El Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó el jueves por amplia mayoría iniciar una investigación sobre las atrocidades atribuidas a las tropas rusas que invadieron Ucrania, en una votación en la que el Gobierno de Cuba volvió a abstenerse.
La resolución, adoptada por 33 votos a favor, dos en contra (China y Eritrea) y 12 abstenciones, pide a la comisión internacional de la ONU sobre Ucrania que lleve a cabo una "investigación" sobre las graves violaciones de derechos humanos cometidas en las regiones de Kiev, en Chernígov, Járkov y Sumy entre finales de febrero y marzo de 2022, para "pedir que los responsables rindan cuentas", citó EFE.
Aliados estrechos de Rusia, como los regímenes de Cuba y Venezuela, prefirieron abstenerse a oponerse a una decisión que ahonda la presión política sobre Moscú, en circunstancias en que cada vez más crímenes contra la población indefensa se han revelado en áreas donde las tropas rusas tuvieron el control en las primeras cuatro a seis semanas de la guerra.
En abril último, Rusia fue expulsada del Consejo de Derechos Humanos en una sesión en la que el Gobierno de Cuba votó en contra, pero que 93 delegaciones aprobaron y 23 rechazaron.
A inicios de marzo, La Habana se abstuvo en otra votación del Consejo donde Rusia quedó aislada tras un histórico sufragio a favor de una investigación internacional sobre su invasión de Ucrania. Días antes se había declarado neutral también en la Asamblea General de la ONU, que aprobó por 141 votos a favor, cinco en contra y 34 abstenciones una resolución de condena a Moscú y que le exigió el cese de la invasión y la retirada de sus tropas.
Horas antes, al abrir una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU consagrada a Ucrania del jueves, la alta comisionada de Naciones Unidad para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció asesinatos extrajudiciales a gran escala contra civiles y dijo que únicamente en la región de Kiev ya han aparecido más de 1.000 cadáveres.
En la resolución aprobada a iniciativa de la propia Ucrania se pide a una comisión internacional de investigación que establezca lo ocurrido en esas áreas de la capital, así como en las regiones de Chernígov, Járkov y Sumy, y que se consideren las evidencias sobre violencia sexual que han surgido durante las últimas semanas.
La comisión investigadora fue creada a principios de marzo por el mismo Consejo y esta semana sus tres miembros han mantenido sus primeros encuentros en Ginebra para organizar su trabajo.
La idea de este grupo investigador es recoger pruebas y establecer responsabilidades para que los autores, tanto físicos como intelectuales de las violaciones, sean juzgados por un tribunal competente cuando llegue la hora.
La misma resolución pide a Moscú que permita que las organizaciones humanitarias tengan acceso inmediato y sin restricciones a las personas que han sido transferidas contra su voluntad de Ucrania a Rusia o a regiones del este del primer país que ya no están bajo el control de Kiev, sino de grupos separatistas.
En una intervención previa en esta sesión por videoconferencia, la viceministra de Exteriores de Ucrania, Emin Zaparova, señaló que medio millón de civiles ucranianos han sido deportados a Rusia y están en paradero desconocido.
China y Eritrea fueron los únicos países que votaron en contra de la resolución que aborda estas cuestiones, marcando un giro en el caso de China, que en el anterior debate sobre Ucrania se había abstenido a la hora de la votación.
Al explicar su posición, la delegación china dijo que considera que la resolución equivalía a "añadir más leña al fuego" y la criticó porque "no apoya ni el diálogo ni la negociación".