'Todo el pueblo está en la calle por lo que pasó': La Habana tras la explosión del Saratoga

En uno de los primeros videos que circuló se escuchaba decir "todo el pueblo está en la calle por lo que pasó". Testigos dijeron que el estruendo sonó como una bomba y en los alrededores tembló la tierra. Había explotado el Hotel Saratoga en La Habana. Una avalancha de mensajes en las redes sociales replicaba las imágenes de escombros, bomberos y gente común prestando ayuda a los heridos.

La fachada del inmueble —donde estaban los balcones desde los que Beyonce saludó a los cubanos durante su visita a la Isla en 2013— colapsó, y los carros parqueados en los alrededores quedaron aplastados como latas de refresco.

No explotó un simple edificio, sino uno de los emblemas mejor conservados de la arquitectura cubana de finales del siglo XIX; la herencia de Gregorio Palacios, un inversionista inmobiliario originario de Santander, España, que lo había mandado a construir sobre el año 1879-1880. Actualmente el edificio era un hotel cinco estrellas, propiedad del grupo hotelero Gaviota, del conglomerado militar Gaesa, y uno de los más lujosos de La Habana.

"Amneris, estoy bien"

Mientras caminaba en busca de un carro, todo el que escuchaba se refería a la explosión. Una vez dentro del taxi, un hombre con vestimenta musulmana que viajaba en compañía de su hijo, recibió una llamada. "Amneris, estoy bien", respondió y puso al niño al teléfono, quien saludó alegre a su madre.

El viaje debía terminar en el Teatro Martí, al costado del lugar donde ocurrió la explosión. Sin embargo, el chofer del taxi nos dejó a todos cuatro cuadras antes. La zona comenzaba a llenarse de policías que impedían el paso de los ciudadanos.

"¿Viste lo que pasó? Pusieron una bomba en un hotel", dijo el hombre musulmán nuevamente al teléfono. Antes de que se informara oficialmente que la explosión fue causada por un escape de gas, la teoría que manejaban muchos habaneros era la de un atentado.

"Ojalá le den paredón a todos", dijo una señora mayor que se movía entre la muchedumbre y que también especulaba sobre un posible "acto terrorista".

Los medios oficiales y la web de la Presidencia de Cuba explicaron luego que el estallido lo produjo un escape ocurrido mientras un camión cisterna suministraba gas licuado a la instalación hotelera.

"El cocinero siente el olor a gas, revisa las conexiones y descubre que hubo una fisura en la manguera de abastecimiento. Eso fue lo que provocó la explosión", dijo Alexis Acosta Silva, intendente de La Habana Vieja.

La empresa estatal Unión Cuba-Petróleo (CUPET), que entre sus funciones tiene el suministro seguro de combustibles derivados del petróleo, defendió en un comunicado que el camión cisterna que entregaba el gas a "solicitud del hotel" estaba "en condiciones técnicas para operar".

CUPET dijo que creó "una comisión investigadora para evaluar los sucesos y las causas del accidente". Aseguró que "informará los resultados de la investigación".

Sin fuego

Una de las preguntas que se hicieron los cubanos en las redes sociales fue por qué, si la explosión fue de gas, no hubo fuego. El periodista Mario Vallejo, de la cadena Univisión, habló con Leonardo Suárez, ex integrante del equipo de salvamento y rescate de los bomberos de Matanzas, quien explicó que, presumiblemente, no hubo incendio porque no se produjo chispa

"La única chispa probable que hubo fue la que provocó la explosión. El gas es muy volátil, es más de expansión y golpe que de llamarada. Si hay una llama encendida, esa llama es localizada", dijo Suárez.

Para muchos cubanos fue bastante llamativo que la explosión hiciera desaparecer la fachada del Saratoga, pero no se derrumbara el edificio entero.

"Con tristeza veo las imágenes de destrucción en el Hotel Saratoga de La Habana Vieja. Tuve el honor de conocer al ingeniero estructural proyectista que trabajó en la restauración de este inmueble, mi amigo ing. Paredes (EPD)", comentó el ingeniero cubano Secundino Fernández en una publicación del periodista Mario J. Pentón.

"Él me explicaba que el diseño estructural mantuvo la fachada original y todo el interior del viejo edificio fue demolido y reconstruido. La vieja fachada fue articulada a una nueva estructura interior portante mediante planchas metálicas, que diseñó el ingeniero Paredes. La articulación de ambas partes permitía el giro de la fachada, pero no transmitía momento flector a la nueva estructura interior. Luego, los últimos dos pisos son nuevos y estaban retirados de la fachada y tributaban directamente a la nueva estructura interior", explicó Fernández.

"Al ver las imágenes de la explosión, me doy cuenta de que la parte más afectada es la vieja fachada, que al estar articulada (no empotrada), no transmitió la onda expansiva de la explosión al interior. Los dos últimos pisos están intactos, al parecer, pues son nuevos y no estaban soportados por la vieja fachada".

A juicio de Fernández, la solución estructural del ingeniero Paredes "evitó que colapsara todo el edificio y (…) más fatalidades".

Además del Hotel Saratoga, 23 edificios sufrieron perjuicios. La Iglesia Bautista El Calvario y la Asociación Yoruba de Cuba, ambas pegadas al Hotel, quedaron afectadas en sus estructuras.

Carlos Ávila y Silvia Salcerio tienen una niña de 11 años. La pareja vivía en una de las viviendas próximas al hotel, la cual quedó inhabitable.

"Lo perdieron todo, solo se quedaron con lo que tenían puesto", dijo a DIARIO DE CUBA Claudia Batista García, familiar de los afectados, que ha estado pidiendo ayuda para ellos en las redes sociales.

Según Batista, "Carlos, Silvia y la niña fueron trasladados a uno de los hoteles de la Villa Panamericana".

Perros buscando entre los escombros

Hasta el momento, el Gobierno cubano ha reportado 25 fallecidos y 64 heridos. Estos últimos han sido distribuidos en los hospitales Calixto García, Hermanos Ameijeiras y Juan Manuel Márquez y entre ellos habría 50 adultos (18 graves y críticos) y 14 menores (tres críticos y dos graves).

El Gobierno ha advertido que bajo los escombros podría haber aún víctimas.

Después de la explosión, uno de los peligros que corría la brigada de salvamento y rescate era la posibilidad de un segundo estallido, dado que el camión cisterna se encontraba aún en el lugar. Para hallar a las víctimas bajo los escombros, los rescatistas se apoyaron en perros entrenados en salvamento y rescate.

"Las ruinas del Saratoga hoy se llenaron de paticas cuidadosas y de unas orejas peludas que buscan con amor y dedicación un latido de esperanza. Narices húmedas que tienen también la triste misión de buscar un cuerpo sin vida y entregarlo a una familia que llora", publicó el grupo Bienestar Animal Cuba (BAC) en su muro de Facebook.

"Perritos de rescate y sus manejadores han llegado hasta de Artemisa, y estos equipos de héroes se quedarán buscando hasta que la última víctima sea encontrada", agregó BAC.

Entre los fallecidos estaría el chofer del camión cisterna, identificado como Julián. "Él era de aquí, del reparto Chivás. Dejó tres hijos, su cuñado fue el que me dijo que era él quien estaba repartiendo el gas", dijo a DIARIO DE CUBA un amigo del fallecido.

En las redes circulaban avisos sobre varias personas presuntamente desaparecidas.

Los cubanos se movilizaron para hacer donaciones de sangre, medicamentos, vendajes y otros insumos médicos. La activista Massiel Carrams brindó su casa como punto para reunir las donaciones. Hospitales como el Calixto García recibieron el primer día a tantos donantes de sangre que no daban abasto para atenderlos a todos.