El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló este jueves que existe un acuerdo con el Gobierno de Cuba para adquirir su vacuna Abdala contra el Covid-19.
"Hay un acuerdo con el Gobierno de Cuba para adquirir vacunas, nada más que todavía no se ha podido concretar", afirmó el mandatario durante su conferencia de prensa matutina desde el Palacio Nacional, según el reporte de EFE.
López Obrador dijo que el acuerdo es resultado de la relación de cooperación "sobre todo en el campo médico con Cuba". "Y vamos a seguir trabajando juntos", puntualizó.
Recientemente, La Habana vendió cinco millones de dosis de Abdala a Vietnam y envió 900.000 unidades a Venezuela. Fármacos cubanos se administran también en Nicaragua e Irán.
Según López Obrador, aunque se puede adquirir la vacuna producida en Cuba, México trazó desde el principio una estrategia integral de vacunación que por el momento solo contempla a los mayores de 18 años.
En agosto pasado, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) de México dio una opinión técnica favorable sobre la vacuna Abdala, desarrollada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba.
Hasta ahora, México ha aprobado ocho vacunas anticovid para su uso de emergencia: Pfizer, AstraZeneca, Sinovac, CanSino, Sputnik V, Moderna y Janssen, además de Covaxin, que todavía no se aplica en el país.
El jueves, López Obrador recordó que su Gobierno ha destinado más de 40.000 millones de pesos (unos 1.930 millones de dólares) en la adquisición de vacunas para garantizar el abasto.
El presidente dijo que está esperando la decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que, si se requiere médicamente, se vacune a todos los menores de 18 años e insistió para que se autoricen las vacunas que han demostrado "eficacia" y han "salvado vidas" sin causar daños.
Dijo incluso que mandará una carta al organismo para que "no tarden y se autoricen" las vacunas y recordó que millones de personas, incluso menores de edad, ya se han vacunado y no presentaron casos graves por reacción a la vacuna.
No obstante, se quejó porque en algunos países no se permite la entrada a personas vacunadas con marcas distintas a las que están aprobadas en sus territorios. "No es posible que porque haya una vacuna que se produce en un país con un sistema político, se le trate de marginar", subrayó, sin especificar a qué país y vacuna hacía referencia.
Esta misma semana, el Gobierno cubano se quejó de que Estados Unidos no admita algunas vacunas contra el coronavirus como requisito para el ingreso a ese país, entre las que se encuentran las desarrolladas en la Isla, reportó la agencia AP.
A partir de noviembre Estados Unidos exigirá a los viajeros estar inmunizados, pero podría restringirle el acceso de aquellas personas que recibieron inmunizantes como la rusa Sputnik V, que actualmente no tienen el aval de la OMS.
Eduardo Martínez, director de la estatal BioCubaFarma, dijo en una conferencia de prensa que hasta ahora se realizaron dos reuniones virtuales con especialistas de la OMS para presentarles los resultados de los inoculantes cubanos a fin de obtener su aval.
Miles de cubanos, sobre todo familiares de emigrados que esperan la apertura de los aeropuertos y la paulatina regularización de los vuelos el 15 de noviembre, se enfrentarán con las restricciones de Washington, pues el Gobierno ha usado para su población las propias vacunas que encargó desarrollar a sus instituciones científicas: Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus.
"Nosotros sí vamos a reconocer todas las vacunas que sus entidades regulatorias, las entidades regulatorias de cada país, hayan reconocido", dijo el ministro de Salud de Cuba, José Ángel Portal.
El ministro consideró injusto que el Gobierno de Estados Unidos no reconozca a los inoculantes cubanos. "El resultado de las vacunas cubanas está ahí, está en los números... cómo viene disminuyendo la transmisión", argumentó.
Aunque las autoridades achacan la disminución de los contagios en la Isla a la extensión de la vacunación con productos propios y con la china Sinopharm, administrada a miles de personas en varios territorios cubanos, los inyectables de la Isla no han sido aún evaluados por expertos y entidades independientes.
Pero dudo que este viejo hijo de puta se haya puesto esa vacuna; este indio asqueroso estoy seguro que se puso una Pfizer o Moderna, todos los perros comunistas le ladran al “imperio” pero lo gozan con todo lo que pueden.