La 'elección' presidencial en Cuba: El régimen ahorra a sus ciudadanos preocupaciones y sorpresas

Si algo deben "agradecer" los cubanos al régimen es que no los mantiene en ascuas y discutiendo sobre quién será su próximo "presidente"... En Cuba no hay pronósticos preelectorales. Tampoco hay suspenso mientras se lleva a cabo un conteo de boletas, ni motivos de asombro al final.

Los ciudadanos saben que el próximo gobernante será, nuevamente, Miguel Díaz-Canel, como sabían que el pasado 26 de marzo los 470 candidatos para los 470 asientos en la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) serían ratificados, incluso si la mitad del país no acudía a los colegios electorales.

Según las cifras anunciadas por el Consejo Electoral Nacional (CEN), votaron 6.164.876 cubanos, lo que representa el 75,92% del padrón electoral. Incluso si damos por ciertos esos números, es la participación más baja en unas votaciones parlamentarias en Cuba desde 1959.

No hay forma de contrastar esos resultados. Podrían ser impugnados, según la presidenta del CEN, Alina Balseiro. Pero, aunque la vigente Ley Electoral reconoce el derecho a observar las "elecciones", las organizaciones de la sociedad civil que intentan monitorearlas no cuentan con reconocimiento legal en Cuba. Esta falta de legalidad constituiría un argumento para que el CEN rechazara la impugnación.

Muchos integrantes de estas plataformas independientes de observación fueron impedidos de observar el proceso, en clara violación de la Ley Electoral.

El próximo 19 de abril, esos 470 diputados cubanos, elegidos en realidad por el poder y ratificados por una parte de los electores, "elegirán" a la persona que gobernará a los más de 11 millones de habitantes del país durante los próximos cinco años. También, al vicepresidente, y a la dirección de la ANPP y del Consejo de Estado.

La presidenta de la oficialista Comisión de Candidaturas Nacional (CCN), Consuelo Baeza Martín, dijo a Granma el pasado 5 de abril que en esos momentos se consultaba a los 470 diputados para, a partir de sus propuestas, elaborar un proyecto de candidatura para los mencionados cargos.

La presidenta de la CCN dijo que los diputados hacen llegar sus propuestas por escrito, de forma individual y anónima. También se les solicita su criterio sobre el Consejo de Ministros y sus miembros, pues la propuesta que haga el presidente será sometida a su aprobación, añadió.

El pasado 10 de abril, el Consejo de Estado convocó a la sesión constitutiva de la ANPP, para el 19 de abril de 2023. En varios medios oficiales cubanos como Trabajadores, y en el canal Telesur, se leía lo siguiente: "La Asamblea Nacional del Poder Popular al constituirse para una nueva Legislatura elige de entre sus diputados, a su presidente, vicepresidente, secretario y demás integrantes del Consejo de Estado.

"Además, elige al presidente y al vicepresidente de la República; y designa, a propuesta del presidente de la República, al primer Ministro, a los viceprimeros ministros, al secretario y demás miembros del Consejo de Ministros", añadía el texto.

O sea, si creemos que en Cuba existe un sistema electoral transparente y que el voto de los diputados es secreto, como afirmó la presidenta del CCN a Granma, tenemos que asumir que, el mismo día, alguien que no sabe que será "electo" presidente, al enterarse y juramentar, deberá "proponer" al primer ministro y a los viceprimeros ministros y otros miembros del Consejo.

Y que los diputados, que deben esperar hasta el 19 de abril para "elegir" al presidente, solo se enterarán en ese momento de sus "propuestas" para el Consejo de Ministros, y entonces las "valorarán".

¿De cuánto tiempo disponen los 470 diputados para estudiar las propuestas del presidente? ¿De cuánto dispone este para, una vez "electo", proponer al Consejo de Ministros que lo acompañará en su gobierno?

¿Cada candidato a la presidencia lleva preparadas sus propuestas, por si acaso resulta "electo"? Y ya que hablamos de los candidatos a la Presidencia y la Vicepresidencia de Cuba, ¿cuántos y quiénes son? ¿Por qué no se les da esa información a los cubanos?

Bueno, quizás para no preocuparlos. Imagínense si, además de tener que pensar en comprar comida, conseguir medicinas o (los más afortunados) en vender la casa o lo que puedan para emigrar, los cubanos tuvieran que preguntarse quién será el nuevo gobernante del país.

No parece que vaya a haber sorpresas si tenemos en cuenta la exposición mediática de Díaz-Canel. Pese a la "salación" que lo persigue, lo colocarán (al menos de manera nominal) nuevamente al frente del país. Lo contrario sería una exhibición pública de castigo por su mala gestión, por parte del régimen. Sería el reconocimiento público del fracaso de la "continuidad".

Pero dentro de cinco años, los cubanos que queden en la Isla sí tendrán que preguntarse quién los gobernará, porque no será Díaz-Canel, según lo que dicta la Constitución.

El Artículo 126 establece que "el presidente de la República es elegido por la Asamblea Nacional del Poder Popular de entre sus diputados, por un período de cinco años, y le rinde cuenta a esta de su gestión. Para ser elegido presidente de la República se requiere el voto favorable de la mayoría absoluta. El presidente de la República puede ejercer su cargo hasta dos períodos consecutivos, luego de lo cual no puede desempeñarlo nuevamente".

Tampoco nos asombremos de que el régimen viole la Constitución, elaborada de acuerdo a sus intereses, o la reforme para que Díaz-Canel siga al frente. Si en abril de 2022 el Partido Comunista de Cuba violó sus propias leyes al incluir en su Buró Político al general de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín, de 83 años, tras fijar la edad límite en 60 años, ¿por qué no se podría extender el mandato de Díaz-Canel? Y esa extensión podría incluso justificarse con una supuesta "petición del pueblo", pese a que Díaz-Canel es el gobernante contra el que más han protestado los cubanos desde 1959.

De todas formas, probablemente los cubanos que continúen en Cuba en 2028 no tendrán que preocuparse por quién sucederá a Díaz-Canel. Para entonces, algún personaje habrá tenido la suficiente exposición mediática para que la ciudadanía se vaya haciendo a la idea y no se sorprenda cuando, llegado el momento, sea "electo" presidente.

Y también es probable que ese personaje sustituya al actual y, presuntamente, próximo gobernante cubano, como primer secretario del PCC. Desde 1976 hasta ahora, la persona que ha estado oficialmente al frente del país también ha estado al frente del PCC... "fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado", según el Artículo 5 de la Constitución.