Miguel Díaz-Canel, cuyo Gobierno exhibe pésimos resultados en la lucha contra el racismo, criticó este miércoles el pobre alcance de acuerdos universales para la lucha contra todas las formas de racismo, al intervenir de manera virtual en la Reunión de Alto Nivel de la ONU para conmemorar el aniversario 20 de la Declaración y Programa de Acción de Durban, publica Cubadebate.
El gobernante afirmó que los objetivos trazados en esa iniciativa para la lucha contra todas las formas de racismo, discriminación racial, xenofobia y otras formas conexas de intolerancia, no se han alcanzado.
Señaló que subsiste el racismo estructural y que el discurso de odio, la intolerancia, la xenofobia y la discriminación proliferan a niveles preocupantes, también en las redes sociales.
"No cejaremos en el propósito de alcanzar toda la justicia social. Los pueblos del mundo podrán contar siempre con el aporte de #Cuba para que los compromisos que asumimos hace 20 años en Durban se hagan realidad", sostuvo Díaz-Canel en la reunión, según publicó en su cuenta de Twitter el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, quien en febrero sostuvo que en Cuba se había erradicado "la discriminación racial institucionalizada" y que lo que quedaba dentro de la sociedad eran "restos" del fenómeno sin relación con las políticas del Gobierno.
Al respecto, Díaz-Canel afirmó que, debido a un pasado esclavista, la población negra y mulata cubana sufrió durante siglos las consecuencias de un sistema en el que el racismo y la discriminación racial formaban parte de la vida cotidiana, y que solo con el triunfo de la Revolución cubana tuvo lugar un proceso de transformaciones radicales que demolió las bases estructurales del racismo, y eliminó para siempre la discriminación racial institucionalizada.
El régimen suele echar la culpa al pasado y negar la discriminación racial en la Isla a todos los niveles.
En Cuba, los negros y los mulatos constituyen menos del 40%, pero son mayoría en los barrios más pobres y en las casas en peligro de derrumbe. Las tres niñas que murieron aplastadas por un balcón en enero de 2020 eran negras, como la mayoría de las madres que invaden locales del Estado con sus hijos –y son amenazadas o desalojadas con violencia por la Policía– por no tener vivienda.
En uno de esos barrios desfavorecidos que el gobernante ha visitado últimamente para limpiar su imagen tras llamar a violencia de unos cubanos contra otros, se produjo, por disparos de un Policía, la única muerte de un cubano en las protestas del 11J, reconocida por el Gobierno. Diubis Laurencio Tejeda, a quien el régimen presentó como un delincuente común y exconvicto,—algo que fue desmentido por familiares y vecinos—, era mulato.
Hansel Ernesto Hernández Galiano, un cubano asesinado en 2020 por la Policía, también era negro.
Según Díaz-Canel, los países capitalistas desarrollados intentan con demagógicos discursos desviar la atención de su responsabilidad histórica en la entronización y persistencia de estos flagelos y su deuda con los pueblos víctimas de la esclavitud a la que fueron sometidos.
Pero no es capitalismo el responsable del racismo que persiste en Cuba después de 62 años de Revolución.
El propio Fidel Castro, en su entrevista con el periodista Ignacio Ramonet, recogida en el libro Cien Horas con Fidel, tuvo que admitir que "los negros viven en peores casas, tienen los trabajos más duros y menos remunerados y reciben entre cinco y seis veces menos remesas familiares en dólares del exterior que sus compatriotas blancos".
Fidel Castro hizo esa afirmación entre 2003 y 2005, a más de 40 años del triunfo de la Revolución cubana. Casi 20 años más tarde nada ha cambiado.
Las personas negras y mestizas sufren discriminación en Cuba incluso para obtener empleos como los del sector turístico, en un país donde un guía turística o un camarero de una cafetería en un hotel ganan más que un profesor universitario.
Incluso relatora especial sobre Personas Afrodescendientes, Margaret May Macaulay conoce esta realidad por haber visitado Cuba en varias ocasiones. Díaz-Canel parece estar ajeno a ella.
El gobernante se refirió también al Plan Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial, aprobado en 2019, para, según lo citó Cubadebate, "avanzar más en la obra emancipadora de la Revolución".
No mencionó, sim embargo que, hasta la fecha, no existe información sobre la implementación de ese Programa. El propio presidente de la oficialista Comisión Aponte, Pedro de la Hoz, solo fue capaz de mencionar planteamientos y objetivos del mismo, en una entrevista concedida al canal estatal Cubavisión Internacional.
Cuando en noviembre de 2020, se cumplió el primer año del anuncio del Programa, organizaciones y activistas de la sociedad civil cubana cuestionaron la falta de información sobre el mismo. La respuesta fue la represión.
La Declaración y el Programa de Acción de Durban fueron adoptados por consenso en la Conferencia Mundial contra el Racismo de 2001 celebrada en Sudáfrica y proponen medidas concretas para combatir el racismo, la discriminación, la xenofobia y formas conexas de intolerancia.
Este hp de Díaz singao defendiendo a los negros y el blanco y rosado como una rosa y su esposa la tamalera cebaos los dos como ? degenerados es lo que son estos esclavistas.
Así que el Rancheador que sale con las jaurías para mantener el Palenque en orden ... nos da su opinión ... de la poca modernidad del CEPO ...
Los negros cubanos están por debajo del resto del pueblo esclavo, para la dictadura no cuentan....
El burro, hablando de orejas!
Diaz- Singao, Dr. en Mierdologia; cómo estúpido que es, habla de racismo, cuando una forma de segregación es la que su jefe y él han impuesto en la isla; todo para los oligarcas fascistas Castro y nada para el pueblo; si no eres esbirro de las altas esferas, o de la famiglia no tienes derecho a nada.