Otro diplomático canadiense en Cuba fue víctima del 'Síndrome de La Habana' a inicios de 2021

Otro diplomático canadiense habría sido afectado por el denominado "Síndrome de La Habana" mientras trabajaba en Cuba, en un incidente ocurrido en febrero último, reveló el diario Ottawa Citizen.

El oficial, cuya identidad no fue hecha pública, narró que durante su estancia en la Isla, el pasado 19 de febrero estaba en el baño de su habitación antes del trabajo cuando su oído derecho de repente comenzó a reverberar.

"Fue como un timbre, pero no hubo sonido", explicó. El suceso duró aproximadamente un minuto y luego se detuvo, y entonces corrió hacia la puerta principal para ver si había alguien afuera. Pero no vio a nadie.

Durante los días siguientes el afectado comenzó a percibir los sonidos distorsionados, experimentó un eco junto con presión en un oído y dolor agudo. Luego tuvo dolores de cabeza y síntomas similares a una conmoción cerebral. Tanto esos dolores de cabeza como el dolor en el oído y en el lado derecho de la cabeza empeoraron. A los pocos días lo sacaron en avión de Cuba y fue enviado a Halifax para ser evaluado.

En el Centro de Reparación Cerebral de la Universidad de Dalhousie no logró completar una prueba de equilibrio sin caer y los médicos detectaron inconsistencias en sus ondas cerebrales. Pero al final no pudieron determinar si se trataba de un caso del "Síndrome de La Habana".

Un fisioterapeuta que lo atendió luego le puso tratamiento para lo que diagnosticó como el efecto de una fuerza de percusión, como un dispositivo de energía dirigida que probablemente había golpeado al diplomático detrás de la oreja derecha. El tratamiento redujo significativamente sus síntomas, pero aún sigue sufriendo vértigo y problemas de visión.

Ahora, este oficial del Servicio Exterior de Canadá se ha sumado a la demanda millonaria presentada por 15 de los diplomáticos afectados desde 2017 por esta clase de problemas de salud contra el Gobierno local. 

El Gobierno de Canadá está pleiteando contra esa demanda, argumentando que los demandantes han hecho afirmaciones "exageradas".

Según el diplomático, al llegar a Cuba sus colegas le advirtieron ante la probabilidad de que sufriera algún padecimiento como el que afectó antes a decenas de oficiales canadienses y sus familiares en la Isla: "Estamos solos, así que cuídate, porque Asuntos Globales no va a hacerlo".

Paul Miller, al abogado que representa a los demandantes y sus familias en un caso que exige una indemnización a Ottawa por 28 millones de dólares, dice que este reciente caso es igual al de sus clientes.

"No hay otra explicación para ello, considerando que puede identificar la hora y la fecha del ataque y los síntomas son los mismos que en cualquier otro caso", señaló.

Desde que se informaron los casos iniciales en 2017 el Gobierno canadiense ha guardado silencio sobre cualquier suceso adicional que involucre a su personal en Cuba. Esta primavera, las autoridades realizaron una sesión informativa para anunciar sus planes de expandir su presencia diplomática en Cuba luego de que redujeran su personal en la Isla tras los incidentes.

Los diplomáticos y las familias que sufren problemas auditivos, cognitivos y de equilibrio, entre otras dolencias, están demandando al Gobierno federal alegando que no los protegió ni tomó las medidas adecuadas para tratarlos a ellos y a sus familias. Algunos dicen que se sienten abandonados.

En un comunicado, el portavoz de Asuntos Globales de Canadá, John Babcock, dijo que "la salud, la seguridad y la protección de nuestro personal diplomático y sus familias es una prioridad. Asuntos Globales se toma muy en serio cualquier riesgo potencial para su seguridad y mantiene un estricto protocolo de seguridad para responder de inmediato a cualquier evento inusual que afecte a los diplomáticos canadienses o sus familias en el extranjero".

Sin embargo, Ottawa dice que continúa investigando la causa de lo ocurrido. Hasta este nuevo reporte, Canadá no había reportado nuevos afectados por los problemas de salud desde 2018.

"Uno pensaría que la máxima prioridad sería averiguar qué es lo que potencialmente pone en riesgo a nuestro personal internacional en todo el mundo y defenderse de ello. En cambio, están eligiendo dejar que su gente se las arregle por sí misma. ¿Por qué?", se cuestionó el diplomático afectado.

Este nuevo afectado canadiense se conoce en medio de crecientes informes sobre nuevos casos del llamado "Síndrome de La Habana" que habrían afectado al personal estadounidense en todo el mundo.

El martes, durante su gira por Asia, el vuelo de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris a Vietnam se retrasó mientras se evaluaba un informe según el cual dos diplomáticos estadounidenses habrían sido evacuados tras incidentes presuntamente relacionados con el síndrome en Hanoi.

A fines de 2020, el medio canadiense Global News publicó documentos que revelan que los empleados de la legación diplomática local en la capital cubana fueron advertidos de guardar silencio sobre el fenómeno que provocó síntomas similares a una conmoción cerebral.

Lo que causó los misteriosos síntomas experimentados por los diplomáticos canadienses y estadounidenses sigue siendo un misterio hasta el día de hoy, aunque varios informes recientes de medios estadounidenses que citan fuentes de inteligencia sugieren que la atención se centra cada vez más en Rusia.

Con respecto a estos incidentes, el Gobierno de Cuba ha elogiado la postura del Gobierno de Canadá en las investigaciones y el manejo de las declaraciones en torno al tema.

En septiembre de 2017 el Gobierno de EEUU decidió retirar de su Embajada en Cuba a todo el personal no esencial y sus familias debido a que varios diplomáticos experimentaron síntomas como mareos, vértigo, confusión mental, sordera parcial y lagunas de vocabulario básico, supuestamente provocados por la exposición a sonidos persistentes de origen desconocido en sus casas o habitaciones de hotel.

La hipótesis del ataque cobró fuerza tras la difusión de una grabación de audio, realizada por personal diplomático estadounidense en La Habana y publicada por Associated Press (AP), en la que se escuchaba un molesto zumbido agudo semejante al de un grillo.

Las autoridades cubanas, quienes llevaron a cabo su propia investigación, aseguraron en 2017 que las pesquisas demostraron "la inexistencia de evidencias que indiquen la ocurrencia de los alegados ataques acústicos".

A finales de 2018, un artículo publicado por la revista estadounidense The New Yorker vinculó a Alejandro Castro Espín, hijo de Raúl Castro y hasta entonces jefe de la Comisión de Defensa y Seguridad Nacional, que asesoraba a su padre, con los presuntos ataques acústicos que afectaron a dos decenas de diplomáticos estadounidenses y canadienses en La Habana.

El reportaje, titulado "The Mystery of the Havana Syndrome", señala que el departamento del Ministerio del Interior cubano que dirigía Castro Espín habría sido desmantelado en fecha cercana a marzo, justo cuando su no inclusión entre los nominados a sustituir a su padre al frente del Gobierno cubano levantó especulaciones.