso aprobó proyectos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, el Centro de Inmunología Molecular y las empresas Pelima y Alfanil para el tratamiento del cáncer colorectal y el melanoma.
A principios de junio, durante una visita a San Petersburgo del viceprimer ministro cubano, Ricardo Cabrisas, el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés) anunció que destinará más de 11 millones de dólares para desarrollar con "medicamentos innovadores contra enfermedades geriátricas y oncológicas" junto a BioCubaFarma .
Kiril Dmítriev, director general del RDIF, dijo que, tras la inversión inicial, de hasta 1.000 millones de rublos, la suma podría duplicarse, en correspondencia con la prioridad otorgada por esa institución al sector de la salud.
¡Allá va eso!