Los restos del obispo Pedro Meurice, quien fuera arzobispo de Santiago de Cuba y falleció en 2011, serán trasladados a la catedral de esa ciudad para ser enterrados allí, el próximo 12 de julio.
Así lo dio a conocer el arzobispo de esa ciudad, monseñor Dionisio García Ibañez, en una publicación en la página de Facebook del Arzobispado.
"Fieles laicos, religiosas y religiosos, sacerdotes, pueblo de Santiago de Cuba y aquellas personas que conocieron y compartieron con nuestro recordado y querido arzobispo Mons. Pedro Claro Meurice Estiú, su preocupación y desvelo por el bien de las almas, de la Iglesia y de Cuba, para comunicarles que el miércoles 12 de julio próximo, a las 6:00 pm se celebrará una misa de exequias y se procederá a reinhumar, en la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral de Santiago de Cuba, sus restos mortales", informó el arzobispo, quien citó sus propias palabras para anunciar la noticia de su fallecimiento.
"En medio de la pena por su partida nos invade también el sentimiento de gratitud por haberle conocido y trabajado al lado de él. Fue un sacerdote y obispo digno, hombre de Dios y de Iglesia, de fe y oración intensa, muy cercano a su pueblo con el que quiso compartir su vida. Murió rodeado de cariño, entregándose a Dios al amparo de Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre, consciente de que el encuentro con el padre se acercaba", dijo entonces el religioso.
"Estos mismos sentimientos de gratitud y justicia hacen que depositemos sus restos en el Templo Madre de esta Iglesia de Santiago de Cuba, desde donde él nos santificó con los sacramentos, nos iluminó con la Palabra de Dios y nos cuidó y defendió como el rebaño que Dios le había confiado. Esta acción es una manera de hacerlo presente como ejemplo de pastor digno de imitar a las próximas generaciones de cristianos y cubanos", escribió el arzobispo en referencia a la reinhumación de Meurice Estiú.
Asimismo, convocó a los feligreses a "a hacer lo posible para participar comunitariamente en esta Santa Misa, en esta acción de gracias por el don de su vida".
"En ella le encomendaremos al Señor y pediremos por su familia, por nuestra querida arquidiócesis y por todo nuestro pueblo de que él siempre puso en manos de la Virgen de la Caridad para confiarlo a su Hijo Jesús, como lo expresó en la Plaza Antonio Maceo cuando dirigiéndose a la Virgen dijo: 'Y tu nombre será nuestro escudo, nuestro amparo tus gracias serán'. Esa es nuestra confianza", añadió.
Meurice Estiú nació el 23 de febrero de 1932, en San Luis, Santiago de Cuba, y falleció en Miami, el 21 de julio de 2011. Se formó en el seminario de San Basilio Magno y fue ordenado sacerdote en 1955. Sucedió como arzobispo a Erique Pérez Serantes, quien salvó la vida de Fidel Castro tras el asalto al Cuartel Moncada. Ocupó el cargo durante más de 30 años, hasta su retiro, cuando pasó a ser arzobispo emérito.
Desde su llegada al Arzobispado, Pedro Meurice Estiú se opuso abiertamente al régimen cubano y esto se hizo más evidente en 1998, durante la visita del papa Juan Pablo II a la Isla, cuando lanzó duras críticas al castrismo en el discurso que pronunció durante la misa en Santiago de Cuba.
Orlando Márquez, quien fue durante 25 años el portavoz del Arzobizpado de La Habana, contó en un texto publicado en la revista Otra Palabra que Meurice Estiú se negó a entregar una copia de su discurso.
Según Márquez, el arzobispo santiaguero defendía que solo serían públicas cuando las leyese en la misa.
En el discurso, Meurice Estiú afirmó que "un número creciente de cubanos ha confundido la patria con un partido, la nación con el proceso histórico que hemos vivido las últimas décadas y la cultura con una ideología".
El discurso apareció en la prensa internacional, restándole protagonismo, en algunos casos, al pronunciado por el propio papa.
Las palabras de Meurice el 24 de enero de 1998 sentaron tan mal a las autoridades que posteriormente recibió trabas y negativas ante cualquier gestión. También, en ocasiones, hicieron desfilar a la conga de Santiago de Cuba por delante de la Catedral cuando él oficiaba misa.
Fidel Castro incluso llegó a acusarlo en 1999 de conspirar para sabotear la Cumbre Iberoamericana de La Habana, a lo cual respondió de inmediato el cardenal Jaime Ortega desmintiéndolo públicamente y dando su apoyo al arzobispo primado.
Nunca se habían dicho verdades tan absolutas por la radio y la TV en Cuba como aquellas palabras sabias y valientes del Monseñor Pedro Meurice. Han pasado casi treinta años y el panorama es el mismo.
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