La II Encuesta Nacional sobre Envejecimiento de la Población (ENEP 2017), realizada entre noviembre de 2017 y enero de 2018 muestra que los cubanos de la tercera edad no pueden pensar en adquirir o incluso reparar una vivienda, ni en comprar electrodomésticos, según publica Granma. También, que las jubiladas son más pobres que los jubilados.
Según el sondeo, hombres disponen de mayor diversidad de fuente de ingresos con respecto a las mujeres. Nueve de cada diez de ellos tiene de ingresos propios por concepto de salarios, jubilación, rentas y ahorros, lo cual está presente en seis de cada diez mujeres.
Las mujeres están sujetas a una mayor dependencia económica, debido una incorporación menor al trabajo (76,3% de las encuestadas) o a causa de un retiro más temprano, en comparación con los hombres. Alrededor del 26% de las mujeres que dejaron de trabajar, por una causa diferente a la jubilación, lo hicieron por la necesidad de cuidar a los padres u otros familiares, lo que refleja que el peso de los cuidados en la sociedad cubana sigue estando en los hombros de las mujeres.
Por su parte, los hombres se reincorporan a la actividad laboral con mayor frecuencia tras la jubilación y trabajan hasta edades más avanzadas.
Según la encuesta, el 68,5% de quienes tienen más de 60 años recibe pensiones a través de los regímenes de seguridad y asistencia social. Esta proporción alcanza al 82% entre las personas que alguna vez trabajaron y están ya en edad de jubilación.
Sin embargo, según los resultados de la encuesta, contar con ingresos por concepto de salarios, jubilación, rentas o ahorros no garantiza que los cubanos de la tercera edad puedan aspirar a hacer viajes o excursiones, ni siquiera a adquirir equipos electrodomésticos.
"Desde la percepción de la gran mayoría de los encuestados, los montos recibidos resultan insuficientes y eso impone determinados límites en sus vidas cotidianas", cita Granma.
Según lo publicado por el medio oficial, el estudio no refleja el acceso de los ancianos cubanos a los alimentos ni cuáles son sus posibilidades de comprarse ropas y zapatos, aunque recientemente, Miguel Díaz-Canel reconoció la pobreza existente en Cuba y se refirió a "las personas de la tercera edad, en las cuales hay una cantidad de desventajas a veces tremenda".
También habló del "ancianito que vive solo" y a "aquel al que no le alcanza el dinero para comprar las cosas fundamentales".
Los ancianos son uno de los grupos sociales más perjudicados por la subida de precios de alimentos, productos y servicios básicos tras la llamada "Tarea Ordenamiento". Entre ellos la situación más desesperada la tienen quienes no reciben remesas desde el exterior. Además, son mayoría entre quienes mendigan en las calles de Cuba.
El 80,6% de las personas de 60 años y más padece al menos una enfermedad crónica, siendo la hipertensión arterial la más frecuente, en tanto el 50% tiene como mínimo dos dolencias de ese tipo, según la encuesta que fue realizada conjuntamente por especialistas del Centro de Estudios de Población y Desarrollo, de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), y del Centro de Investigaciones sobre Longevidad, Envejecimiento y Salud (CTED), del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
Al cierre de 2020 el 21,3 % de la población cubana tenía 60 o más años. Las proyecciones indican que para 2030 los adultos mayores serán 3,3 millones de personas, lo cual impactará en la familia, los recursos laborales y la asistencia social, dijo a Granma el máster en Ciencias Juan Carlos Alfonso Fraga, vicejefe de la ONEI.
Na' ,muchos de esos ancianos,chivatearon,fusilaron y le j..... la vida a muchos que estamos en el exilio. Ahora están recibiendo el Karma de sus acciones. Pues la revolución cubana como Saturno,se ha encargado de devorar a sus hijos.....