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Sucesos

Robo de huesos y profanaciones en un cementerio de Matanzas, admite la prensa oficial

En la necrópolis matancera no hay suficientes custodios, el muro perimetral está incompleto y carece de iluminación por las noches.

Matanzas
Tumba profanada en el cementerio San Carlos Borromeo .
Tumba profanada en el cementerio San Carlos Borromeo . Girón

En el cementerio San Carlos Borromeo de la ciudad de Matanzas han ocurrido varios robos de cadáveres y osamentas, informó el periódico local oficial Girón en un inusual reporte.

Con frecuencia, la prensa independiente ha reportado la deplorable situación de los cementerios de toda Cuba y el irrespeto con que son tratados los restos humanos que en ellos se encuentran, pero por lo general la prensa oficial ha evitado referirse al tema.

"Cuando llegamos a la bóveda vimos varias cajas abiertas a las que les faltaban los restos. Había huesos por dondequiera, parece que les cogieron las cabezas y las articulaciones a las personas. Yo nunca había visto cosa igual en mi vida. Uno de los trabajadores funerarios y el que sella la bóveda dijeron que harían la denuncia a la Policía", declaró a Girón María Esther Torres Ramírez sobre lo que apreció el 3 de enero del 2023, fecha en que le dio sepultura a su madre.

El periódico señala que en la necrópolis matancera (la tercera más importante de Cuba en cuanto a valor patrimonial), "existen las condiciones propicias para que individuos inescrupulosos cometan sus fechorías. Estas van desde el robo de elementos de las bóvedas, hasta la profanación de estas para extraer huesos con fines religiosos."

José Ángel García Rodríguez, quien ocupa la responsabilidad de "administrador en funciones", dijo que la vigilancia no es la adecuada, pues hay problemas con la plantilla de custodios. Solo disponen de diez vigilantes, en turnos de 24 por 72 horas, cuando en realidad necesitan al menos 20 para cubrir los 135.000 metros cuadrados del camposanto (el segundo más grande de Cuba).

Por otra parte, al no tener iluminación, los guardias se concentran en el área de la entrada, donde permanece uno de ellos por el día y dos por la noche. "Solo existe una luz en la capilla principal. A eso se añade la falta de un muro que impida la entrada de personas por el lateral derecho", apunta García Rodríguez. Estos problemas, estima el funcionario, deben quedar resueltos en 2023 con la aprobación del presupuesto para ello.

García Rodríguez admite también que con anterioridad se reportaban robos de argollas de bronce, al punto de que en la actualidad son muy pocas las tumbas que disponen de este aditamento. También se daban casos de sustracciones de huesos para ceremonias religiosas.

"Son problemas que hemos ido resolviendo a partir de la separación de empleados que se involucraban en tales delitos", señala el funcionario.

El testimonio de matanceros como Beatriz Milián Robaina, cuya familia posee un panteón en el cementerio, denuncia más hechos: "Profanaron la tumba dos veces —detalló Milián Robaina—. La primera fue hace unos años. Cuando llegué me encontré todo regado: las velas, los vasos, las flores… Llamé al administrador y no tuvo respuesta para darme. Hace cuestión de un mes me avisaron que la tapa de una de las cajas donde se guardan los restos estaba partida. Cuando fuimos allí nos percatamos de que se habían robado las argollas y estaban esparcidos los huesos en el piso. Tuvimos que remendar aquello."

"En agosto enterramos a un familiar y no había con qué cerrar la tumba, al menos eso nos dijeron. En medio del dolor tuvimos que traer cemento para darle sepultura", detalló Milián Robaina.

José Antonio Piedra Medina, director municipal de Servicios Comunales, explicó que "en todo enterramiento hay que sellar la bóveda. Hoy es garantía el cemento y el polvo de piedra (cocó), que son los materiales establecidos para ello. Puede haberse dado algún caso puntual, quizá fue muy tarde y el sepulturero dijo que no tenían cemento porque era el último entierro. Pedimos que esas cosas las comuniquen a la Dirección Municipal al 45 244814, que es el puesto de mando para adoptar las acciones rápido".

Tampoco hay sepultureros suficientes en el cementerio San Carlos Borromeo. Hay tres y son necesario cuatro para dicha faena.

Girón detalla que si un familiar detecta un delito o cualquier otra situación anormal en su propiedad, deberá comunicarlo en primera instancia a la administración del cementerio. A esta corresponde iniciar el proceso de investigación y no cejar hasta que exista una respuesta.

El nuevo Código Penal que entró en vigor recientemente se incluye el delito de exhumaciones ilegales. Ese delito está ubicado en el Título IV sobre "Delitos contra la seguridad colectiva". La ley establece "que quien, sin cumplir las formalidades legales, realice o haga realizar una exhumación o el traslado de un cadáver o de restos humanos, incurre en sanción de privación de libertad de seis meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas, o ambas".

A finales de diciembre de 2021 trascendió la deplorable situación que existía en la necrópolis de Colón de La Habana. Había féretros desarmados por la podredumbre de los materiales con que se elaboran, huesos y vestimentas de los muertos desperdigados, y restos de varios nichos mezclados.

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