El laboratorio de ideas Cuba Siglo 21 lanzó este jueves el Dossier Cuba No. 4 en el que sugiere el uso de un auto análisis con el método FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) a aquellos que pretenden "interactuar" con el régimen cubano.
"Es conocido que varias empresas, actores y gobiernos extranjeros tienen interés en 'negociar' con La Habana una lista variopinta de asuntos que van, del posible control de los flujos migratorios (EEUU) hasta el pago de las deudas contraídas hace décadas (Club de Londres), pasando por los que aspiran a que mejore de alguna manera la situación de los derechos humanos en la Isla (Unión Europea)", señala la organización.
"Los aspirantes a interlocutores exitosos con La Habana deben preguntarse qué recursos poseen que las autoridades cubanas necesiten y les sea urgente obtener (dinero, créditos, credibilidad, etc.)". En este sentido, el dossier les recuerda que "lo que necesita la población no necesariamente interesa a la élite de poder".
"Esos funcionarios no responden a los intereses y bienestar de los ciudadanos cubanos, ni a las aspiraciones de paz y desarrollo nacional del país", advierte el trabajo, de la autoría del politólogo y colaborador de DIARIO DE CUBA Juan Antonio Blanco.
"Solo se interesan porque les levanten las sanciones, no porque piensan usar esa oportunidad para mejorar las condiciones de vida del pueblo, sino porque obstaculizan la ampliación de sus márgenes de ganancia y dificultan sus actividades ilícitas de lavado de dinero", dice.
Dentro del contenido de "Oportunidades", Cuba Siglo 21 considera que "nunca en los últimos 64 años la situación general —y por ende la posición negociadora— de la elite de poder cubana ha sido más débil que hoy".
Según el dossier, "la oligarquía cifra sus esperanzas de recuperar la estabilidad con el ejercicio masivo y brutal de la represión y el estímulo a un éxodo masivo. Pero comienzan a tomar conciencia de que su sistema de gobernanza ha colapsado y deben 'actualizarlo' para asegurar la estabilidad interna y alejar el temor a una rebelión que derroque su poder elitista".
"Para ello han llegado a un acuerdo con ideólogos conservadores en Rusia, a fin de transformar el estado mafioso totalitario cubano en un Estado mafioso de mercado como el que dirige Putin en el Kremlin", añade.
Dentro de la sección de "Debilidades", la más extensa en el dossier, Cuba Siglo 21 sostiene que "muchas veces los interlocutores desconocen las causas de la inestabilidad en la sociedad cubana actual".
"La raíz de la 'inestabilidad' en Cuba no está dada por causas externas sino endógenas: es el régimen de gobernanza impuesto por la oligarquía el que 'bloquea' la prosperidad de los cubanos en aras de salvaguardar los privilegios del ejercicio del poder absoluto sobre la ciudadanía", dice el texto de Blanco.
Cuba Siglo 21 advierte que, "entre quienes se acerquen a la élite de poder cubana puede existir un desconocimiento de las amenazas del actual estado mafioso cubano a la seguridad internacional".
"En el siglo XXI ha surgido una nueva geopolítica de confrontación con los países occidentales de la que forman parte una flexible y diversa alianza de actores irregulares y regímenes autocráticos, cleptocráticos, híbridos y mafiosos que comparten su alergia por la democracia, las sociedades abiertas, los Estados de derecho y la DEA. Cuba, en estrecha alianza con Rusia e Irán, lidera a los del hemisferio occidental: Venezuela, Nicaragua y Bolivia", señala la organización.
"La guerra híbrida de agresión rusa a Ucrania en 2014 fue seguida en octubre de 2019 por una ofensiva igualmente híbrida de desestabilización de gobiernos democráticamente electos en Bolivia, Ecuador, Chile y Colombia. Diosdado Cabello, narcotraficante y líder del partido en el poder en Venezuela, las denominó 'brisitas bolivarianas'", dice.
Por último, Cuba Siglo 21 considera una amenaza que "actores externos hagan la tarea de los demócratas cubanos más difícil recayendo en premisas erradas y políticas probadamente fallidas, que en el pasado sirvieron para fortalecer a sus opresores".
Lo primero, sostiene el autor del dossier, es "saber la naturaleza y lógica de la contraparte negociadora. No se pudiera haber negociado con Al Capone como si se estuviese en presencia de un respetable estadista u hombre de negocios".
"Como dijera en una ocasión un experto en temas del Estado mafioso ruso: en una negociación con Putin es preferible enviar de asesor a un agente del FBI o del SWAT que a un afamado experto de Harvard o del Departamento de Estado. Lo que es racional para ese tipo de contrapartes no es lo que sus interlocutores democráticos asumen como tal. Quienes se vean necesitados de interactuar con la oligarquía cubana y su gobierno no deben olvidarlo", concluye.
Muy buen artículo, claro y contundente
¡Clarísimo análisis!
Parece que van a tener que canalizar presos como en Irán. El rebote de la economía está lejos; la política resbala junto a la credibilidad en el asiento del tirano-presidente, y el pueblo rechaza la política y la economía con menos miedo al golpe.
FC tampoco nunca estuvo interesado por lo que necesitaba el pueblo, sólo le importaba sus ideas megalómanas de poder y por su gran egolatría nunca le importó nadie.