Lis Cuesta, ausentista

El gobernante Miguel Díaz-Canel quiso dejar claro en una oportunidad que Lis Cuesta es una "esposa que trabaja en su trabajo". ¿Cómo puede una simple empleada ausentarse tanto de su puesto laboral sin justificación, sin que los motivos de sus viajes sean profesionales?

Además de amplificar la propaganda gubernamental y disfrutar de privilegios impensables para una funcionaria común del Gobierno, Lis Cuesta dirige la agencia Paradiso, del Ministerio de Cultura, que comercializa cursos, talleres y eventos para extranjeros.

Cuesta no se pierde una gira de Díaz-Canel. Allá va ella escoltándolo, haciendo no se sabe qué dentro de la delegación oficial de un Gobierno que no tiene establecida la figura de primera dama.

En 2022, Díaz-Canel realizó una gira por Argelia, Turquía, Rusia y China, entre el 16 y el 26 de noviembre. Del 3 al 8 de diciembre de ese mismo año emprendió vuelo hacia San Vicente y las Granadinas, después a Barbados (para asistir a la Octava Cumbre Caricom-Cuba) y luego a Granada.

Durante este año, entre el 23 y el 25 de enero, Lis Cuesta hizo las maletas para otra travesía que la llevó a Buenos Aires, Argentina, donde su esposo asistió a la Cumbre de la CELAC. De allí voló a Venezuela.

Del 10 al 12 de febrero viajó a México (por cuarta vez desde que Díaz-Canel asumió el cargo de "presidente"), con una parada en Belice.

El 24 y 25 de marzo Cuesta y Díaz-Canel viajaron a República Dominicana (sede de la XXVIII Cumbre Iberoamericana). Allí, la simple trabajadora de una agencia estatal participó en actividades de primeras damas organizadas por la esposa del presidente anfitrión, como se vio en imágenes compartidas en redes sociales por la dominicana.

En junio, julio y agosto los recorridos de la pareja incluyeron varios países de Europa y cuatro más de África.

Para cerrar la cuenta, Lis Cuesta y Díaz-Canel se pasaron seis días en Nueva York en un viaje que concluyó el sábado 23 de setiembre.

El tiempo gastado en viajes pasa de los 50 días, según el conteo parcial de DIARIO DE CUBA. Solo del primero de noviembre de 2022 al 31 de agosto de 2023, Lis Cuesta pasó uno de cada siete días fuera del país junto a su esposo. 

El Código de Trabajo de Cuba, en su Artículo 147, establece entre las "violaciones de la disciplina de trabajo" la infracción del horario de trabajo o "abandono del puesto laboral sin autorización del jefe inmediato o desaprovechamiento de la jornada; también la ausencia injustificada".

Al ser Cuesta directora de una agencia dependiente del Ministerio de Cultura, se supone que el ministro, Alpidio Alonso, o algún otro alto funcionario debe autorizar sus viajes.

El Reglamento del Código de Trabajo (Decreto 326), en sus artículos 129 y 130, sobre el pago de sueldo a los trabajadores, contempla deducciones por ausencias, interrupciones e infracciones del horario de trabajo. 

La ausencia injustificada es una causa de imposición de medida disciplinaria. Corresponde a la Administración y los trabajadores acordar en los convenios colectivos de trabajo el tipo de medida disciplinaria a imponer por concepto de ausencia injustificada, lo que se refleja en el Reglamento Disciplinario Interno.

Abogados de DIARIO DE CUBA precisan que siempre que la entidad considere la ausencia como justificada no conlleva problemas para el trabajador. 

"La cuestión está en que las ausencias deben ser racionales, por lo que la Administración no podría justificar reiteradamente a una persona que se ausente de su puesto laboral, por ejemplo, por viajes al extranjero. En la práctica, para que un trabajador pueda salir al extranjero por motivos personales ha de hacerlo en su periodo vacacional, sin afectar con su carga de trabajo a otro empleado", explican.

Entonces, ¿cómo afectaría a una trabajadora cualquiera el frenético nivel de viajes por motivos no profesionales que lleva Lis Cuesta? ¿Podría en estas condiciones conservar su empleo?