Los masones de Cuba decidieron tomar distancia del "maquillaje político" de Miguel Díaz-Canel tras su llamado a la violencia entre cubanos el pasado 11 de julio y no asistirán "a la reunión convocada para este martes 24 de agosto con la presidencia del país en aras de preservar la unidad masónica", informó en un comunicado el Muy Respetable Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, IH Ernesto Zamora Fernández.
Según el escueto comunicado, la decisión fue tomada tras recibir "opiniones y llamadas de los hermanos" y a partir de valorar la situación creada en Cuba.
"La carta en cuestión es muestra de la unión inquebrantable entre todos los masones, ante la no convocatoria del IPH José Ramón Viñas Alonso, Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33. El propio Soberano alertó a la comunidad masónica sobre el tema, la posición adoptada por el Gran Maestro es honorable al priorizar la unidad de la fraternidad en momentos tan convulsos para la Patria", dijo Leo de la Torriente en Twitter.
Según una captura de pantalla del mensaje enviado a los masones, el Soberano dijo que "no reclamamos, al final en una invitación se selecciona y se escoge, pero si se pretende citar a la Institución masónica, todos sabemos que la masonería está compuesta por dos potencias y excluir al Supremo Consejo lo vemos como un acto de desacierto e injusto".
"También el Asilo es dirigido por el Patronato y aunque el administrador Raúl fue excelentemente citado, hoy al frente del Patronato está el Soberano Gran Comendador y tampoco fue considerado, será que solo el Supremo Consejo será citado irrespetuosamente por la Seguridad del Estado en una unidad de Policía por haberse expresado con honestidad en una declaración y que nadie nos pagó (ni de adentro, ni de afuera), porque tenemos identidad propia y como institución legalmente autorizada y como cubanos también tenemos derechos a expresarnos. Situaciones como está solo dividen a la masonería", agregó el Soberano.
El Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33, IPH José Ramón Viñas Alonso, envió a Díaz-Canel una carta después de que el dirigente diera la orden a los revolucionarios de tomar la calle y enfrentar a los cubanos que pedían libertad el 11J.
"Nos dirigimos a usted con el propósito de hacerle saber nuestro rechazo a su posición y dirección al frente del país, por convocar, incitar y ordenar un enfrentamiento con violencia hacia el pueblo cubano, también detenciones y violencia contra manifestantes pacíficos y ciudadanos que piensan contrario al sistema que usted representa, al mismo tiempo declaramos nuestra inconformidad a justificar siempre la crisis en la que está sumida el país por causas de razones externas (bloqueo/embargo), sin reconocer la responsabilidad e ineficacia del Gobierno", dijo el Soberano en la misiva a Díaz-Canel.
"Hace 88 años en el Gobierno del General Gerardo Machado Morales este mismo Supremo Consejo le escribió al presidente reclamándole por la violencia contra el pueblo, dignos herederos hoy hacemos igual, este estallido social en toda la Isla muestra la inconformidad manifiesta en la que vive el país. Los miembros del Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba, siendo parte de la Institución que en su tiempo más influyó en la independencia y la sociedad de esta patria, tenemos el prestigio y la historia como garantes y así asumir nuestra posición del lado del pueblo de Cuba", agregó.
"Tres oficiales en una oficina en la que casi me ahogo de calor, cuestionando la posición de la masonería ante los hechos y sugiriendo que deberíamos hacer una carta sobre la vacuna y otros logros", dijo Viñas el pasado 16 de agosto al salir de una citación de la Seguridad del Estado.
Leo de la Torriente dijo que "la no asistencia de la institución masónica a dicha reunión no es un acto de rebeldía, es muestra clara de nuestra unidad, la voluntad es dialogar desde el respeto a nuestros líderes democráticamente electos. Cualquier otra interpretación es ajena a la realidad SFU (lema masónico: Salud, Fuerza, Unión)".
Los masones de Cuba se alejan así de la campaña lanzada por el Partido Comunista (PCC) para limpiar la imagen de Díaz-Canel tras decir en cadena de radio y televisión que los manifestantes "tienen que pasar por encima de nuestros cadáveres y estamos dispuesto a todo. Convocamos a todos los revolucionarios y comunistas a enfrentar en las calles estas manifestaciones. No vamos a permitir que nadie manipule e impongan un plan anexionista".
Por su parte, el oficialista Consejo de Iglesias de Cuba sí se sumó al "maquillaje político" de Díaz-Canel así como otras organizaciones de masas en la Isla como la Federación de Mujeres Cubanas, los Comité de Defensa de la Revolución y el brazo joven del PCC, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).
El dirigente ha sido capaz de saltar con jóvenes, participar en un trabajo voluntario, visitar barrios marginales de La Habana como San Isidro y La Güinera, donde falleció la única persona reconocida por las autoridades durante las protestas, así como rodearse de una santera.
El vomitivo Weston no pone una, eres un asco compañerito, tragaldaba de la UCI, chupamedias de Tayche…..
Gracias Respetable Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba. Alto y claro. Bien dicho. SFU. Paz Profunda.
¿Son estos los mismos masones que traicionaron a su "hermano" Alan Gross?
Ojalá sea auténtica esa postura. Los masones cubanos se rindieron desde los primeros años de la Revolución. Es decir, los que se quedaron en Cuba, porque la mayoría se fue del país en los primeros años.
¡Vivan los masones cubanos! Muy elocuentes, oportunos, justos y precisos todos. Ahí sí hay lo que tiene que haber en Cuba con respecto al poder...