Sepultados con honores los rescatistas cubanos fallecidos en el derrumbe de La Habana Vieja

Mientras los dos rescatistas cubanos fallecidos en el derrumbe del martes en La Habana Vieja han sido sepultados este jueves con honores militares, familias que residían en el edificio colapsado viven momentos de desesperación e incertidumbre.

El Gobierno declaró a la primer teniente Yoandra Suárez López y a Luis Alejandro Llerena Martínez, combatientes caídos en el cumplimiento del deber.

Las honras fúnebres de los rescatistas del Cuerpo de Bomberos de Cuba se realizaron en el Panteón de los Bomberos de la Necrópolis de Colón, donde fueron lanzadas tres salvas antes de que fueran depositadas las cenizas de los fallecidos.

Según el periódico Trabajadores, fueron depositadas ofrendas florales del general Raúl Castro y de Miguel Díaz-Canel.

Suárez López ingresó al Ministerio del Interior (MININT) en junio del 2012 y en 2015 fue ascendida a primer técnico de rescate, ocupación que realizaba en la actualidad. Era la única mujer en el país que desarrollaba esta labor. Recibió una medalla por la valentía durante el servicio, otorgada por el Consejo de Estado, tras su labor en el desastre del Hotel Saratoga en mayo de 2022.

Llerena Martínez cumplió por un periodo de dos años el Servicio Militar y luego ingresó al MININT en julio del año 2022. Durante el servicio ocupó el cargo de primer técnico de rescate. También le fue entregada la medalla por la valentía durante el servicio, por su actuación en el incendio de la base de supertanqueros en Matanzas en agosto de 2022.

Desespero e incertidumbre entre los residentes del edificio derrumbado

Damnificados del derrumbe de Lamparilla y Villegas, en el que además de los dos rescatistas murió un vecino de 79 años, pidieron ayuda por la situación que están viviendo en la actualidad.

Susana Pérez, sus cuatro niños y su madre, fueron evacuados junto a otras 12 familias a una escuela colindante del edificio colapsado.

Esta joven madre recurrió a sus redes sociales para pedir ayudar, desesperada por las condiciones en las que están viviendo y el reclamo de las autoridades para que abandonen el lugar.

Pérez dijo que su casa no se derrumbó, pero forma parte del edificio. El inmueble podría desplomarse por completo en cualquier momento y las autoridades impiden que los residentes entren a recoger sus pertenencias.

Reconoció que en el albergue transitorio les han dado alimentación y atención, pero se quejó de las condiciones en las que se encuentran: "Nos tienen tirados en el piso, sin al menos una colchoneta para que esos niños duerman".

"Nos exigen que busquemos donde refugiarnos porque mañana en la mañana (este viernes) la escuela debe de continuar con su jornada y no tienen donde meter a 13 familias de 54 habitantes, con niños y ancianos. No es culpa nuestra porque nosotros no tumbamos el edificio. El edificio se desplomó solo, y yo me pregunto: ¿a dónde voy a para yo que vivo en una de las viviendas con cuatro menores de edad, el mayor tiene 13 años?", escribió en Facebook.

"Necesito que se haga viral mi publicación porque necesito ayuda, no tengo a dónde ir con mis hijos y mi madre, que es una persona mayor. Necesitamos la ayuda de todos para que se le dé una solución favorable principalmente para los niños a esta situación tan dolorosa", reclamó.

En redes sociales activistas como Magdiel Jorge Castro reclamaban que se diera albergue a las familias afectadas en habitaciones de hoteles que permanecen prácticamente desocupados.

"Ayer Díaz-Canel prometía 'toda la ayuda' a las familias damnificadas del derrumbe… hoy sabemos que tienen a niños pequeños durmiendo en el piso de una escuela. ¿Acaso no hay suficientes hoteles para albergar a estas familias? ¡Ustedes no tienen perdón!", escribió Castro en la red social X.

El jueves la oficial Prensa Latina publicó sobre la recogida de 610 dólares por iniciativa del movimiento procastrista Puentes de Amor para las 54 personas que quedaron sin techo. El líder de la organización, Carlos Lazo, celebró que en apenas dos horas realizaron la colecta.

La cantidad de dinero es exigua teniendo en cuenta que la mayoría de las familias se quedaron sin nada tras el derrumbe.

Una vecina que se identificó como Iris en una conversación con Martí Noticias parecía derrotada.

"Todo, todo se perdió, se nos derrumbó el edificio entero, ¿cómo nos sentiremos?", dijo.

La sobreviviente del derrumbe contó que se puso en alerta al ver un polvo, "con algunas tierritas cayendo", que se desprendía del techo de su apartamento, ubicado en la primera planta del inmueble.

"Fue todo rápido, y después, dos o tres minutos después, empezó a caerse, a derrumbarse todo. Estaba cayendo en ese instante tierra, no era normal, no era normal como otras veces", agregó la mujer.

Sobre el vecino fallecido, identificado como Ramón Páez Frómeta, de 79 años, Iris dijo que recientemente se había mudado allí.

"Era casi nuevo ahí, pero lo conocíamos, una persona mayor ya. Vivía en el tercer piso", dijo.

La mujer confirmó que a una escuela colindante fueron evacuadas "más o menos son 13 familias del edificio y hay menores, niños".

"Un derrumbe remueve los cimientos de casi toda la cuadra. Pero realmente al cubano no le importa eso. ¿Me entiendes? Porque el cubano lo que necesita es un techo donde vivir. El problema está en que hasta que no se te cae la casa, no te dan un albergue", dijo Raidel Ayala, quien vive a 50 metros de donde ocurrió el desastre.

En un albergue vive desde hace seis años Ibisleivis Castellanos.

"Me pusieron aquí y me dijeron: 'esto es una comunidad de tránsito y solamente van a estar por seis meses. Hemos ido a todos los lugares para quejarnos porque ya es demasiado. Mientras sigan ocurriendo los derrumbes van a seguir priorizando a más gente y a nosotros nos siguen dando de lado. En estos momentos, los únicos edificios que están reparando son los que pueden traer algún beneficio económico", dijo Castellanos.