El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, afirmó este lunes que la brigada médica y la embajada cubana en Haití continúan trabajando, aunque "con limitaciones impuestas por las circunstancias y el personal imprescindible", dijo en su cuenta de X.
El canciller informó, además, que el embajador Carlos Moya llegó a Puerto Príncipe, capital de Haití, desde Santo Domingo, capital de la vecina República Dominicana. Moya se trasladó por "vía helitransportada al mantenerse cerrado aeropuerto capital haitiana".
En un segundo mensaje, Rodríguez Parrilla explicó que la embajada cubana continúa prestando atención consular a los cubanos residentes y de tránsito en Haití. Dijo también que sus familiares reciben atención en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX). "Se siguen realizando gestiones con línea aérea para garantizar su retorno seguro a Cuba tan pronto condiciones lo permitan", informó, sin hacer referencia a que hace más de diez días dijo lo mismo en torno a las "gestiones", sin que estas se concreten.
Más de 2.000 cubanos permanecen varados en "diferentes condiciones" en medio del conflicto de Haití, dijo Rodríguez Parrilla en el programa Mesa Redonda de la televisión estatal.
"Mantenemos comunicación con los cubanos y sus familiares; hay más de 260 cubanos varados, más de 2.000 cubanos en diferentes condiciones en Haití, que reciben asistencia de nuestro Gobierno", dijo el canciller, según el portal oficialista Cubadebate.
La violencia desatada en la capital haitiana tomó por sorpresa a cubanos que normalmente viajan como "mulas" para comprar artículos del hogar, ropa o calzado, a fin de revenderlos en la Isla o para consumo familiar, una actividad lucrativa en medio de la profunda crisis que vive Cuba.
Ni Rodríguez Parrilla ni el MINREX dieron nuevos detalles sobre las gestiones del Gobierno para el retorno de los cubanos dedicados a esa actividad que quedaron atrapados después de que la compañía aérea Sunrise Airways suspendiera todos sus vuelos desde Haití.
El país insular vive una nueva crisis de gobernabilidad y en un estallido de violencia que parece no tener freno. Las bandas que controlan la mayor parte de Puerto Príncipe, lanzaron hace dos semanas una campaña armada para derrocar al primer ministro, Ariel Henry, sumiendo al país en un violento conflicto con riesgo de hambruna y guerra civil.
Si las gestiones de Bruno son como las de los dos médicos en Kenya, de quienes todavía no hay versión oficial sobre su muerte ni la hubo sobre su existencia en cinco años , no hay esperanzas para los de Haití.
Por otra parte, sabradiós qué relación tiene la embajada cubana y/o funcionarios cubanos con las bandas de Barbecue, que es la única ley que existe hoy en Haití, para mantener médicos y quién sabe qué mas en ese territorio. Eso sí, se apresuraron a declarar que se oponían a cualquier solución militar en ese país cuando Kenya y el Caricom comenzaron a buscar soluciones.