Díaz-Canel recorre el barrio La Corea... para enterarse de los problemas que todos los cubanos conocen

El marcado deterioro del fondo habitacional, de las instituciones de salud, educación, comercio y gastronomía, así como de la infraestructura que garantiza servicios básicos como el agua, la electricidad y el saneamiento ambiental, es uno de los problemas que afecta el barrio La Corea en la capital, que Miguel Díaz- Canel recorrió este viernes, informa Cubadebate.

Según el medio oficial, antes de que Díaz-Canel hiciera su recorrido "para comprobar con sus ojos y con la gente lo que se hace y hará", Siul Enriques Bernal, primer secretario del Partido Comunista en el municipio, le explicó las problemáticas del barrio, definidos por los trabajadores sociales y los factores de la comunidad.

Además del deterioro de viviendas, instituciones de salud e infraestructura, la nota señala que, en el barrio, donde la población es mayoritariamente negra, la urbanización es insuficiente y la infraestructura vial no satisface los requerimientos mínimos para un asentamiento poblacional urbano. Existe además un bajo desarrollo social y educativo en una parte importante de la población. 

Entre las viviendas, hay al menos 116 viviendas en estado crítico. Asimismo esperan solución madres solteras con más de tres hijos y otras personas muy vulnerables. No obstante, el reporte oficial dice que se prevén ayudas para las madres solteras con dos hijos, aunque no aclara en qué consistirán.

Según Cubadebate, se han eliminado pisos de tierra; y varias decenas de familias han podido regularizar su situación tras la legalización de las viviendas que cumplen los requisitos de habitabilidad, incluyendo la entrega de la libreta de abastecimiento. El medio oficialista no cuestiona por qué, tras más de 60 de años de Revolución, aún existían familias viviendo en casas con suelos de tierra y sin legalizar.

Tampoco pregunta por qué a estas alturas había personas en Cuba que no recibían ni siquiera los escasos productos que garantiza la libreta de racionamiento, exhibida en la Organización de Naciones Unidas (ONU) por Díaz-Canel, como ejemplo de garantía del derecho a la alimentación en Cuba.

Al evaluar lo realizado hasta ahora, Díaz-Canel recalcó cuánto se ha podido hacer en apenas dos meses, lo que despierta la interrogante de por qué no se había hecho antes.

Tras las protestas del pasado 11 de julio, Díaz-Canel y otros altos dirigentes han intentado limpiar la imagen del régimen mostrando interés por barrios marginales y empobrecidos de La Habana, donde ocurrieron algunas de las manifestaciones más intensas.

El Gobierno ha concedido además algunas migajas al pueblo, que incluyen libretas de racionamiento para cubanos que habían vivido como indocumentados en su propio país, la legalización de viviendas, muchas de ellas en pésimo estado constructivo, y la exención (temporal) de aranceles para la importación de alimentos, medicinas y productos de aseo.

Mientras Díaz-Canel mostraba su "preocupación" por los habitantes de La Corea y celebraba los problemas solucionados en dos meses, en el también capitalino municipio de Boyeros, otras familias cubanas con niños denunciaban que la Policía amenaza con desalojarlos de un almacén abandonado que han acondicionado para vivir, a falta de una solución gubernamental para sus problemas de vivienda.

"Confiamos en que como nuestro presidente dijo que con esfuerzo propio, en cualquier lugar que hubiera desocupado y todo eso, podíamos construir, por eso nosotros lo hicimos. Pero ahora, nos dicen en el Gobierno que eso fue un mal entendido", dijo una de las afectadas, según un reportaje de Telemundo.