Iñaki Rodríguez Muñoa, alias Zippo, un miembro de la organización terrorista vasca ETA, y que desde 1987 estaba refugiado en Cuba, regresó a España.
De acuerdo con un reporte del diario español La Razón, Rodríguez Muñoa había sido detenido en Francia en 1985, de donde fue deportado a Cabo Verde en 1986, pero acabó recalando en la Isla en 1987. Llegó acompañado por su esposa, Elena Bárcena, alias Tigresa, y habrían vivido con documentación falsa hasta la actualidad.
Por el momento, no hay ninguna declaración oficial de La Habana con respecto a estos hechos.
Rodríguez Muñoa, prosigue la nota, fue relacionado con el secuestro y asesinato del capitán de Farmacia Alberto Martín Barrios, quien fuera secuestrado el 5 de octubre de 1983 cuando salía de su domicilio para dirigirse a su puesto de trabajo en el Gobierno militar de Bilbao.
De acuerdo con el sitio Mapa del terror, dedicado a las víctimas de ETA, seis días después del secuestro la organización armada se atribuyó la autoría y exigió la suspensión del juicio contra los miembros de la banda detenidos por el asalto al cuartel catalán de Berga dos años antes.
El cuerpo sin vida del oficial, amordazado y con un tiro en la sien derecha, apareció una zona boscosa de las inmediaciones de Bilbao. Hasta la fecha, el crimen sigue impune.
Según La Razón, además de Rodríguez Muñoa, volvieron a España desde Cabo Verde, donde estuvieron refugiados durante más de 30 años, los integrantes de ETA Emilio Martínez de Marigorta y Félix Manzanos Martínez.
El reporte, que no ofrece fuentes oficiales para esta información, asegura que los tres "han regresado al País Vasco sin que, aparentemente, hayan tenido ningún problema judicial por haber prescrito sus crímenes u otras circunstancias".
Etxerat, una asociación de familiares de presos encarcelados por pertenecer a ETA, dijo a La Razón que "desde el inicio de las deportaciones políticas, a finales de la década de los 80, un total de 70 ciudadanos y ciudadanas vascas han sufrido este castigo, y de ellos, un total de 12 han fallecido hasta el momento lejos de Euskal Herria".
La organización asegura que aún quedan dos refugiados en Cuba (José Ángel Urteaga Martínez y Josu Abrisketa Korta); otros dos en Cabo Verde (Tomás Linaza Etxebarria y José Antonio Olaizola Atxukarro); y uno en Venezuela (Eugenio Barrutiabengoa Zabarte).
La mayoría de los crímenes por los que los miembros del grupo fueron acusados han prescrito o están a punto de hacerlo.
El régimen de Fidel Castro acogió a partir de la década de 1980 a alrededor de una veintena de miembros de ETA, a raíz de un acuerdo de 1984 por el que La Habana se comprometió a no impedir la eventual salida de la Isla de los integrantes de la comunidad etarra. No obstante, nunca se ha conocido la cantidad total que recaló en la Isla.
Asimismo, los servicios de información españoles aseguran que La Habana acogió también a destacados miembros de ETA, buena parte de los cuales abandonaron Nicaragua tras la derrota electoral de los sandinistas en 1990.
En 2011, dos de los refugiados en la Isla hicieron pública una carta donde acusaron a las autoridades cubanas de incumplir lo acordado. Según el diario español El País, La Habana fue poniendo trabas a las salidas, hasta llegar a la prohibición, "primero en la práctica y más tarde diciéndolo abiertamente", aseguró la misiva.
Bajo la argumentación oficial de que las organizaciones terroristas son movimientos nacionales de liberación y de que no existen garantías de que sus miembros vayan a tener un juicio justo en sus países, La Habana se negó sistemáticamente a colaborar judicialmente con España en los casos que involucran a los miembros de ETA.
También miembros de grupos armados de EEUU han encontrado refugio en Cuba desde la década de 1960. La Habana se ha negado a entregarlos a la Justicia norteamericana pese a los constantes reclamos de Washington.
Así mismo, hoy buena parte de la jefatura de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia permanece en Cuba.
Fueron a merendar a España.
por eso Franco les dio tanto amor a estos HP