El Gobierno de Cuba publicó este 15 de enero el Decreto Presidencial Código de Ética de los Cuadros de la Revolución Cubana, que impone a estos últimos lealtad al Partido Comunista (PCC) y ataja divisiones internas entre quienes tienen poder de decisión en la Isla.
El texto, publicado en la Gaceta Oficial de la República, fue aprobado en mayo de 2023 durante el VI Pleno del PCC, encabezado por Miguel Díaz-Canel. En aquel momento, el código solo era vinculante para los militantes del único partido legal en Cuba y no se podía exigir su cumplimiento a los cuadros que no son parte de la membresía.
Al disponer su cumplimiento mediante el decreto presidencial, que fue firmado por Díaz-Canel el 8 de noviembre de 2023, se extiende su carácter obligatorio a todos los cuadros de Cuba.
En su preámbulo, el documento habla del "contexto de actualización del modelo de desarrollo del país y para garantizar el camino socialista en condiciones de mayor descentralización" y del "surgimiento de nuevos actores económicos". Como suele hacer el régimen cubano, el texto culpa al embargo estadounidense y a la "guerra ideológica que impone el imperialismo yanqui" del agravamiento del "complejo escenario económico, político y social" que enfrenta la población.
Por esas circunstancias, "se exige de los cuadros, en su comportamiento diario, una conducta ejemplar, de elevados valores morales, profunda sensibilidad humana, inquietud revolucionaria, apego a la legalidad y un claro sentido del deber".
El código establece "pautas" que "cultivan la dignidad y sensibilidad de las personas", pero "desde posiciones marxistas leninistas, martianas y fidelistas", acota el texto.
Entre otros valores y principios, el código exige a los cuadros de Cuba patriotismo, traducido en "amar la patria, su historia, identidad y cultura; honrar los valores que conforman la nacionalidad cubana; guiar su conducta por el ejemplo de nuestros mártires, héroes y líderes; respetar los símbolos patrios; tener sensibilidad política" y "defender la Revolución".
Los cuadros deben "trabajar incesante y conscientemente, desde las funciones encomendadas, para protegerla de cualquier riesgo o amenaza que lesione su independencia, integridad o soberanía, afecte los intereses de la nación o debilite la unidad de los cubanos".
Otro valor que deben cultivar los cuadros es el "antimperialismo", que significa "defender, preservar y ser fiel a los principios del socialismo que hemos declarado irrevocable; mantener una actitud vigilante y de rechazo ante las acciones que pretendan la expansión o dominación política, económica, tecnológica y cultural de potencias imperialistas contra nuestra patria y pueblos del mundo; denunciar por todos los medios a su alcance y ser activo luchador, en cualquier ámbito, contra la agresión que representan las genocidas y crueles medidas de bloqueo económico, comercial y financiero y las campañas difamatorias y subversivas que enfrenta el país".
Incluso si no son militantes, los cuadros deben ser leales "al Partido Comunista de Cuba", a "la Revolución" y al pensamiento de Fidel Castro.
La disciplina que deben mostrar los cuadros también consiste en "fomentar el respeto y la lealtad conscientes al Partido Comunista de Cuba, contribuir con su desempeño al cumplimiento de los programas, lineamientos y acuerdos aprobados por su Congreso y demás organismos de dirección partidista".
Además, los cuadros deben actuar con honestidad, honor, altruismo, humanismo, solidaridad y profesionalidad, responsabilidad y austeridad, según el código. Si alguno de los mencionados "valores y principios" es quebrantado, "se realizará el análisis disciplinario de conformidad con los estatutos, disposiciones normativas o reglamentos aplicables, con independencia de otras responsabilidades que se exijan, en correspondencia con la gravedad de las violaciones cometidas".
El exjuez cubano Edel González Jiménez, experto de DIARIO DE CUBA, considera que el nuevo Código de Ética de los Cuadros de la Revolución Cubana puede verse como una reafirmación de la irrevocabilidad del socialismo, establecida en el Artículo 4 de la Constitución.
"Todo cuadro que flaquee o proponga salidas que se aparten del modelo político-económico socialista será objeto de condena ética y, seguidamente, blanco de medida laboral, administrativa y hasta penal, en caso de valorarse así".
"Se impone lealtad a la fuerza, se impone no ir en contra ni cuestionar las decisiones del Partido y se garantiza a su vez una simplificación en los procedimientos de cambio y sustitución de cuadros y/o funcionarios del Estado o el Gobierno que no cumplan con el mandato ideológico del código o dejen de ser confiables".
González Jiménez recuerda el caso de exsecretario del Consejo de Ministros y vicepresidente del Consejo de Estado por más de 20 años, Carlos Lage Dávila, destituido por Raúl Castro en 2009, y opina que el régimen sospecha la existencia de otros cuadros como aquel.
"Lage en su momento dejó de ser confiable para la dirección del país, pues empezó a vincularse con empresarios y políticos españoles y europeos, y a conversar, sin permiso del Partido, sobre posibles reformas y medidas que debían llevarse a cabo en Cuba, cuando enfermó Fidel Castro".
"Al parecer, en la alta cúpula de hoy sospechan que existen otros cuadros como Lage y deciden con esto perfeccionar y simplificar la forma de defenestrar a cualquier decisor que se oponga a las medidas que se han ido adoptando desde la Tarea Ordenamiento".
"Esto es síntoma de debilidad y un indicio de que no hay mucha coherencia ni uniformidad entre los que gobiernan Cuba. Por eso previenen una situación interna que los pueda perjudicar", concluye el exjuez.
El Código de Ética entró en vigor a partir de su publicación en la Gaceta Oficial y sustituye, "a todos los efectos, las referencias al Código de Ética de los Cuadros del Estado cubano que se disponen en el Decreto-Ley 13 'Sistema de Trabajo con los Cuadros del Estado y del Gobierno y sus reservas”, de 18 de junio de 2020, y el Decreto Presidencial 208 'Reglamento del Sistema de Trabajo con los Cuadros del Estado y del Gobierno y sus reservas', de 4 de marzo de 2021", según establece el texto en su disposición especial.
¡Qué sufrida es la "ética"!
Bla, bla, bla, el Castrofascismo, habla todavía de Marxismo Leninismo, y otras yerbas que la historia reciente ha enterrado por inoperantes, simplemente cosas para entretenerse, mientras se destruye en su propio infierno el Feudo de Castro II de Biran. Nada importante sólo trapos rojos para desviar la atención, dentro de dos o tres días inventan otra cosa, para seguir prolongando los estertores del moribundo Castrofascismo.
Que nadie toque nada.
Yo solo puedo tocar !!!!!
Es muy difícil mantener cohesionada a la tripulación cuando el barco se hunde…
Código de ética:
1- jaba de comida quincenal
2- elementos de aseo mensual
3- bonos para comprar en tiendas abastecidas solo para ellos
4- hospitales militares con buenas condiciones y farmacias bien surtidas de medicamentos
5- parte del pago mensual en dólares
6- salarios muy por encima del resto de profesionales
7- salidas y entradas especiales sin pasar por caseta de migración y aduana
Y estos son los conocidos, cuántos más serán.
El código de conducta es fácil: Roba y corrompe, pero nunca oses cuestionar a los amos que te lo permiten.
Nuevo autoengaño, para meter miedo. En la tradición de Fidel Castro, cuyos gastos a cuenta del erario público fueron superiores a todos los capitanes generales, interventores, presidentes republicanos. Baste recordar su islita al sur de la Ciénaga de Zapata. El Código de Ética muestra el enorme estado de corrupción de la burocracia. Corrupción imparable, homenaje al Comandante en Jefe.
Este es el enésimo Código de Conducta del régimen para sus cuadros. En tiempos de Fidel Castro se firmaron varios. Después los cuadros hacían lo que les daba la gana. No veo la importancia de este nuevo Código.