El Gobierno de Villa Clara declara una guerra selectiva 'contra el abuso'… en busca del 'voto unido'

A hacer "su propia guerra contra la especulación y el abuso" en los precios del mercado —que encarecen hasta el delirio el ya impagable costo de la vida—, ha convocado esta semana el gobernador de Villa Clara, Alberto López Díaz, como consecuencia de la visita de Miguel Díaz-Canel, quien viajó a su provincia natal en pos del "Voto unido, el de todos" para las "elecciones" del 26 de marzo.

Para este lunes 6 de marzo, y "con todos los factores involucrados" en el combate, el Gobierno ha organizado una suerte de "respuesta rápida" al tema abastecimientos, que trae de cabeza a las masas desprovistas, como parte de un cartapacio de medidas que se "precisan para contentar el descontento"… y para arrastrar como sea hasta las urnas a los ciudadanos cada vez más apáticos.

Parecería que Díaz-Canel —estela humeante tras su partida— dio nueva orden de combate. "En Villa Clara vamos a hacer 'nuestra propia guerra' contra las indisciplinas, ilegalidades y los altos precios, pero el pueblo tiene que saber que no lo vamos a dejar desprotegido ante los que especulan y abusan", dijo demagogo López Díaz, en reunión de trabajo destinada a "engrasar los mecanismos para asegurar que el enfrentamiento sea sistemático, integral y efectivo".

"El objetivo principal es frenar la escalada de precios, que suben de un día para otro en una cadena intolerable, en que todo el mundo busca justificaciones para subir el suyo, y es preferible que se pierda algún producto antes que permitir la impunidad de quienes abusan del pueblo humilde y desmoralizan a la sociedad", añadió.

Según la emisora provincial CMHW, fueron creados cinco grupos de enfrentamiento, "que cada día saldrán al combate sin previo aviso", y que no van a sustituir "lo que le corresponde hacer a las estructuras de cada municipio (Policía, inspectores, etc.), sino a aunar los esfuerzos para asegurar el éxito".

El reporte oficialista indicó que "en los 13 municipios se aprobaron precios de compra para 20 productos agrícolas de alta demanda, y el margen de comercialización no podrá ser superior al 40%".

Se pretende "frenar la especulación, proteger al que produce, reducir ligeramente los precios con racionalidad" teniendo en cuenta el costo, y "aunque en un primer momento serán solo 20, en cuestión de días se hará algo similar con el pan y las galletas, todo lo cual está amparado en el Decreto 35", dijo el gobernador.

"No necesitamos más vendedores, sino más productores, y todos los meses los consejos de la administración evaluarán la situación de los precios y cambios imprescindibles en correspondencia con la temporada y picos de cosecha", prometió entusiasmado frente a un quórum mudo y displicente.

Sin mencionar la parte del abuso que corresponde al Estado, con sus cadenas de tiendas y servicios ya todos en MLC, y que aumentan imparablemente sin explicación, advirtió que para "los violadores, sean privados o estatales (solo al marco referido del agro) no bastan multas y compra forzosa de la mercancía, sino que se adoptarán medidas accesorias, como el retiro de la licencia en el caso de los reincidentes, pero hay que actuar con energía y poner coto al desorden actual, con la más amplia divulgación de las medidas y la denuncia del pueblo, que jamás ha faltado".

"El pueblo tiene que saber que este equipo de trabajo lo defiende, que no entrega las banderas", enfatizó finalmente.

Ya corren voces de que cualquier revendedor particular, incluso en sitios como Revolico, caerá en desgracia a partir de esta cruzada, que tiene antecedentes nefastos, constatables en la desaparición paulatina de la comida y los demás productos de todas las tarimas, sean físicas o virtuales, estatales o privadas; de todo aquello que un estado incapaz de producir se sirve decomisar bajo ataque de impotencia

Los comentarios en el sitio del Portal Ciudadano, respondiendo justamente al llamado a participar del gobernador, con el anuncio de las medidas esencialmente punitivas, incluyeron multitud de burlas y cuestionaron la capacidad del Gobierno para solventar de facto el hambre, en medio de la crisis desesperanzadora que padece Cuba.

Villa Clara ha recibido a Díaz-Canel en sus ámbitos socio-económico y político-cultural. Se pudo apreciar —al menos gráficamente— cuán orondos estaban los reunidos, por tan alto privilegio de que los visitara el jefe de Estado, acompañado de numerosa comitiva: ocho compañeros de candidatura nominados al Parlamento —entre ellos, Luis Morlote Rivas, presidente de la UNEAC— por el municipio de Santa Clara.

Intentar despertar "el entusiasmo revolucionario" ante las votaciones inminentes es la razón por la que se han movilizado fuerzas y recursos cuantiosos. El Gobierno ha recibido dos varapalos seguidos en sus llamados a las urnas: el referendo de Código de las Familias y las "elecciones" municipales. En ambos casos, se registraron cifras de abstención récord para Cuba (26% y 32%, respectivamente).

El recorrido presidencial por Villa Clara comenzó en la empresa Torcido del Tabaco, continuó en una escuela formadora de cuadros del MININT y luego en un hospital, mostrando lo que es la sociedad civil para el Gobierno: de segunda mano y de campaña. Luego, la comitiva corrió a La Granjita, espacio hotelero del Grupo Cubanacán, ideal para celebrar.

Pero la guinda al pastel la puso el Centro Cultural El Mejunje, con una velada que combinó talentos artísticos del patio y también rarezas como el famoso "proyecto por la inclusión" Zona Rosa que, sin embargo, no apareció en ninguna de las imágenes publicadas en Facebook por la estatal CMHW.