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La escasez de medicamentos y las malas condiciones de las clínicas preocupan a los veterinarios cubanos

'Para que existan veterinarios particulares tienen que existir lugares donde vendan los mismos medicamentos que usa el Estado', afirman un profesional.

La Habana
Interior de una clínica veterinaria estatal.
Interior de una clínica veterinaria estatal. Cubadebate

Tras la publicación a finales de enero en la Gaceta Oficial del Decreto 20, que prohíbe ejercer la profesión de veterinario fuera de las instituciones estatales, el tema de la atención médica a los animales, lastrado por la ausencia de medicamentos y las pésimas condiciones de las instalaciones sanitarias ocupó un lugar importante dentro de los debates en Cuba.

Aunque las protestas en las redes sociales encabezadas por activistas y veterinarios provocaron que las autoridades recularan y permitieran el ejercicio privado de la profesión solo para los calificados como "animales afectivos", la situación de la medicina veterinaria en la Isla continúa siendo crítica.

Entre los principales problemas que aquejan a la profesión, según una nota publicada en el portal oficial Cubadebtate, se encuentra que los veterinarios estatales, únicos permitidos hasta entonces, no son capaces de cubrir la demanda ni existen en todos los municipios. Además, en muchas ocasiones no tienen los medicamentos ni los equipos necesarios.

Mientras, quienes ejercen dicha labor de forma privada lo deben hacer clandestinamente o amparándose en licencias de otros tipos, como es el caso de la de Peluquería y Estética Animal.

El presidente de la Sociedad de Clínica y Cirugía Veterinaria de La Habana, Fernando Gispert Muñoz, afirmó al portal estatal que “muchos protectores y profesionales advirtieron sobre la brecha sanitaria que el Estado no ha podido resolver éticamente: el servicio mejorado de los animales debido a la falta de insumos de las clínicas públicas y el aumento de los animales abandonados con el consecuente sacrificio por Zoonosis”.

Además, el doctor en medicina veterinaria afirmó que es "decepcionante para un profesional que respete las leyes, que traigan un animal herido grave y tener que decir al propietario: 'No es legal atenderte a tu animal, no puedo hacer nada porque me puedo meter en problemas legales, no tengo medicamentos, ni insumos, ni instrumentales, porque no puedo ejercer mi profesión de forma privada'".

Veterinarios privados sólo para animales afectivos

Tras el anuncio de la legalización de los servicios veterinarios por parte de privados solo para animales afectivos, la primera reacción de una parte de la comunidad animalista cubana fue celebrar, pero luego se preguntaron: "¿Cuáles son los animales afectivos? ¿Por qué solo ellos pueden ser atendidos por privados?".

Yobani Gutiérrez Ravelo, director general del Centro Nacional de Sanidad Animal dijo a Cubadebate que todavía se está evaluando el alcance que puede tener el término. 

"Debemos trabajar el concepto, porque hasta el día de hoy en Cuba el término se centra en perros y gatos, dejando fuera a otros animales. La situación se complejiza en las zonas rurales donde, por ejemplo, algunos consideran a su caballo como su animal afectivo, aunque también lo empleen para labores de trabajo", agregó.

El funcionario agregó que las autoridades trabajan actualmente "en los procedimientos que es necesario actualizar, aplicables para el sector estatal y los trabajadores por cuenta propia, tanto en vigilancia contra las enfermedades, diagnósticos, vacunaciones, como en todo el tema de las enfermedades zoonóticas y la importación o exportación de medicamentos".

Escasez de medicamentos

Una de las mayores quejas de los veterinarios es cómo trabajar sin medicamentos, implementos y utensilios que escasean en el país, tanto en las clínicas estatales como en las farmacias.

Una gran parte de quienes desempeñan la profesión, tanto de forma independiente como dentro de las clínicas estatales, acuden a familiares en el exterior, amigos y clientes que viajan con frecuencia al extranjero para adquirir la mayor parte de los insumos.

Un veterinario entrevistado por Cubadebate, que prefirió ocultar su identidad, afirmó que "para que existan veterinarios particulares tienen que existir lugares donde vendan los mismos medicamentos que usa el Estado. Asimismo, se deberían garantizar todos los medios o crear las condiciones para acceder a ellos. No hay rayos X. No hay ultrasonidos. No hay un laboratorio que valga la pena para detectar enfermedades complicadas, como la de la garrapata".

Sobre el tema, Manuel Peláez Reyes, jefe del departamento de epizootiología de la dirección nacional de Sanidad Animal, dijo que, "aunque todavía es pronto para decirlo, pudiera estudiarse como una opción que firmas extranjeras tengan una consignación de medicamentos dentro del país", la cual sería vendida en MLC.

"Lo que no tiene seguridad es que una persona traiga del extranjero una maleta cargada con medicamentos, sin saber dónde los compran o quien es el fabricante del mismo. Importar medicamentos hoy de forma personal es una ilegalidad. Si te cogen en la aduana los puedes perder y enfrentarte a una multa. Buscamos variantes para que las personas puedan importar, pero de forma segura", agregó, aunque no ofreció detalles al respecto.

Además, dijo que como parte del perfeccionamiento del sistema de Sanidad Animal está contemplada de forma gradual la creación de las farmacias veterinarias. 

Pero durante el último año aumentaron las afectaciones en la disponibilidad de medicamentos, agudizadas por una escasez global y por la decisión de algunas naciones de limitar exportaciones de medicinas en medio de la pandemia. Peláez Reyes también culpó a las sanciones estadounidenses a Cuba.

El directivo reconoció que existen insatisfacciones por el deterioro constructivo de las instalaciones, la escasez de medicamentos e instrumentales, por lo que dijo que es necesario fortalecer las estructuras estatales, pues "aunque surjan otras alternativas, estas deben seguir siendo el eslabón primario en la atención de salud a los animales sean de compañía o productivos".

Por ese motivo, dijo el funcionario, se creó un grupo de trabajo que ha diagnosticado todas las demandas para comenzar un programa de recuperación que incluye mejoras constructivas, visualidad, condiciones higiénico-sanitarias, desarrollo y completamiento de equipamiento, así como adquisición de equipos para diagnósticos o cirugías, aunque no ofreció una fecha estimada para obtener los primeros resultados.

El Gobierno cubano tiene previsto aprobar el Decreto Ley de Bienestar Animal en este mes de febrero, tras años de petición de la comunidad animalista para la protección de todos los animales, no solo los afectivos. En un principio, el cronograma legislativo establecía la aprobación en noviembre de 2020, pero se postergó por la pandemia de coronavirus en Cuba.

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