El Ministerio de la Agricultura cubano emitió la Resolución 430/2021, publicada este jueves en la Gaceta Oficial, mediante la que restringe la importación y exportación con carácter no comercial de los productos para uso veterinario, informó la Agencia Cubana de Noticias.
Con la nueva normativa las autoridades cubanas pretenden evitar la entrada y salida del país de productos veterinarios que puedan constituir un riesgo para la salud humana, animal y el medioambiente, pero muchos de esos medicamentos, necesarios para los animales, escasean en las clínicas veterinarias de la Isla y su importación es una de las principales vías de acceso a ellos.
Tras la entrada en vigor de la resolución queda prohibida la importación de drogas, estupefacientes, psicotrópicos, precursores, sustancias relacionadas, así como de hormonas y promotores de crecimiento.
Tampoco podrán ingresar a la Isla hemoderivados, vacunas veterinarias, antisueros, cepas de microorganismos, medios de cultivo, productos obtenidos por ingeniería genética y organismos modificados genéticamente, así como de otros productos biológicos, salvo cuando sean importados con fines científicos y cuenten con el Permiso Zoosanitario de Importación, que emite el Centro Nacional de Sanidad Animal.
El texto establece la prohibición de entrada de equipos, dispositivos y materiales para el diagnóstico de laboratorio veterinario, salvo cuando cuenten con el respectivo permiso.
Quedó prohibida la importación o exportación de muestras de sangre; cepas de microorganismos; medios de cultivos de cualquier naturaleza y en cualquiera de sus formas u otro material biológico de uso veterinario, a menos que sea con fines científicos y cuenten con autorización.
Los radioisótopos para uso de diagnóstico in vivo, radiofármacos y productos radioactivos utilizados para diagnóstico o con fines terapéuticos no podrán importarse a la Isla.
La normativa autoriza la importación no comercial de productos veterinarios como antibióticos, antimicóticos, antiparasitarios, suplementos minero vitamínicos, e instrumental de uso veterinario y accesorios para animales de compañía, en sus envases originales, debidamente rotulados e identificados con el nombre comercial y genérico o denominación común internacional.
Por otra parte, dispone que los funcionarios o inspectores de la autoridad reguladora de sanidad animal deben realizar revisión física a los equipajes marcados por la Aduana General de la República, propiedad de viajeros que importen o exporten productos veterinarios.
El director general del Centro Nacional de Sanidad Animal puede efectuar autorizaciones de tipo excepcional, en especial cuando se evidencie la necesidad por interés público o social del fármaco.
La escasez de productos veterinarios en Cuba ha sido una constante en los últimos años, por lo que esta regulación ha provocado descontento entre profesionales y activistas animalistas al restringir más aún el acceso a los fármacos.