70 años atrás, el 16 de agosto de 1951, la muerte del político, abogado y periodista Eduardo René Chibás Rivas (1907-1951), aunque tuvo un impacto negativo en la República, contiene una enseñanza positiva para la Cuba de hoy.
Chibás debutó en la vida pública en 1925 durante la manifestación por la libertad del líder estudiantil y fundador del Partido Comunista de Cuba Julio Antonio Mella. Fue miembro del Directorio Estudiantil de 1927, cofundador de la Unión Cívica de Exiliados Cubanos en 1929, destacado en el Directorio Estudiantil de 1930, miembro del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico), participante de la huelga de marzo de 1935, delegado a la Asamblea Constituyente en 1939, representante a la Cámara en 1940, senador en 1944, fundador del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) en 1947 y candidato en las elecciones presidenciales de 1948 y 1952. Por su labor fue detenido, prisionero, condenado y exiliado en diversas oportunidades.
En 1933 Chibás propuso a Grau San Martín para presidente, en 1946 lo elogió por su obra educacional por lo que fue "sueño de Martí y anhelo de Estrada Palma: que la República cuente con más maestros que soldados", y en 1948, cuando rompió con Grau, lo calificó como "el mayor simulador que ha dado el mundo desde los tiempos de Calígula". De igual forma, en 1944, cuando militaba en el Partido Auténtico, declaró que el autenticismo hacía falta para "romper el cerco que asfixiaba a la República". Luego, en 1948, al fundar su propio partido lo consideró como "la única fuerza política que brinda al pueblo de Cuba una nueva perspectiva".
Chibás ocupó los primeros planos del interés público con un estilo nuevo en la política cubana: el uso de los medios informativos para divulgar sus ideas y acusar a los enemigos. En la revista Bohemia, del 14 de mayo de 1939, acusó al líder comunista Blas Roca de traidor. En el acto de firma de la Constitución de 1940 planteó que ya se estaba violando el espíritu de la Carta Magna, en provecho de algunos de sus firmantes. En 1943 presentó mociones en la Cámara contra Fulgencio Batista y contra el Congreso. En 1945 acusó al ministro de Obras Públicas, Carlos Miguel de Céspedes, por la venta de un pedazo de la calle Paseo. En 1947 impugnó al presidente Grau por supuestos intentos reeleccionistas. En 1950 acusó al presidente Carlos Prío del asalto a un Juzgado Correccional para sustraer las pruebas de una causa por malversación. Y así sucesivamente.
En víspera de las elecciones para integrar la Asamblea Constituyente en 1939, resultó herido de bala. Durante el traslado al hospital le preguntaron quienes habían sido los agresores, a lo que respondió: "No se preocupen por averiguar; muero por la revolución, voten por Grau San Martín". La popularidad alcanzada por el efecto de sus palabras lo catapultó al segundo lugar en votos para la Constituyente de 1940.
En 1948, en una asamblea del partido Ortodoxo saltó sobre la mesa presidencial y gritó: "¡Tiren al corazón! ¡La Ortodoxia necesita un mártir!". En mayo de ese mismo año, durante un recorrido electoral por Oriente, afirmó: "El día que Chibás crea advertir una extinción o una merma en el amor ciudadano, se parte de un balazo el corazón, no por cobardía ante el fracaso, sí para que su inmolación conduzca a la victoria de sus discípulos".
Su conducta le granjeó amigos y enemigos. Carlos Prío, cuando triunfó en las elecciones de 1948, dijo: "Chibás ha sido toda su vida un farsante. No es precisamente loco, sino un anormal". Y en alusión al tiro de 1939, expresó: "Chibás no sabe dónde tiene el corazón ni conoce la existencia de la verdad".
El lema de su partido "Vergüenza contra Dinero" y una escoba como símbolo contra la corrupción reflejaban su arma y argumento: la honradez administrativa. En 1944 expresó: "Yo entré en el poder tildado de millonario y dos años después salí más pobre de lo que entré, en cambio ellos entraban en el Gobierno sin bienes de fortuna, pero hoy disfrutan de muchos millones de pesos de capital".
Todas las luchas políticas nacionales —decía— tienen su origen en la falta de honradez. Había que poner las riendas de la República en manos limpias, expulsar a los ladrones del poder y situar en su lugar a un servidor de la nación: a una persona; es decir, un cambio desde el mesianismo y el caudillismo, dos de los fenómenos más arraigados y negativos de nuestra historia política.
La acusación de Chibás contra el ministro de Educación Aureliano Sánchez Arango, por la supuesta adquisición de un reparto residencial en Guatemala, le jugó una mala pasada. Nunca pudo presentar las pruebas, que según él tenía en su maleta. Ante la exigencia de que las mostrara, la perdida credibilidad lo condujo al "suicidio" con la intención de recuperar la confianza, en el momento que ocupaba el primer lugar para las elecciones presidenciales de 1952.
El 5 de agosto de 1951, durante su acostumbrada hora radial, sin poder mostrar las pruebas, lanzó el último aldabonazo a la conciencia cubana: "¡Pueblo de Cuba, levántate y anda! ¡Pueblo cubano, despierta!" Seguidamente se disparó en la ingle. En el auto en que fue trasladado al centro médico de la calle 27 —según narró unos años después José Pardo Llada— Chibás le confesó: "No te preocupes, el tiro me lo di en el mismo lugar del anterior".
A manera de conclusión
Las lecciones de la historia son útiles si se emplean para no repetir errores. La vida y muerte de Chibás no son una excepción.
La moral como reguladora de la conducta incluye, pero no se limita a la honradez administrativa. Chibás simplificó el concepto para concentrar su esfuerzo en lo que consideraba determinante para acceder al poder, pero no para fundar la nación que profesaba. Lo más valioso de su quehacer político consiste en la atención que le prestó a uno de los males de la Colonia y de la República: la carencia ética en la política cubana.
Sus polémicas y acusaciones coadyuvaron al estado de ingobernabilidad que condujo al golpe de Estado de 1952 y a la revolución de 1959. Sin embargo, el mal de la corrupción, antes limitado a la conducta de algunos gobernantes, se generalizó para convertirse en corrupción generalizada.
La lección de su experiencia radica en la imposibilidad de progreso social sin la correspondiente cultura cívica como fundamento de la participación de los cubanos como sujetos activos en los destinos de su nación, no como objetos de ningún salvador mesiánico.
La lección extraída de su experiencia consiste en la ineludible necesidad de restaurar y fortalecer las asociaciones e instituciones para salvar a Cuba del estado de empobrecimiento creciente en que se encuentra. Por tanto, ante esa necesidad se impone erradicar todo lo que impide a los cubanos participar en el destino de su nación: los derechos y libertades como sustento de la condición de ciudadano y de una sociedad civil fuerte.
Los más importantes legados de Chivás fueron la dictablanda de Batista y la dictadura de Fidel.
Ahora, es cierto que el lema "Vergüenza contra Dinero" vendría muy bien a esta época, y que la Escoba, símbolo de la limpieza de la cochiquera política, volvió a ponerse de moda en las manos expertas de Donald Trump. Así que anticipó un estilo de la política moderna y varios temas que todavía tienen vigencia.
¿"las manos expertas de Trump"? Oiga Sr Narco, dele suave a los "productos" y mejor déjelos para que aumenten las ganancias ????
Interesante. Tiene sentido que todos los planes de gobierno que andan por ahi, incluyan como el primer paso crear una comisión anti-corrupción, que seguro tendrá el consenso de todos los cubanos.
Por favooor Dimas, te creía un hombre serio! Chibás es la primera versión de Fidel y ambas figuras están íntimamente conectadas. Chibás fue un demagogo terrible y gracias a dios que se murió, por haber calculado mal el disparo del que creyó poder salir ileso. Fue un asalto al Cuartel Chibás que lo colocaría en el centro de cada hogar. Recuerdo las litografías de Chibás enmarcadas religiosamente en la casa de mis padres. Era un culto enfermizo que anticipó al castrismo. La gente perdió la perspectiva ante la ofensiva de este loco degenerado. En su momento le llamaron "El Goebbels de Prío" y no por gusto. El castrismo no es más que chibasismo 2.0.
Todos los "mesias" y "salvadores" son unos ególatras ambiciososque desprecian y tratan de destruir todas las instituciones democráticas que les obstaculizan sus propósitos. Estos "populistas" unas veces dicen ser de izquierda, otras de derecha según les convenga, pero son tan solo manipuladores que se aprovechan de los ingenuos y de los tontos, con la complicidad de los que en busca de poder y privilegios está dispuesto a decir y hacer lo que el "lider" les pida. Ya ha ocurrido muchas veces, ocurre ahora y ocurrirá siempre.
Completamente de acuerdo con que Fidel Castro fue mucho más anormal que Chibás. Tumbó a Bastista, acabó con los alzados, le puso un coliflor a la CIA en salva sea la parte, hizo leña al país sin que nada ni nadie pudiera tumbarlo por más de medio siglo y se murió de viejo en casa.
Toda una obra de arte ... de hacer ruinas ...
Parece que Chibás no era tan tan como lo pintan. Y el alumno que hoy está en el pedruzco del Sta. Ifigenia lo superó con creces en "inteligencia", demagogia y corrupción.
Le gustaba llamar la atención con este tipo de problemas en la radio, pero tropezó con una persona (Aureliano) que no se dejó avasallar por lo que decía, y al tener que probarlo, le fallaron los cálculos y la persona con la que se metió, que era de carácter fuerte y lo conocía. Es lo que pasa en democracia, que hay que probar lo qué se dice, porque los medios de difusión no son del Partido Comunista únicamente. Dicen que el tiro que se dio, no era con el propósito de matarse exactamente, pero cogió infección en las heridas y días después murió. Se sentía muy afectado porque Grau escogió a Prío y no a él. Tampoco estaba en las quinielas auténticas para las elecciones de 1952... Entonces había talento político, junto a todo lo demás. A Fidel Castro, que ansiaba el poder, le valía entonces cualquier cosa para alcanzarlo y se arrimaba a lo que fuera, por eso pasó por ortodoxo. El golpe de Estado de 1952 acabó con sus aspiraciones de llegar a algo, porque como abogado, no ganaba ni el pan.
Mi madre fue conserje de una escuela primaria pública, y para que los niños desayunaran allí, ella y las dos maestras de ese centro hacían colectas mensuales para completar el desayuno de los muchachos, porque no era suficiente. No por gusto en tiempos de Chibás senador los maestros se fueron a la huelga, por cierto en la esperanza de que Chibás los apoyara, pero fue en vano. La corrupción era un mal real en Cuba. No hace falta ocultarlo para explicar lo que llegó después del 59.
Es cierto, Ana. No todo en el funcionamiento de los gobiernos republicanos era perfecto. Destacaron algunos Presidentes por su honradez, pero fallaban en otros aspectos. Con Prío hubo muchos progresos, pero también corrupción. Entre 1948 - 1952 (con Prío) había en Cuba 17 146 aulas, que suministraban el desayuno escolar gratis, con 800 000 niños en escuelas públicas y 80 000 en escuelas privadas. Cuba dedicaba 60 millones de dólares al año a la enseñanza en 1951. Más del 78 % del pueblo sabía leer y escribir. Sólo nos superaban ligeramente 3 países de América Latina. Prío dejó una reserva de 400 millones de dólares en oro en el Banco Nacional de Cuba; que creó. Al final de su mandato -con golpe- el ingreso nacional bruto de Cuba llegó a 2 031 millones de dólares. Sólo Venezuela nos igualaba. Nuestra deuda era de 68 millones de dólares. La sanearon Prío y Grau. Como a Aureliano (serio) y al Ministerio de Educación, Chibás no pudo probarles nada, es evidente que la cosa estaba más abajo.
La lista de corrupciones del Gobierno comunista, después de 1959, le hubiese llevado varios folios si hubiese tenido tiempo y espacio para contarla. Faltaría que Fidel Castro le permitiera tan siquiera elaborarla.
En cuanto a sus acusaciones al Dr. Aureliano Sánchez Arango, relativas a que el personal del Ministerio de Educación se quedaba con una parte del dinero dedicado al desayuno escolar, nunca pudo probarlas; precisamente porque era uno de los ministerios que mejor funcionaba. Desde los años 20s en Cuba, todos los niños tenían garantizado su desayuno gratis, completo y con leche de grado A -la mejor-. Grau y Prío -presidentes democráticos y elegidos por voto popular- curiosamente sanearon la economía cubana, la moneda y le devolvieron a los cubanos un papel protagónico como nunca han tenido en todo lo concerniente a Cuba. Eran gobiernos no sólo democráticos, sino nacionalistas, en el mejor sentido del término. Todo lo contrario de lo que ocurre ahora, que somos los últimos.
Estaba claro Carlos Prío sobre Chibás: era un anormal. Entre los ortodoxos estaba Fidel Castro, más anormal que Chibás por amplio margen.
Doña Ana___ Hay que agradecer esta discusión en DDC sobre un tema de nuestra historia que ya hoy apenas se conoce entre los jóvenes porque no hay ningún interés de revisar la historia, porque la única versión que supuestamente existe es la que escribieron los talibanes que ocuparon el poder en 1959.
Fidel y Chibás era unos megalómanos. No hay más que verlos discursando sobretodo el primero para darnos cuenta que estamos frente a alguien „extraordinario“. Sus gestos y poses y la mirada obsesiva nos revela a alguien que se creía un mesias de la verdad absoluta. Salvando las distancias, a veces recordaba al Hitler en el München de 1938 cuando arengaba a sus seguidores.