Cuba y Venezuela, de la mano de Rusia y China, impulsan la desinformación en América Latina, según un informe publicado por la National Endowment for Democracy (NED). Los actores autoritarios en la región han organizado esfuerzos para debilitar la democracia a través de la desinformación, que se ha convertido en los últimos años en uno de sus principales enemigos.
"Vemos estrategias de desinformación más sofisticadas, con mayor interacción entre los actores y efectos internacionales. Ya no vemos casos aislados de gobiernos que a través de operaciones de desinformación afectan solo a su país, ahora son operaciones que afectan a las poblaciones de otros países en la región", sostiene Iria Puyosa, investigadora de Digital Forensic Research Lab (DFRLab) y una de las autoras de este informe.
Los países autoritarios en la región y sus aliados fuera tienen estrategias similares a nivel macro del tratamiento de la información y lo adaptan a la situación de cada país.
"En general, aprovechan los conflictos de los enfrentamientos entre los sectores de la sociedad y los instrumentalizan para generar posiciones favorables a sus intereses. También polarizan y generan conflictos en la oposición, dificultan la coordinación entre los actores de la sociedad civil, introducen informaciones falsas generando un clima de miedo y violencia, como es el caso de Venezuela", dice Puyosa.
Estas estrategias de desinformación, que se apoyan de medios como Prensa Latina (Cuba), RT en español (Rusia), Telesur (Venezuela), Xinhua en español (China), entre otros, afianzan ideas favorables para estos regímenes autoritarios. Ya no son algunos políticos asegurando algo, son decenas de medios e influencers, quienes esparcen la información.
Según Puyosa, el principal objetivo de los países implicados en estas estrategias desde fuera de la región, como China y Rusia, no son temas propios, como en estos casos pueden ser la soberanía de Taiwán y la guerra de Ucrania, estos son tramas secundarias. China y Rusia realmente buscan fortalecer a sus aliados autoritarios en la región. En sus agendas hay temas interesantes para esos socios que apoyan sus intereses.
"Los Gobiernos democráticos, la sociedad civil, la oposición y las organizaciones internacionales deben entender que la desinformación ya no se puede atacar y resolver en un solo país, es un problema global. Hay flujos transaccionales de información, no es algo local", afirma Puyosa.
Para enfrentarse a este enemigo de la democracia hay que formar redes de apoyo y esto implica invertir recursos financieros, capacitar recursos humanos para desmontar los ataques y darles costos a los agresores. Tiene que haber consecuencias para los que manipulen la información, según la investigadora.
La educación, el uso de herramientas de seguridad digital para que activistas y medios independientes se protejan ante ataques cibernéticos, son fundamentales.
También es necesario el financiamiento de instituciones que trabajen en desmantelar estrategias de masificación de propaganda desinformativa en redes sociales, según advierte Mariví Marín Vázquez, también autora de este informe y directora ejecutiva de Probox.
Y eso que no han visto CNN,New York Times ,Washington Post,CBS, ABC con su manipulación wake y protección de las pifias de Brandon en su larga carrera de ridículos frente a camaras....
Perdón pero la desinformación es total. Las noticias son manipuladas tanto en países de "izquierda" como de "derecha". En vez de mirar noticieros deberíamos leer "El individuo contra el estado" de Spencer, a ver si de una vez comprendemos.
Prefiero la desinformación en la internet que la información parcializada, unilateral, adoctrinante y FILOsa del monopolio comunicacional cubano.
Prefiero que intententen confundir al pueblo o lo intenten ahogar en un mar de información contradictoria que le tapen los oídos y la boca con represión y periodistas independientes presos, mudos o desterrados.
Wendy, el enemigo global de la democracia no es la desinformación.
El verdadero enemigo es aquel que determina que es y que no es información, lo mismo en Venezuela que en California.
Esas Big Techs o medios controlados con el poder de sus plataformas digitales y de papel censuran, bloquean y favorecen intereses globalistas.
Si a alguien le da la gana de publicar que la tierra es plana, que los ETs llegarán mañana o que la vacuna del COVID fue una estafa, es decisión del que lee o ve el comentario creerle o no, y para eso podría formarse su propia opinión buscando información en otras fuentes que aseguren lo contrario o avalen su percepcion.
Todo lo otro implicaría siempre un censor omnipotente que establezca lo que es desinformación y sabemos adónde lleva ese control.