Acaba de celebrarse, con bombo y platillo, el II Coloquio Internacional Patria, organizado por la oficialista Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). La izquierda internacional movilizó a comunicadores, periodistas e influencers de más de 14 países, que acudieron a esta cita en el contexto de los 131 años de la fundación del periódico Patria, creado por José Martí como parte de los preparativos de su guerra necesaria contra la metrópoli española.
El periódico Juventud Rebelde, al dar cobertura a este evento en su edición del 14 de marzo, lo hizo con el siguiente titular: "¿Cómo ganar la batalla comunicacional desde la izquierda?" Resulta significativa, cuando no sospechosa, la coletilla "desde la izquierda". Eso da a entender que para estos personajes reunidos en la habanera Casa de las Américas existen dos maneras de enfocar la gestión comunicacional: la de ellos y la de sus adversarios. Y la de ellos parece consistir en criticar acerbamente a sus enemigos, y ocultar los trapitos sucios de sus amigos.
Estos periodistas aupados por el castrismo no acaban de entender que un principio básico para el éxito de cualquier gestión comunicacional es la credibilidad que los medios se ganen entre los consumidores de la comunicación. Una credibilidad que no debía de asociarse con determinadas tendencias ideológicas, sino que debe de ser la consecuencia de expresar —y nunca ocultar— la verdad.
Y si tuviésemos que responder a la interrogante expuesta por Juventud Rebelde, diríamos que la batalla comunicacional se gana actuando de una manera diferente a cómo se ha comportado por estos días la prensa castrista.
Porque ningún medio escrito, radial o televisivo en la Isla se ha hecho eco del diferendo entre el Vaticano y el régimen sandinista. Imaginamos que el Departamento Ideológico del gobernante Partido Comunista, dirigido por el señor Rogelio Polanco, les haya comunicado a los directivos de esos medios que de ese suceso no se puede hablar.
¿Cómo podría el castrismo explicar que una persona nada sospechosa de simpatizar con el imperialismo yanqui, ni con las potencias occidentales, como el papa Francisco, le diga a Daniel Ortega, ese íntimo de la maquinaria del poder en Cuba, que es un dictador grosero? Y después, ¿cómo calificar la reacción de esa especie de Ceausescu centroamericano, al suspender las relaciones diplomáticas de su país con la Santa Sede?
Es probable que, en el fondo, los gobernantes cubanos "entiendan" las razones que llevaron al señor Ortega a encarcelar por 26 años a un dignatario de la Iglesia Católica de ese país, y a desterrar a todos los que se opongan a su régimen. Porque algo parecido fue lo que hizo Fidel Castro en 1961, cuando expulsó de Cuba a más de un centenar de sacerdotes, y desató una ola represiva que llevó al mismísimo cardenal Manuel Arteaga a buscar refugio en una embajada extranjera.
De haber asistido algún periodista honesto al convite organizado por la prensa castrista, imaginamos el malestar que sentiría al comprobar el ridículo al que lo llevó la cúpula cubana del poder y sus secuaces de la prensa oficialista. Mientras los participantes en el Coloquio abogaban por la transparencia comunicacional, el castrismo ocultaba una información que era noticia en buena parte del mundo.
A la postre, constituye un despropósito hacer coincidir el aniversario del periódico Patria, creado por Martí para difundir la verdad de la causa independentista cubana, con el conciliábulo de aquellos que, al decir del propio Apóstol, "evocan las libertades para luego violarlas".
No hacia falta hacer evento para responder esa pregunta: "¿Cómo ganar la batalla comunicacional desde la izquierda?"
Con una dictadura, asi es como se hace, desde cualquier extremo
Lo curioso es que los comentarios de algunos NO son para criticar a Ortega o para analizar el desarrollo de esta crisis, sino para atacar al Papa Francisco.
Ahora expulsan a sacerdotes de Nicaragua como hizo antes Castro en Cuba. ¿Y qué hacen los opositores y todo el pueblo de Nicaragua? NADA. Igualito pasó en Cuba en 1961!!
En sus ataques a la Iglesia Católica, se demuestra como los extremos siempre coinciden. Mientras mas ladra menos muerde el perro.
Me viene a la mente los que escogieron e insistieron en salir de Cuba una vez liberados por la gestión del Cardenal Ortega y después dijeron que habían sido "desterrados". Menos mal que quedaron grabaciones y pruebas escritas bien guardadas en la Arquidiocesis de La Habana.
En cualquier momento salen a la luz pública.
Bien merecido lo tiene el Papa Pancho. El es de izquierda y comuniston. Y no hay peor cuña que la del mismo palo. Que se joda.
Esa obra de Raúl Martínez al fondo está de madre, aunque se presta muy bien para lo que importa allí.
Nada, que la estupidez y/o hijeputez nunca faltan, y pueden lucir muy inocentes.