Según el ministro de Economía, Alejandro Gil, el nuevo mercado cambiario responde a que "hay un nivel de divisa entrando al país que no está siendo captado por el sistema financiero" cubano. "Nosotros, para encausar el desarrollo de la economía, tenemos que buscar la manera de captar esas divisas".
Ciertamente, se necesitan divisas para reactivar la producción. Desde la agricultura a la industria, pasando por el sistema eléctrico, están sufriendo falta de inversión, y parece natural que, si al país están llegando divisas, se utilicen para ello. El argumento del ministro parece lógico… pero no lo es.
Las divisas no llegan "al país", llegan a individuos particulares enviadas por otros individuos que quieren ayudar al destinatario de sus remesas. Para "captar" esas divisas, el Gobierno debe dar a cambio un bien o un servicio.
Las tiendas MLC, con todo lo injustas que son, tienen el sentido económico de canjear por cosas útiles las remesas recibidas; así, la persona que consume transfiere su poder adquisitivo a la empresa vendedora.
Las divisas que el sistema monetario estatal necesita podrían ser captadas si el Gobierno, aunque fuese mediante tiendas MLC o directamente en dólares, vendiera bienes y servicios que satisficieran necesidades de la población. ¿Por qué no hacen eso?
La misma captación de divisas se lograría denominando en pesos cubanos todo el comercio interior, mientras se permite que el tipo de cambio fluctúe libremente. Los beneficiarios de remesas las venderían al Estado para consumir en moneda local, y el Estado vendería divisas solo a quienes paguen su valor de mercado —oferta y demanda— lo que mantendría equilibrado el flujo ¿Por qué no hacen esto otro?
No pueden hacer ninguna de las dos cosas porque se han gastado lo que consiguieron en las tiendas MLC sin reponer la mercadería, y ahora, por muy caro que vendan los cuatro tarecos que allí quedan, no alcanza para reanimar el negocio.
Ese negocio, bien administrado, habría sido una inagotable fuente de divisas para las arcas del castrismo que, con su monopolio del comercio exterior, puede exprimir al pueblo con precios obscenos.
La gente no compraría en el mercado negro si el Gobierno diera la opción de comprar en sus tiendas a precios razonables. La demanda con divisas existe, si se va al mercado negro es porque el castrismo es incapaz de articular una oferta estable y suficiente.
Incapaces de sostener ese negocio tan rentable, la nueva ocurrencia es, en vez de ofrecer bienes reales para conseguir las divisas que llegan vía remesas, ofrecer dinero cubano —que para eso tienen la maquinita impresora—, aunque tenga el problemilla de que no hay en qué gastarlo —por eso está perdiendo valor— y, por lo tanto, ni sirve para consumir, ni sirve como reserva de valor.
Y se justifican explicando que usarán las divisas que capten precisamente para producir e incrementar la oferta en pesos cubanos. Alejandro Gil espera que, aun siendo incapaces de algo tan simple como comprar al por mayor en Panamá o Vietnam para vender aquí a precios monopólicos, ahora creamos que serán capaces de destinar las divisas a algo tan complicado como reanimar la producción interna. ¿En serio?
Como bien reconoce el mismo Gil, "en las condiciones de hoy, muy probablemente, la demanda de comprar divisas es superior a la oferta", pero ¡aun así! afirma que trasvasarán divisas de ese mercado cambiario hacia el sector productivo, lo que crearía mayor déficit y devaluaría más al peso.
No habrá modo de usar esas divisas para "encausar el desarrollo de la economía" hasta que la oferta de divisas sea superior a la demanda, un escenario del cual estamos muy alejados y, para alcanzarlo, no se necesita este mercado cambiario.
Implementar un mercado cambiario creando dinero sin respaldo para captar divisas, con la justificación de que los dólares y euros serán usados en la producción de unos bienes y servicios que, una vez en la circulación mercantil, respaldarán aquellos pesos que creaste inicialmente para adquirir las divisas, es comenzar la casa por el tejado.
Es mentira que se pueda emitir pesos de la nada para comprar divisas, luego utilizar esas divisas para producir y así cerrar el ciclo dándole a posteriori, con los bienes producidos, valor a la moneda nacional creada inicialmente. Es mentira porque la producción, distribución y comercialización de bienes y servicios requieren del recurso más escaso: el tiempo.
Entre que se captan las divisas con dinero sin respaldo, y el momento en que lo producido se absorbe en el mercado —aun asumiendo que lo que se produzca tenga demanda— hay un lapsus temporal donde ese dinero inorgánico estará creando inflación, lo que, sumado al aumento del déficit de oferta de divisas, devaluará aún más la moneda nacional.
Si dudásemos del humanismo revolucionario del Gobierno socialista —que, por supuesto, no nos atrevemos—, pensaríamos que están, sin reconocerlo, reduciendo el poder adquisitivo de los trabajadores para recapitalizar las empresas estatales… pero no, sabemos que jamás harían algo tan vil…
Debieran poner a 'Mente de Pollo', el del programa humorístico,
a dirigir la economía cubana. Estoy seguro que lo haría mejor que este patético individuo.
El laboratorio social de la Famiglia Corleone ... 64 años y contando
Excelente analisis, como siempre. Y muy oportuna la ironía final de "jamás harían algo tan vil"
El régimen se está portando como unos perfectos irresponsables y ladrones. Esta medida es una tontería que acabará muy mal porque sus propósitos son de una ingenuidad brutal, como si vivieran en otro mundo. El problema de la inflación no se resuelve con fijar un cambio de forma oficial, sino de parar la maquina de hacer dinero cosa imposible de hacer dado que son incapaces de aumentar la producción o restringir sus gastos, especialmente el drenaje de divisas que sistematicamente hace GAESA. No se si esta estafa al pueblo tendrá esta vez consecuencias, pero será un paso más hacia su ruina.
Todo el dinero que recaudaron en los famosos MLC o tiendas de los mafiosos en dólares o euro lo desaparecieron a sus bolsillos. Invirtieron un dólar en compras y la vendieron a cien dólares. Como los taínos cubanos pueden creer en el chistoso Gil que ahora si van a invertir en la economía. Van a hacer lo mismo, todos esos dólares recaudados, se lo van a meter en sus bolsillos. El país está en ruina total porque todo lo que ELLOS ven que brilla se lo roban.
Soluciones; los ciudadanos que tengan permisos comerciales pueden importar y exportar materia prima, bienes y servicios relacionados a su licencia comercial.
El gobierno está participando en el mercado cambiario-negro. Y el mercado negro principalmente tiene origen en la materia prima que importa y comercia el gobierno. Un procedimiento que engorda los precios en conexión a la cantidad limitada de importaciones y la creciente demanda.
Mejor imposible: "Alejandro Gil espera que, aun siendo incapaces de algo tan simple como comprar al por mayor en Panamá o Vietnam para vender aquí a precios monopólicos [obscenos un par de párrafos antes], ahora creamos que serán capaces de destinar las divisas a algo tan complicado como reanimar la producción interna. ¿En serio?"
Más honesto sería admitir que, como "se han gastado lo que consiguieron en las tiendas MLC sin reponer la mercadería", lo que harán será salir corriendo con esos dólares para Panamá y Vietnam a comprar al por mayor como debieron hacer antes.