La Habana reabrirá sus fronteras el próximo 1 de noviembre, cuando se restablecerán los viajes hacia y desde otras provincias cubanas, un paso más en el proceso de normalización de la vida tras 18 meses de pandemia del Covid-19.
De acuerdo con el Gobierno capitalino, el 20 de octubre comenzará la venta de las reservaciones para los ómnibus nacionales, trenes y aviones, así como el traslado en barco a la Isla de la Juventud, reportó el periódico oficial Tribuna de La Habana.
Como parte de la desescalada de las medidas aplicadas para contener la expansión del Covid-19, también se eliminarán las restricciones de circulación en los 12 puntos de control establecidos para limitar la entrada y salida de la ciudad.
Asimismo, desde este mismo fin de semana reabrieron sus puertas varias salas de teatro, que funcionarán solamente de viernes a domingo siempre y cuando no halla apagones, dijeron los funcionarios. De ahí que varias de esas instalaciones culturales solo tendrán programación los sábados y domingos.
Tatiana Viera Hernández, coordinadora de Objetivos y Programas del Gobierno Provincial, informó que además se abrirán las galerías y bibliotecas, y posteriormente los museos.
La funcionaria agregó que el público podrá volver en los espacios abiertos donde tradicionalmente se organizan conciertos y espectáculos musicales, siempre y cuando esto no implique bailes de pareja ni grandes aglomeraciones.
Entre las salas que comenzaron a funcionar el sábado están la Avellaneda, del Teatro Nacional; el café Teatro y la sala Tito Junco del complejo Bertolt Brecht; la Sala La Tintalla; La Edad de Oro; Sala Teatro de La Villa; Garay Océano; y El Arca. Para el próximo día 20 está previsto el reinicio del Teatro Trianón, y desde el 22 el de Las Carolinas, Hubert de Blanck y la Nave Oficio de Isla.
También la Carpa Trompoloco, sede del Circo Nacional de Cuba, y el Jardín Botánico Nacional reabrieron sus puertas al público este fin de semana.
Debido a la disminución de los contagios reportados oficialmente, La Habana inició este mes una desescalada gradual de las restricciones, que comenzó con la apertura de algunas oficinas de atención al público, centros gastronómicos, restaurantes y cafeterías, así como de las playas, piscinas, gimnasios, zoológicos y del Malecón, aunque con restricciones de aforo y el uso del nasobuco.
El Gobierno cubano aspira a abrir los aeropuertos a los vuelos comerciales desde el 15 de noviembre, y para ello centra sus esperanzas en la vacunación con fármacos de producción propia.