El Gobierno cubano tiene previsto un programa de reparación y mantenimiento de varios aeropuertos en el país, en especial el Aeropuerto internacional José Martí en La Habana, en el que planea la apertura de nuevas Casas de Cambio (CADECA), informa el diario estatal Granma.
La nota no precisa cuántas nuevas Casas de Cambio serán instaladas en los aeropuertos, con el objetivo de poder captar divisas de los turistas que arriben al país.
En cambio, el presidente de la Corporación de la Aviación Cubana S.A (CACSA), Joel Beltrán Archer Santos, señala que se trabaja en la ''reparación del finger-12 (un puente móvil cubierto que se extiende desde la puerta de embarque de la terminal hasta la puerta de una aeronave).''
Archer Santos añadió que ya se concluyó el proceso de montaje y puesta en marcha de cuatro equipos de rayos X para la Terminal 2 del aeropuerto habanero y "se trabaja para dar soluciones al estado de las esteras de equipaje de esa terminal."
Sobre la Terminal 3 del Aeropuerto de La Habana, la de más reciente creación, las autoridades tienen previsto completar este año la reparación de su iluminación y una ampliación de su tamaño, además de reparar los sistemas de clima ''para mantener los niveles de temperatura en los salones de pasajeros con niveles de confort."
El reporte añadió que ya terminaron las labores de reparación de la pista del Aeropuerto Juan Gualberto Gómez, de Varadero, y "se avanza en las del Máximo Gómez, de Ciego de Ávila."
Muchas veces, los pasajeros que usan los aeropuertos cubanos se quejan de la lentitud en el procesamiento de su equipaje, y la pobre infraestructura que poseen todos sus servicios.
A principios de enero, según la denuncia de una cubana en Facebook, una de las esteras de la Terminal 3 se rompió y personal del aeropuerto se vio obligado a sacar de manera manual las maletas de un vuelo procedente de Madrid, España.
Aunque el Gobierno cubano concedió en el 2016 a la empresa francesa Bouygues Batiment la posibilidad de gestionar y ampliar el Aeropuerto de La Habana, esta compañía europea decidió cancelar en una fecha posterior no precisada el contrato, debido a posibles sanciones estadounidenses en virtud de la Ley Helms-Burton.