La doctora Elaine Acosta González, investigadora asociada al Cuban Research Institute de la Universidad Internacional de Florida (FIU), consideró que "la desigualdad y la pobreza" han actuado como detonantes de las protestas desencadenadas en Cuba el pasado 11 de julio y las calificó como un "estallido social". Acosta reflexionó sobre el tema en una serie titulada SOS Cuba de la FIU, publicada en su canal de YouTube.
En primer lugar mencionó "las condicionantes relacionadas con el contexto del creciente malestar social del cual ya teníamos antecedentes". En segundo se refirió "a los cambios en la política social que han originado una creciente desprotección social" y en tercero, "al impacto que han tenido estos cambios en el aumento de la pobreza, la desigualdad social y la conformación de un patrón de vulnerabilidad social, reforzado por la crisis sanitaria relacionada con el Covid-19".
"Lo que hemos visto el 11 de julio es una manifestación masiva de esas expresiones de descontento que han salido de las redes sociales y se han volcado a las calles de una sola vez evidenciando que ese malestar social era mucho más profundo y transversal en la sociedad cubana", dijo la socióloga.
Para Acosta, "si bien la pandemia pudo haber sido un detonante, sobre todo por el agravamiento de la situación en los últimos meses, hay otros factores que son las múltiples crisis por las que ya viene atravesando la sociedad cubana".
"El Gobierno no ha dado muestras de responder con la celeridad, profundidad y sostenibilidad que requiere la gravedad de la crisis que atraviesa la sociedad cubana", dijo la también directora ejecutiva Cuido60, un nuevo observatorio dedicado a la indagación y el análisis sobre la vejez, los cuidados y los derechos de los adultos mayores en Cuba.
"Estas protestas también hay que leerlas como un grito desesperado de las familias cubanas que llevan años sosteniéndose con grandes sacrificios cotidianos (en medio de) una gestión triunfalista y muchas veces soberbia de un Gobierno incapaz de reconocer los errores y escuchar los reclamos ciudadanos, depositando la responsabilidad en terceros, ya sea el embargo, la indisciplina ciudadana, la burocracia y un largo etcétera", señaló.
Sobre los cambios en las políticas sociales, Acosta consideró que "el Estado cubano ha venido achicando de manera significativa la protección social e introduciendo criterios selectivos que refuerzan las diferencias".
"Han traspasado hacia la familia las responsabilidades del cuidado y de la atención. Se ha declarado por el mismo Gobierno que el Estado ya no puede con todo. Por tanto, se ha producido un deterioro significativo de los indicadores de asistencia social, abandonando de manera paulatina los criterios igualitaristas tan presentes en el proyecto inicial de la Revolución", manifestó.
Para la experta en asuntos sociales, "además, se han introducido medidas que refuerzan estas desigualdades, como la venta de productos de primera necesidad en moneda libremente convertible (MLC)".
"El impacto ha sido claramente negativo para toda la población en medio de una crisis sanitaria", sostuvo.
"Todas estas medidas no han hecho más que impactar profundamente en el aumento de la pobreza y la desigualdad social que ya venía incrementándose. El rol de la asistencia social en contener el empobrecimiento y proteger a los grupos vulnerables ha sido muy limitado. Hay que agregar además que tiene un alto contenido racial", añadió.
Se refirió a "los elementos y condiciones en que viven los grupos poblacionales y las familias negras y mestizas", a las que señaló como las "más desfavorecidos de la población cubana".
"Esta crisis no se resuelve con medidas domésticas que alivien alguna problemática específica. Necesitamos una reforma urgente e integral de la política social en Cuba, del régimen de bienestar. Si el sistema político continúa siendo inmutable, es muy difícil que estos cambios puedan producirse", concluyó.
La FIU siempre tirandole cabos a la dictadura cubana ... detrás de las gratuidades en la isla que se pagan con el sudor del pueblo mal remunerado y esclavizado ...
Apuesto que esta Sra se opone frontalmente al embargo. Qué se vaya a hacer sus estudios de campo, a los campos cubanos ... EEUU esta absolutamente penetrado de las "buenas intenciones" de parásitos como esta Sra.
Esta entrevista es una muestra de la burbuja en que viven y el daño que ocacionan la caterva de intelectuales, sociologos y económistas izquierdistas que pululan en todas partes. Esta clase, que no produce bienes tangibles a la sociedad, se cree superior al resto de la población de la cual medran, cobrando directamente del gobierno, de las universidades o los centros de investigación.
Para explicar la crisis cubana, la doctora escoje el tema de la desigualdad. No hay aqui reclamos de libertad económica y politica. Todo se explica por los resentimientos que producen la caida del estado de bienestar y la existencia de clases privilegiadas en Cuba. La propuesta de la doctora: restablecer el estado de bienestar.
Hay que vivir en una torre de marfil para no entender que el problema principal de Cuba es la falta de libertad política y económica. Sin libertad política y especialmente económica, sin respeto a la propiedad, sin un estado de derecho que las garantize; lo unico que hay es pobreza, desesperanza, falta total de oportunidades. La doctora, sin embargo, propone una reforma integral de la política social.
¿Que reforma social puede haber en un país en quiebra? ¿Con que dinero va la restaurar la doctora el estado de bienestar? Mas que desigualdad, lo que hay en Cuba es una falta total de oportunidades para el 95% de la población porque no hay economía. Sin embargo los intelectuales prefieren el tema de la desigualdad porque el asunto los hace útiles a ellos, les da una importancia que no tienen. Los intelectuales no pueden producir nada, por lo tanto se concentran exclusivamente en distribuir lo que otros producen.
El tema de la distribución y la desigualdad es el que permite a los intelectuales ganar influencia para meter la mano en el dinero público, ponerse por encima de la sociedad y pontificar para crear la sociedad perfecta que buscan. Una sociedad donde los intelectuales bien intencionados puedan controlar minuciosamente la vida de las personas que si producen de verdad, las que pagan impuestos. Los peor es que no hay manera de acabar con esta plaga que siempre termina diseñando politicas y matrices de opinión para corromper a mas sectores de la sociedad, haciéndoles creer que merecen lo que no han producido, incrementando el descontento, el escepticismo y la envidia, así como destruyendo la ética de trabajo.
Buen análisis el de esta socióloga. Solo espero que cuente con estadísticas fiables para decir que las familias negras y mestizas son las más desfavorecidas en Cuba, porque para mi humilde entender y experiencia de vida, en Cuba todo el mundo y su tía pasa trabajos y calamidades para vivir, y se vio en las manifestaciones. Cuba no es EEUU donde se trata de explicar todo por los problemas que conlleva la discriminación racial. La discriminación existe en Cuba, pero no es lo mismo ni es igual si se trata de comida, ausencia de viviendas y todos los etcéteras que incluyen las carencias del cubano.
Ya lo dijo el pueblo: LIBERTAD. Lo que pasa que en el Gobierno cubano llevan 62 años no escuchando, ni sintiendo, ni viendo cómo vive el pueblo cubano. Han estado siempre tan lejos de las necesidades de los cubanos, que esto no es nada nuevo ¿A qué dictadura le interesan los demás? Si son todas la mayor expresión del egoísmo de unos pocos, frente a los problemas y demandas de la mayoría.