Diciembre se convirtió en el mes que mayor cantidad de cubanos llegaron a las fronteras de EEUU solicitando refugio, después que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de ese país reportara 44.064 migrantes de la Isla interceptados.
De acuerdo con el informe de diciembre de 2022, cada día de ese mes llegaron como promedio unos 1.421 cubanos a EEUU. Esa cifra quebró los récords mensuales previos: en concreto, los 35.881 de noviembre. Esa cantidad ya había supuesto un incremento ante los 29.878 de octubre.
Como dato singular ofrecido por la CBP está que entre los migrantes reportados hubo 1.052 niños que ingresaron sin el acompañamiento de sus padres.
La gravedad del éxodo actual, el mayor en la historia de Cuba, supone que en apenas un trimestre suman 109.823 los migrantes cubanos reportados, casi la mitad que los de todo el año fiscal 2022, cuando fueron 224.607 los reportados.
Ello supone que en 15 meses pasan de 327.000 los migrantes cubanos llegados a EEUU, una sangría que ya se hace sentir en la dinámica demográfica, economía y políticas sociales de la Isla.
La estampida comenzó después que el Gobierno cubano acordó con su aliado de Nicaragua la exención de visado en noviembre de 2021, al tiempo que abría los aeropuertos después de la pandemia del Covid-19, desplegando un mecanismo para hacer fluir el descontento fuera de la Isla típico de décadas de castrismo.
La cifra de diciembre no debería ser superada cuando se conozcan las estadísticas de enero de 2023, pues Washington impuso una nueva política migratoria para las personas procedentes de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela (efectiva para este último país desde octubre pesado) que desestimula el cruce fronterizo y alienta la emigración ordena y segura desde el territorio de cada uno de esos países, el amparo de un parole humanitario.
De conjunto con ello, EEUU inició la expulsión expedita de migrantes que ingresan a su territorio de manera irregular.
