La extinción del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) no supondrá la desaparición de la entidad que seguirá funcionando igual pero como parte del recién creado Instituto de Información y Comunicación Social de Cuba, informó este martes Waldo Ramírez, vicepresidente primero del ICRT.
"Lo más importante es que (el ICRT) se extingue como organismo de la Administración Central del Estado para crear este nuevo organismo. ¿Qué tenía como misión el ICRT? Bueno, pues las políticas para poderse llevar a efecto los programas de radio y televisión. Eso va a seguir estando ahí porque a nivel de ejecución, la dirección general de la radio y la televisión cubana, o sea los dos grandes sistemas del ICRT, siguen vigente y seguirán funcionando del mismo modo. No hay un impacto dentro de esas estructuras", dijo Ramírez al oficialista Canal Caribe.
"Estamos hablando del nivel superior del organismo de la Administración Central del Estado que es el que tendría ahora que incorporar todos los demás ámbitos de la comunicación para poder gestionar lo que está buscando la dirección del país: seguir fomentando cultura de diálogo y seguir construyendo consenso dentro de la sociedad cubana", agregó.
La Habana publicó este martes el Decreto-Ley 41 que establece la extinción del ICRT como organismo de la Administración Central del Estado para crear el Instituto de Información y Comunicación Social de Cuba como una entidad "que conduzca y controle el sistema de comunicación social para fortalecer la institucionalidad del país", reseñó la Gaceta Oficial de Cuba 96 del 2021.
La medida adoptada por el régimen se enmarca en la estrategia lanzada por Miguel Díaz-Canel para "inundar las redes sociales con el mensaje de la Revolución" y por la que desembarcaron en 2018 los principales dirigentes de la Isla en Twitter, Facebook y YouTube. Al respecto, Ramírez dijo que Díaz-Canel estableció que la comunicación social es "un recurso estratégico de la dirección del Gobierno y ha quedado refrendado ahora también como un recurso estratégico de la dirección de la propia política del Partido".
El funcionario del ICRT dijo que "la creación del Instituto de Información y Comunicación Social cumple con uno de los lineamientos del VII Congreso del Partido” Comunista de Cuba (PCC) en 2016 y que fue actualizado este año en el VIII cónclave del único partido permitido en la Isla sobre “la importancia de la comunicación social".
En el programa Mesa Redonda, de la televisión oficialista, se hablará esta tarde "sobre la importancia y objetivos del naciente Instituto de Información y Comunicación Social como organismo de la Administración Central del Estado".
Ramírez reiteró a la agencia oficialista Prensa Latina que "la radio y la televisión cubanas quedan intactas" porque "las transformaciones están en el ámbito estructural de la Administración Central del Estado".
Según el funcionario, el Decreto-Ley 41 "refrenda la actual Constitución de la República, que establece garantías a los ciudadanos para solicitar y recibir del Estado información veraz, objetiva y oportuna, así como acceder a la que generen las instituciones y los órganos", agregó la citada fuente.
Por su parte, el presidente de la oficialista Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), Ricardo Ronquillo, dijo que el Instituto de Información y Comunicación Social de Cuba podrá contribuir a resolver los problemas estructurales del sector, debe facilitar el avance hacia nuevos modelos de prensa y "su aparición es una necesidad acentuada por la rápida inmersión de la Isla en la llamada era de la convergencia y en el escenario de guerra híbrida que enfrenta el país".
"Por delante está pendiente la aprobación de un instrumento legal, ya incluido en el cronograma parlamentario, que ofrezca garantías a los derechos a la libertad de prensa y de expresión recogidos en la Constitución", dijo Ronquillo.
Tras las protestas pacíficas del 11 de julio, el Gobierno de Cuba culpó a la supuesta guerra mediática en las redes sociales del estallido social en el país y a Estados Unidos de estar tras los manifestantes. Pese a que en la Constitución está recogido el derecho a la manifestación, la Policía y los boinas negras detuvieron a cientos de ciudadanos por salir a las calles a gritar "libertad", "Patria y Vida", "abajo el comunismo", entre otras.
Más de un mes después del 11J, La Habana publicó el Decreto-Ley 35 y una serie de normativas sobre ciberseguridad que restringen más la libertad de expresión y prensa en Cuba al tachar como de "alta peligrosidad" la divulgación de noticias falsas, convocar manifestaciones o difundir cualquier información que pueda ir "contra el prestigio del país".
Aunque La Habana niega que el Decreto-Ley 35 limite la participación ciudadana en las redes sociales, el primer objetivo mencionado en esa normativa es "coadyuvar a que la utilización de los servicios de telecomunicaciones sean un instrumento para la defensa de la Revolución".
Pero qué cosa más linda lo que desea este compañero: "seguir fomentando cultura de diálogo y seguir construyendo consenso dentro de la sociedad cubana". Ya sabemos cómo es eso, al "estilo Mesa Redonda": todos los que hablan dicen exactamente lo mismo.
Coñooo, pero este escrito tan kilométrico para no decir nada nuevo?. Porque todos sabemos que en cuba cambian los collares pero los perros son los mismos.
Mira que hablan mierda estos dirigentes. El sistema que tienen es excluyente. Solo ellos de 11 millones de habitantes son los que tienen la verdad y si no aceptas sus ideas entonces no eres parte de ellos. Los 11 millones de habitantes no tienen derecho al micrófono que están creando o crearon.