Tres congresistas de EEUU que fueron recibidos por Miguel Díaz-Canel la semana pasada se reunieron con familiares de presos políticos del 11J y subrayaron a las autoridades cubanas que la situación de los enjuiciados y encarcelados por protestar contra el régimen debe estar en la mesa de futuras negociaciones bilaterales.
De acuerdo con Mark Pocan, uno de los legisladores que visitó Cuba y representante por Wisconsin, en la reunión con funcionarios de La Habana tanto él como James McGovern, de Massachusetts, y Troy Carter, de Luisiana, todos demócratas, pidieron al régimen liberar o ser indulgente al sentenciar a los manifestantes no violentos del 11J, a quienes el aparato represivo ha imputado delitos como el de sedición, para adoptar duras sanciones en su contra.
"Tanto como nos preocupa la vida del pueblo cubano, también nos preocupan cosas como los derechos humanos y el derecho a que la gente hable", dijo Pocan, en declaraciones al medio Milwaukee Journal Sentinel.
Según sus declaraciones, los funcionarios cubanos con los que se reunieron "trataron de comparar" las protestas en la Isla con la insurrección en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, lugar común de la propaganda del régimen para criminalizar a quienes se manifiestan en Cuba.
No obstante, dijo Pocan, los legisladores rechazaron esa analogía. Además, recibieron permiso del régimen para reunirse con familiares de algunos de los manifestantes encarcelados, algo que fue impedido durante la visita de altos funcionarios de Washington a La Habana en noviembre.
"Vimos eso como una señal de que están tratando de ser muy abiertos y les gustaría reiniciar algunas negociaciones con Estados Unidos. Vimos eso como una señal muy positiva", afirmó Pocan.
En sus declaraciones, Pocan no dio detalles sobre el encuentro con familiares de los presos políticos ni explicó con quiénes o bajo qué circunstancias fue la reunión.
El legislador aseguró que tanto él como sus colegas se oponen al embargo y a la inclusión del régimen cubano en la lista de Washington de Estados patrocinadores del terrorismo, dos de las más frecuentes exigencias de La Habana a la Casa Blanca para que cambie su política.
"Son tiempos muy, muy difíciles allí, así que creo que el objetivo era averiguar cómo funcionan o no las políticas estadounidenses, para verificar", afirmó Pocan sobre el objetivo de su visita a Cuba.
La visita a Cuba de los legisladores es la más reciente del cada vez más fluido intercambio político entre los gobiernos de EEUU y Cuba, que La Habana quiere que avance más rápido y acabe con un nuevo deshielo que lance un salvavidas al régimen.
Sobre la reunión de Díaz-Canel con los legisladores, el gobernante se limitó a tuitear fotos de la delegación en el Palacio de la Revolución y a comentar que en el encuentro se abordaron "nuestras diferencias y temas de interés común. Se ratificó la voluntad compartida de mejorar las relaciones bilaterales. Expresé la necesidad de poner fin a las medidas que perjudican a la población cubana".
Pocan calificó las condiciones económicas en Cuba como las peores en más de 20 años y sugirió que la delegación plantearía sus preocupaciones sobre la política de Estados Unidos hacia Cuba a la Administración Biden.
Obama se reunió con varios disidentes en La Habana cuando fue a Cuba, puramente por cubrir la forma y guardar las apariencias, pero de eso no salió nada significativo. Esto es lo mismo, o sea, teatro.