La Habana con poco abasto de agua y mucha basura en las calles

En una reciente reunión de trabajo presidida por el primer ministro Manuel Marrero se trataron temas de candente actualidad para La Habana. Entre ellos dos de los que más golpean a la población: el abasto de agua y la recogida de basura.

A pesar de los graves problemas que se han presentado últimamente con el abasto de agua en la ciudad, motivados en lo fundamental por la rotura de muchos equipos de bombeo y la insuficiente cantidad de carros pipas que suministran el preciado líquido a un número de clientes cada vez mayor, la gobernadora de la capital, Yanet Hernández Pérez, intentó presentar el panorama con ciertos tintes de optimismo.  

Expresó que el estado de las ocho fuentes principales que suministran a la ciudad tiende a la estabilidad, y que de 15.000 personas afectadas por la falta de agua  en días pasados, en la actualidad la cifra se reducía a 4.492. Además, anunció que próximamente llegarán al país nuevos equipos de bombeo, lo que permitirá que más personas reciban el líquido por las redes, y dependan menos de los carros pipas. Este último un servicio cuajado de indisciplinas y actos de corrupción, con la frecuente venta ilegal de las pipas a precios astronómicos.

Sin embargo, mientras la gobernadora decía tales cosas en la reunión con el señor Marrero, trascendían denuncias de la población que ponían en entredicho la supuesta estabilidad esgrimida por la funcionaria.

Se conocía el calvario de una mujer en San Miguel del Padrón, que expresaba que en su barrio no había agua potable ni para beber. Y el servicio de carros pipas, que le brindaban cada 12 días, había extendido el ciclo de entrega.

También el caso de un edificio de apartamentos en el municipio de Centro Habana, que lleva casi tres meses sin que entre el agua. Y el servicio de pipas no lo reciben asiduamente. Los vecinos de ese edificio deben cargar el agua de otros lugares para satisfacer sus necesidades.  

Con respecto a la recogida de los desechos sólidos en la reunión se habló de las anomalías que se presentan para la prestación de ese vital servicio. En primer término se dijo que actualmente solo trabajan 174 de los 440 equipos recolectores (camiones) con que cuenta la Empresa de Comunales.  Faltan neumáticos, baterías, llantas y, en muchas ocasiones, combustible para que los carros puedan salir a cumplir su misión.

Se mencionaron en la reunión los bajos salarios que perciben los trabajadores de Comunales, así como el no acceso a utilidades y otros incentivos laborales. Sin dudas, una situación que desestimula la permanencia laboral en esta actividad.

Otro elemento que conspira contra la efectividad de este servicio es su mala organización. En ocasiones repiten la recogida de basura en determinados barrios, mientras que otros sitios permanecen varios días sin que aparezca ningún carro colector. Por supuesto, no siempre esta disparidad responde a una mala planificación. Es sabido que las autoridades priorizan las zonas céntricas de la ciudad, mientras que en la periferia (Alamar, Boyeros, Marianao, La Lisa…) la basura se desborda por las calles.

Una mala noticia, otra vez más, les espera a los habitantes de esas zonas periféricas.  Porque los próximo días 15 y 16 de septiembre La Habana será sede de una conferencia cumbre del Grupo de los 77 más China, con la asistencia de muchos invitados, entre ellos jefes de Estado y Gobierno. Y por supuesto que Díaz-Canel se esforzará por mostrar una ciudad bella a sus invitados. En consecuencia, los lugares por donde estarán esos invitados deberán estar higienizados, y como es lógico, sin basura en las calles.

Bueno, ¿y entonces cuándo se realizará la recogida de basura en otras zonas de la ciudad?  Pues cuando Dios quiera.