Ante el alarmante incremento de feminicidios en Cuba, 52 en lo que va de año, DIARIO DE CUBA conversó con las activistas Ileana Álvarez, directora de la revista feminista 'Alas Tensas', y Elena Larrinaga, de la Red Femenina de Cuba. Ambas mujeres lideran desde Madrid plataformas y observatorios que se dedican a llevar un registro de los feminicidios que ocurren en la Isla.
Sobre el trabajo que realizan y el resultado de sus investigaciones dialogaron el pasado jueves con las periodistas de este diario Yusimí Rodríguez y Luz Escobar.
Álvarez reconoció que, ante las estadísticas del subregistro que llevan estas plataformas independientes, es evidente que en Cuba "hay un incremento de la violencia de género". Apuntó también que "hay una mayor denuncia por parte de la ciudadanía", y que se han extendido los canales que tienen para recibir los reportes de muertes violentas de mujeres dentro de la Isla.
"El trabajo de los observatorios se ha ido profesionalizando desde su nacimiento, han ido ganando en experiencia y perfeccionando la metodología y la manera en que se verifica cada caso", aseguró Álvarez. Agregó además que en Cuba las personas han tomado conciencia "de la necesidad de denunciar el feminicidio".
Explicó que, desde el trabajo de las plataformas "se denuncia el feminicidio" pero también "se alerta cuando hay un aumento de los casos" como una forma de "presionar a las instituciones competentes" a actuar. Para Álvarez la clave del éxito ante este drama es "prevenir" y dijo que con las estadísticas que ellas ofrecen lo que pretenden es "alertar para seguir el fenómeno" con la esperanza de que las autoridades tomen las medidas necesarias para prevenir la violencia de género.
"Si no se prevé y se hace una política pública en la que participe toda la población con las instituciones, que sea algo de todo el pueblo y del Estado, que es el que tiene el poder, el problema de los feminicidios va a seguir incrementándose", afirmó Álvarez.
Elena Larrinaga coincide con la visión aportada por Álvarez de que los feminicidios han aumentado en la Isla y subrayó también que ahora "las mujeres y las familias se atreven a denunciarlo más". Según su opinión esta realidad "es una respuesta al buen trabajo que han hecho las mujeres en Cuba y las diferentes plataformas femeninas, que han colaborado unas con las otras". Consideró que esa alianza ha otorgado "mucha legitimidad a las organizaciones" y recalcó el trabajo de los medios de comunicación independientes a la hora de difundir las denuncias que recogen las activistas.
"Coincido con Ileana en que el Gobierno debe tener medidas preventivas, hay que anticiparse al problema. Educar y formar a los funcionarios y a la sociedad entera es una cuestión mucho más amplia, por eso siempre hablamos de una ley orgánica, porque obliga al Estado a cumplirla", señaló.
De acuerdo a Larrinaga "hay que tener en cuenta que al Gobierno cubano le costará mucho tipificar la ley" porque él es "el primer violador": "Te pega, te mata, no dice nada y entonces, claro, los maltratadores que viven bajo un Estado como ese, que ejerce impunemente la violencia institucional contra las mujeres, están marcando tendencia. Por eso muchos de ellos ni piensan que es tan grave lo que están haciendo".
Álvarez remarcó que los observatorios han tomado el término de feminicidio para trabajar "porque tiene una connotación que le da una responsabilidad política y social al Estado", en contraposición al término femicidio, "usado por el Estado para evitar precisamente la responsabilidad que tiene en las muertes por violencia de género machista".
Mencionó además que la red de observadoras que trabaja con las plataformas y los observatorios están en todo el país y "se ha ido profesionalizando". "Es una red segura, con ellas trabajamos de forma anónima porque el estado criminaliza a todas las personas activistas, entre ellas a las propias observadoras", declaró.
Sobre el protocolo que siguen esas organizaciones para confirmar un feminicidio, luego de recibir una denuncia, explicó la importancia que siempre le dan a "triangular la información a través de las observadoras y de la ciudadanía para completar la verificación". "Nunca nos quedamos con una sola fuente, siempre tratamos de tener una fuente primaria, cercana a la víctima", dijo.
Explicó que para lograr algo así se necesita tiempo e investigación y que "desgraciadamente, como parte del sistema totalitario cubano" todavía no tienen acceso a información de los peritos ni a los de la policía. "Cualquier muerte violenta no es feminicidio, tiene haber detrás un crimen por el hecho de ser mujer, tiene que existir misoginia", aclaró. Uno de los problemas que han encontrado a la hora de lograr esa triangulación es que "no siempre la familia ayuda porque tiene miedo".
Álvarez consideró "lamentables" las cifras de feminicidios ofrecidas por el Estado cubano recientemente "porque solamente consideran como muerte machista aquellos casos que han sido juzgados en los tribunales". También expresó su deseo de que las mujeres de Cuba "pudieran salir a las calles a reivindicar el 'ni una menos' y con sus pancartas de 'no mas feminicidios'".
Para Álvarez tipificar el delito de feminicidio en la ley cubana sería "un gran paso de avance" así como lograr una ley integral contra la violencia de género. "Estas cuestiones legales serían un paso muy positivo", agregó. "Registrar un feminicidio es muy complejo y en Cuba la Policía no está preparada para eso, una de las peticiones que estamos haciendo es que tanto la Policía como los trabajadores de Salud Pública ganen perspectiva de género".
Sobre ese punto Larrinaga consideró que "ese es el camino" que les dará a los cubanos "acceso a la verdad". Algo que consideró vital en esa batalla que ellas libran porque: "Cuando uno sabe la verdad sobre un problema, es cuando único puede tomar una acción adecuada para resolverlo", recalcó.
