Los productores de tabaco de Holguín terminan el año sin la divisa prometida por la estatal Tabacuba

"Todos los años hay problemas, pero este ha sido el peor. Cada año que pasa es peor. El tabaco lleva meses vendido y nada de nada, ya se está acabando el año y (Tabacuba) no nos depositan los dólares que nos ganamos. Así no se puede trabajar, no hay seriedad", se queja Gustavo, un campesino cubano productor de tabaco en Velazco, en el municipio de Gibara.

Como él, otros vegueros de Holguín esperan que la empresa estatal cumpla con su promesa de depositarles la divisa que ya han pagado con el dinero de sus cosechas. La indignación es mayor porque la situación no es nueva.

"Yo trabajo con mi hermano y son dos familias que trabajamos duro por un año entero y tenemos planes con nuestro dinero, que no llega", añade Gustavo. "Porque el tabaco es poco tiempo en el campo, pero te mantiene ocupado el resto del año; mucho estrés y locura para producirlo bien, y realmente lo que da la cuenta es que nos vendan la divisa que acumulamos según la calidad del tabaco", explica a DIARIO DE CUBA.

"Esa es la moneda que vale aquí; si fuera solo lo que pagan en pesos, no sembraba ni una mata de tabaco. Es una siembra muy exigente, mucha inversión y mucho riesgo, el único estímulo es la divisa que nos venden, pero la informalidad de la empresa es tremenda", concluye disgustado.

José, otro productor, pero del valle de Mayarí, confirma que en ese otro territorio los vegueros están igualmente disgustados: "Nos recogieron el dinero para pagar la divisa a 24 por uno, y nos lo quieren devolver, dicen, porque desde agosto están diciendo que la van a depositar. Ya en noviembre decían que de ese mes no pasaba, luego que antes de que finalizara el año, pero el año está a punto de terminar y todavía nada. Ya eso este año no llega. ¡Se nos jodió el fin de año!", lamenta.

La indignación de Alejandro, un joven holguinero productor de capas de exportación (única modalidad del cultivo de tabaco que gana el derecho a comprar divisas), es tanta, que asegura esta será la última campaña en la que siembre. "No soporto la informalidad, la trampa, la falta de seriedad, por eso evito hacer tratos con gente así. Entonces, si esta empresa se comporta de esta manera, tampoco resisto seguir asociado a ellos con un contrato".

"Yo estoy obligado a cumplir, igual que todos los productores, pero ellos pueden incumplir todo lo que quieran y no pasa nada. A sufrir callado, porque eso de que puedes demandar es un cuento, es por gusto", critica.

"Lo que pasa es que ya tengo sembrado el tabaco de esta campaña, que empezó en octubre, y no me puedo echar para atrás porque perdería mucho. Y que no me vengan a dar muela con el cuentecito del bloqueo ni nada de eso, porque mi tabaco y el de todo el mundo ya lo vendieron, lo hicieron dólares en el extranjero, y la pequeña parte que a mí como productor me toca no acaban de depositármela".

"No hay justificación, eso es informalidad y no tiene otro nombre. Me voy a dedicar a sembrar tomates o frijoles, no soporto este descaro y falta de consideración con el que trabaja, que echa la vida en el surco y necesita el fruto de su trabajo. Mientras esto siga así, no hay avance para nada. El bloqueo son ellos mismos con el mal trabajo", afirma.

Las quejas de los productores de tabaco por los incumplimientos y precios injustos de Tabacuba son recurrentes en todos los territorios del país donde existe el cultivo. El monopolio estatal ha disminuido sus áreas de siembra en las últimas dos campañas, a pesar del plan gubernamental para incrementarlas, no solo por la caída de inversiones sino también por el mal manejo de precios e incentivos a los productores, así como la morosidad para cumplir con sus obligaciones contractuales.