Un hombre murió a causa de un derrumbe ocurrido en la madrugada de hoy en Centro Habana, informó en Facebook la Asamblea Municipal del Poder Popular de ese territorio.
La breve nota oficial detalló que el derrumbe ocurrió a las 4:00AM y fue "parcial" en el número 565 de la calle Maloja, entre las calles Oquendo y Marqués González.
"El siniestro provocó el lamentable fallecimiento de un ciudadano y ocurrió por el desprendimiento del techo interior del entrepiso de una vivienda, colapsando la estructura de la misma. No se reportan lesionados y se evalúan los daños", detalló la Asamblea Municipal del Poder Popular. El órgano de gobierno local concluyó: "Lamentamos el suceso y ofrecemos nuestras condolencias a familiares y amigos".
Las fotos compartidas en la publicación muestran escenas del operativo desplegado tras el derrumbe. Una de las imágenes expone el patio de un edificio con restos de escombro en el centro, los cuales presumiblemente pertenecían a la casa descrita.
Varios habaneros dejaron su opinión en los comentarios del post oficial. Yasser Ches dijo: "¿Cuántas personas más van a morir sin que la Administración mueva un músculo? Triste destino el del pueblo cubano".
Por su parte, Alexi Jacomino publicó una fotografía de una construcción agrietada y frágil, junto al siguiente presagio: "Pronto será el (edificio) de nosotros".
Hace una semana, otro derrumbe en La Habana Vieja provocó la muerte de una persona. El fallecido fue identificado como Jorge Luis Jorrin Guides, de 54 años de edad.
En mayo, varias cubanas y sus hijos menores colocaron sus pertenencias en una senda del Paseo del Prado de La Habana Vieja, impidiendo la circulación de vehículos, e hicieron sonar sus cazuelas para exigir un albergue, porque el derrumbe parcial de un edificio de Prado y Virtudes donde residían las dejó desamparadas.
Solo en La Habana existen 104 albergues o comunidades de tránsito y en los últimos dos años se han generado protestas en muchos de ellos, por las malas condiciones de habitabilidad y la larga permanencia de los albergados, que en ocasiones sobrepasa los 30 años esperando por asignación de viviendas.
