Moscú proyecta una OTAN de los BRICS con el régimen de Cuba como invitado

"Los países del BRICS, a diferencia de la OTAN, pueden desempeñar un importante papel estabilizador en las relaciones internacionales", aseguró en la ciudad africana de Johannesburgo el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Patrushev, quien viajó a esa ciudad para una reunión en el marco de la asociación de las grandes economías emergentes agrupadas en ese marco.

Patrushev estuvo en marzo pasado en La Habana, cuando fue atendido a cuerpo de rey y recibido por Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel, y en mayo recibió en Moscú al general de división Lázaro Alberto Álvarez Casas, ministro del Interior cubano. Todo ello, como parte del estrechamiento de los lazos entre los respectivos aparatos represivos.

Según el funcionario ruso, "nuestro grupo de los cinco (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) tiene ejemplos convincentes de una labor efectiva en problemas mundiales actuales, partiendo de los principios de apertura, igualdad de derechos, respeto mutuo y ausencia de una agenda oculta", comentó en referencia al grupo de gobiernos que todavía comparte con los representantes de Rusia, expulsados del resto de las concertaciones multilaterales tras la invasión de Ucrania.

Patrushev hizo estos apuntes al hablar el martes en la apertura de la reunión de altos representantes de los países del grupo BRICS que supervisan las cuestiones de seguridad, y sus declaraciones fueron citadas por el medio oficial ruso Sputnik.

El jefe de seguridad ruso aseguró que a los países del grupo los une el reconocimiento de la primacía del derecho internacional y el papel coordinador de la ONU, el rechazo a la injerencia en los asuntos internos de los Estados independientes, así como la disposición de defender sus intereses nacionales y tratar con comprensión las decisiones soberanas de otros países.

"Vemos en los BRICS una plataforma clave para el diálogo equitativo, la búsqueda colectiva de soluciones a los problemas de seguridad global. Estoy convencido de que nuestra asociación podría asumir el papel principal en los procesos subsiguientes de formación del multilateralismo inclusivo, estableciendo la agenda del desarrollo mundial", subrayó.

Lo anterior, que permite adelantar la agenda del hegemonismo que promueve el Kremlin, se sirve de un discurso que en nada tiene que ver con el nacionalismo conservador y el expansionismo de Moscú.

Para Patrushev, siempre según Sputnik, "la crisis del orden mundial representa no solo riesgos, sino también oportunidades, pues cada vez más países y pueblos rechazan el modelo neoliberal impuesto, el orden autoritario y hegemónico en las relaciones mundiales, y eligen un curso independiente, de orientación nacional, basado en su propio desarrollo en la cooperación constructiva".

"Eso se manifiesta, entre otras esferas, en su renuencia a unirse a las sanciones unilaterales, y en el deseo de llevar a cabo una política exterior independiente", dijo, en referencia directa al aislamiento internacional del Kremlin.

Además de Patrushev en representación de Moscú, asiste a Sudáfrica el director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista Chino y miembro de su Buró Político, Wang Yi.

A la reunión de seguridad del BRICS, que anticipa la cumbre de esos países en Sudáfrica en agosto, reunión esta a la que no irá Vladimir Putin debido a la orden de arresto internacional en su contra emitida por la Corte Penal Internacional de La Haya, asistieron además siete países invitados, todos denominados como "amigos del BRICS".

En esta ocasión, estuvieron presentes delegaciones de Bielorrusia, Burundi, Cuba, Egipto, Kazajistán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, países que han expresado su interés de unirse al BRICS.

La reunión arrancó el lunes último en Johannesburgo. La Habana fue invitada no solo por sus lazos con el grupo, sino además por tener la Presidencia del Grupo de los 77 + China. Ninguna nota explica qué funcionario de La Habana asiste al encuentro.

La agencia oficial cubana Prensa Latina publicó el martes un reporte sobre la reunión en el que se obvia la presencia de representantes del régimen cubano.

Khumbudzo Ntshavheni, ministra de la Presidencia sudafricana, dijo a la agencia oficial rusa TASS que la cumbre de seguridad "es una reunión histórica, porque es una primera reunión física después de tres años de pandemia de Covid-19 y una reunión que incluye a los amigos del BRICS para enfocarse en asuntos de interés común y beneficio mutuo".

"Esto generará asociaciones duraderas que resultarán en un mayor desarrollo global y fortalecieron la resiliencia y la paz globales", señaló.

Según Ntshavheni, junto con la sesión plenaria, el lunes se celebraron una serie de reuniones bilaterales entre los jefes de las delegaciones. "Se espera que tales compromisos continúen en el futuro en asuntos de interés común entre estos países", agregó, sin ofrecer detalles sobre qué temas discutieron.

Un medio de la India hizo público al menos una parte de lo que se habló en la reunión. El medio Awaz The Voice reportó que el asesor de Seguridad Nacional de ese país, Ajit Doval, pidió a los países calificados como amigos de los BRICS unirse "para abordar los desafíos que emanan de la seguridad cibernética".

Desde Johannesburgo, el responsable de seguridad indio advirtió que la gravedad de los riesgos cibernéticos aumentará exponencialmente con el advenimiento de tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial, el Big Data y la Internet de las cosas.

Además, comentó que la población más joven es vulnerable a la propagación de ideologías extremistas a través de las redes sociales. La razón de esto es que "son expertos en tecnología y tienen mentes impresionables", aseguró.

Esta reunión confirma que las alianzas entre los Gobiernos que limitan las libertades de sus poblaciones van en aumento. Y que el régimen de Cuba estrecha sus alianzas en caso de que su control sobre la Isla se resquebraje una vez que los cubanos decidan volver a salir a las calles.