Un Díaz-Canel aupado por AMLO prosigue su agenda en México en medio de expresiones de protesta

Tras una ceremonia y discursos oficiales por el Día de la Independencia de México, con los que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha puesto en escena internacional a un aislado y rechazado Miguel Díaz-Canel, el gobernante cubano continuó su agenda en ese país aupado por el partido gobernante y simpatizantes del régimen, pero acompañado de numerosas expresiones de protesta.

López Obrador recibió a Díaz-Canel en la tarde del jueves en la Palacio Nacional. Según el diario oficial Granma, ambos "destacaron el interés de continuar profundizando el diálogo político de alto nivel y ratificaron la voluntad de ampliar las relaciones económico-comerciales, la inversión y cooperación en ámbitos como salud, biotecnología, deporte, educación y turismo, así como los vínculos culturales y académicos, entre otros".

Díaz-Canel agradeció la ayuda dada por AMLO ante la crisis generada tras protestas del pasado 11J. El órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC) la enmarcó en el "enfrentamiento a la pandemia de Covid-19 y de recrudecimiento del bloqueo".

Otra nota de Granma se enfocó en un encuentro del gobernante cubano con representantes de organizaciones procastristas en ese país, efectuado en la Embajada de Cuba en México durante más de dos horas.

"Era imperdonable venir a México y no encontrarnos con ustedes", les dijo Díaz-Canel.

En otro momento les habló del "honor que representó el gesto del Gobierno mexicano, y en particular del presidente López Obrador, de invitar a Cuba de una manera especial, sentida, inusual, a una conmemoración como la del Grito de Dolores y permitir, además, hacer un discurso en una fecha tan importante para México y para América Latina".

Esta invitación le ha costado al mandatario mexicano numerosas críticas. Tras su defensa del régimen el jueves y su pedido al Gobierno de EEUU de levantar el embargo a La Habana, el rechazo se ha acentuado.

La diputada Margarita Zabala escribió: "Hoy es el Día Nacional de México. Los protagonistas somos los mexicanos, pero el presidente López Obrador insiste en hacer de Díaz-Canel su invitado especial. Quienes luchamos por la democracia en México y en nuestros países respondemos: #PatriaYVida". 

El jueves, cubanos residentes en el país de los aztecas se manifestaron pacíficamente en la histórica Plaza del Zócalo, frente a la Casa de Gobierno, en la capital. Los presentes lograron exponer su rechazo a Díaz-Canel y denunciar las violaciones de derechos humanos en la Isla pese a la presentación de la Policía para interrogar a los presentes.

Entre los manifestantes estuvo la curadora del arte Anamely Ramos, miembro del Movimiento San Isidro, quien hizo una lectura de los nombres de los detenidos y desaparecidos durante las jornadas del 11J en la Isla.

En la segunda jornada de su polémica visita oficial a México, Díaz-Canel cumplirá un programa de reuniones con autoridades y ejecutivos de diversos sectores, una vez que concluya un encuentro con cubanos afines al régimen residentes en ese país.

Tras cumplir el programa oficial de la visita este mismo viernes, el gobernante cubano se incorporará a la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en medio de un clima de tensión con la Organización de Estados Americanos (OEA).

La presencia de Díaz-Canel en México, que ha generado la condena de disímiles figuras políticas y mediáticas en ese país incluso antes de que se concretara, es un espaldarazo del presidente mexicano, quien se ha consolidado desde 2020 como uno de los aliados más estrechos de La Habana.

Díaz-Canel es repudiado en Cuba y en todo el mundo tras la dura represión de las protestas populares pacíficas del 11 de julio último. 

Ese día, el funcionario llamó desde la televisión a sus seguidores a salir a las calles a enfrentar a los ciudadanos. "Tienen que pasar por encima de nuestros cadáveres", dijo entonces, para agregar: "Estamos dispuestos a todo".

Precisamente el jueves el Parlamento Europeo aprobó una contundente resolución de condena al régimen cubano por la represión a las protestas ciudadanas del 11J. El texto aprobado exige sanciones individuales contra violadores de derechos humanos en Cuba, a través de la llamada Ley Magnitsky de la Unión Europea, así como que el bloque regional trate con carácter de urgencia la comisión conjunta del diálogo para abordar estos casos.