Rusia endurece las normas para la expulsión de extranjeros: ¿afectan a los cubanos?

La Duma Estatal (cámara baja de la Asamblea Federal) de Rusia adoptó un paquete de proyectos de ley que refuerzan el control en el ámbito de la migración y endurecen las condiciones de expulsión de los extranjeros en el territorio de la nación euroasiática.

El paquete incluye dos proyectos de ley: uno modifica varias leyes federales sobre migración y el otro cambia el Código de Infracciones Administrativas.

Según el reporte del medio ruso RBC, las normas introducen un nuevo régimen jurídico para la expulsión de migrantes y establecen obligaciones para ellos mientras permanezcan en Rusia, que incluyen, por ejemplo, cuidar el medio ambiente, "respetar la diversidad de estilos de vida en Rusia", así como "los valores espirituales y morales tradicionales".

De acuerdo con la normativas, los migrantes que no tengan motivos legales para permanecer en el país, así como aquellos que hayan cometido delitos, caerán bajo el régimen de expulsión. Al mismo tiempo, se prevé la creación de un registro de personas controladas, que contendrá información sobre quienes estén sometidos a restricciones derivadas de esa condición.

Los extranjeros incluidos en el registro serán sometidos a restricciones, entre las que está la prohibición de comprar bienes raíces y vehículos, conducir automóviles, pedir préstamos, moverse libremente por Rusia, casarse, abrir nuevas cuentas bancarias, gastar más de 30.000 rublos al mes de los depósitos existentes, entre otras.

Las normas certifican también la reducción del período de estancia temporal de los migrantes en Rusia: los hasta ahora vigentes 90 días en un plazo de seis meses, serían reducidos a 90 días dentro de un año natural.

Las enmiendas propuestas a la legislación amplían las facultades de los empleados del Ministerio del Interior en la esfera de la migración, pues serán estos quienes determinarán el procedimiento para aplicar y poner fin al régimen de expulsión, así como ejercer el control sobre las personas inscritas en el registro de personas controladas.

Las personas incluidas en el registro tendrán que informar a la policía sobre su paradero, incluido el envío de fotos con una marca de geolocalización. Además, deben informar de la fecha, el lugar y la ruta de salida de Rusia. En caso de la violación repetida de estos requisitos, "se tomará una decisión sobre la deportación", dice el documento.

Los agentes de policía podrán solicitar información sobre esas personas, incluidos secretos bancarios, fiscales y comerciales y datos sobre el flujo de fondos en sus cuentas. También podrán monitorizarlas, incluso utilizando medios técnicos, utilizar datos de dispositivos móviles y geolocalización, y tendrán acceso a las viviendas en las que viven o se encuentran.

La nota dice que la Policía ya está llevando a cabo la deportación de extranjeros, que es similar al mecanismo de expulsión administrativa. 

"El proyecto de ley federal (...) tiene como objetivo unificar los mecanismos de deportación y expulsión administrativa de ciudadanos extranjeros y concentrar los poderes para expulsarlos de los órganos de asuntos internos (Policía)", dice el documento, lo cual reducirá el tiempo y los costos financieros asociados con llevar a los extranjeros a los tribunales y decidir su expulsión rápida de Rusia.

Dmitry Vyatkin, miembro del Comité de Construcción del Estado y primer jefe adjunto del partido conservador y nacionalista Rusia Unida, y uno de los autores del proyecto de ley, comentó que las prohibiciones que se impondrán a un migrante en caso de ser incluido en el registro de personas controladas no le permitirán, después de violar la legislación migratoria, "llevar una vida completamente normal, escondiéndose del Estado y de la responsabilidad por violar las normas migratorias".

Por su lado, Konstantin Zatulin, coautor del proyecto de ley y primer jefe adjunto del Comité de Asuntos de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), Integración Euroasiática y Relaciones con los Compatriotas, indicó que había necesidad de los cambios propuestos por las carencias de la política migratoria, "que han salido a la superficie en los últimos años". 

Subrayó que en el contexto de la invasión de Ucrania "se requieren medidas duras que no permitan que Rusia sea considerada como un patio de paso y abuse de su hospitalidad".

También señaló que la enmienda para reducir el período permitido de estadía en Rusia se introdujo "para evitar intentos de empleo ilegal y, de hecho, migración laboral ilegal".

En abril pasado, el Ministerio del Interior de Rusia anunció la aplicación de normas que refuerzan el control estatal en el ámbito de la migración y obligan a cada extranjero que ingrese al país a registrar sus huellas dactilares y fotografía, así como le otorga facultades para el estricto control de esos individuos mientras permanecen en territorio ruso.

Las nuevas medidas, según el canal oficial de Telegram del Ministerio, fueron presentadas al Gobierno de la Federación Rusa el 29 de marzo, a raíz del ataque terrorista contra el Centro Comercial Crocus, cercano a Moscú, y en el que murieron casi 150 personas, y entraron en vigor el 1 de junio.

Numerosos cubanos han sido multados y expulsados de la nación euroasiática en los últimos meses, después de ser detenidos en situación irregular.

La norma del Ministerio del Interior ruso incluye la creación de un perfil digital del extranjero, así como la emisión de un documento único que certifique la identidad de un ciudadano de otro país en el territorio de la Federación de Rusia, que sustituye a todos los documentos migratorios emitidos hoy que confirman el derecho a vivir y trabajar en el país.

A la norma de permanencia por un máximo de 90 días en Rusia cada medio año, así como a la exención de visado para viajar a ese país, se acogen numerosos cubanos, que van a la nación euroasiática a hacer turismo de compras, trabajar o buscando emigrar, incluso, utilizando a Rusia como puente para cruzar a Europa.

No obstante, la creciente xenofobia y el ataque terrorista del domingo 23 de junio contra lugares de culto de la República rusa de Daguestán, en el extremo sur del país, en el que al menos 19 personas han muerto y 25 resultaron heridas, podrían endurecer las medidas de control sobre los extranjeros.