La socióloga Elaine Acosta, especialista en envejecimiento poblacional, migración internacional y políticas de bienestar, comentó para DIARIO DE CUBA los resultados de la recién publicada Encuesta Nacional de Envejecimiento de la Población en la Isla.
El estudio, que realizó el Gobierno en las 15 provincias del país y el municipio especial Isla de la Juventud entre noviembre de 2017 y enero de 2018, evaluó la situación del 20,1% de la población cubana, que tienen actualmente 60 años o más.
Para Acosta, los resultados del estudio ofrecen nuevos elementos sobre el tema, pues el último de su tipo se había publicado en 2011. "La encuesta reafirma la rapidez y magnitud con que el proceso de envejecimiento poblacional se ha instalado en la sociedad cubana, lo que ha puesto a la Isla encabezando los procesos de envejecimiento de toda América Latina y el Caribe", señaló la socióloga.
"El único grupo poblacional que crece es el de 60 años y más, en especial el de 75 años y más, lo que alerta sobre un proceso de envejecimiento dentro del envejecimiento", señaló.
"Se puede concluir que, en el actual contexto, y de cumplirse las proyecciones de la población cubana, el escenario de crisis de los cuidados seguirá profundizándose y complejizándose. Por un lado, inevitablemente continuará en aumento la demanda de servicios de Geriatría, Gerontología, de Seguridad, Asistencia Social y Cuidados. Es de esperar a su vez un gran impacto sobre la economía, tomando en consideración la disminución del potencial de población con capacidad para el empleo y de la demanda de enseñanza a todos los niveles."
"Las consecuencias no se verán solamente en los servicios públicos de cuidado y en la economía, sino también en las mayores presiones sobre la familia, especialmente las mujeres, debido al déficit, inadecuación y deterioro de la oferta existente, así como en la desigualdad de acceso."
Los nuevos datos permiten a Acosta alertar también de la "feminización del envejecimiento en la Isla. Las mujeres no solo son mayoría entre las personas mayores (46,6 % de hombres y un 53,4 % de mujeres), sino que tienen una mayor esperanza de vida que los hombres."
"El envejecimiento evidenciará aún más los problemas de cobertura de las prestaciones de seguridad social y la desigual distribución de la carga de cuidados en la vejez, que inciden en el aumento de situaciones de pobreza y vulnerabilidad social entre las personas mayores."
Acosta aseguró que los resultados del estudio "muestran la reproducción de desventajas de grupos históricamente desfavorecidos. En estos grupos se encuentran mujeres, personas mayores, negros/as, personas en situación de discapacidad o en situación de calle, así como comunidades en territorios de mayor retraso relativo."
"Otra de las consecuencias, a propósito de las desigualdades, remite a preguntarse por los diferentes modos en que es vivida y representada la vejez en Cuba a través de las prácticas de las personas y las instituciones sociales, particularmente cuando el estudio indica que predominan las representaciones de la vejez como pérdida/dependencia y de los cuidados como una 'carga'", apuntó.
La socióloga advirtió que los resultados de la encuesta evidencian realidades que "requieren de importantes cambios políticos, económicos y culturales en distintos niveles (normativos, políticos y programáticos) de la política social. Es un proceso que, dada su complejidad y envergadura, requerirá del concurso e integración de nuevos actores sociales (ONG, iglesias, el mercado, etc.), así como de las propias personas mayores y sus familias."
Acerca de las medidas tomadas por el Gobierno cubano para enfrentar el problema —aumentar la edad de jubilación, entregar casas a madres con tres o más hijos, etc.—, Acosta advierte que antes de evaluarlas se requiere preguntarse "si existe claridad respecto del diagnóstico acerca de las causas de la baja natalidad. Me temo que el problema es de tal complejidad y envergadura política, que resulta poco probable que medidas aisladas puedan solucionarlo."
También se pregunta si las medidas "responden a una política claramente trazada en un marco normativo de derechos, tanto de las mujeres como de las personas mayores. Cabe recordar que la situación actual de crisis de los cuidados en Cuba es crítica y a la fecha no se dispone de una política nacional que plantee una estrategia clara y sostenible para abordar el fenómeno del envejecimiento en Cuba."
"A su vez, hay que poner en sintonía las normativas nacionales, para que estén en consonancia con los estándares internacionales en materia de derechos y para que respondan a las necesidades específicas de la población mayor, sus familias y cuidadores."
"En síntesis, los problemas expuestos plantean la necesidad de una reforma del régimen de bienestar social cubano de tal manera que pueda satisfacer las necesidades económicas, sociales y de salud del avanzado envejecimiento de la población, la sangría poblacional provocada por las migraciones así como las nuevas demandas y problemas sociales que resultan de estos procesos y de su inadecuada gestión e intervención."
"Claramente, el panorama actual es desalentador para proyectar una vejez digna en la Isla", aseveró.
El envejecimiento poblacional es solo una de las tantas aristas del problema demográfico cubano. Es uno de los tantos subproductos del castrismo pero no desaparecerá con este. Le quedará a la isla por muchos años como otra nefasta herencia más. La imposibilidad de resolverlo a mediano plazo es algo que no se acaba de comprender. Eso no tiene solución.
El panorama actual de Cuba no es solo desalentador para los ancianos sino también para los jóvenes. Allá no hay futuro para nadie.
El futuro de Cuba partirá sin dudas de una explosión social POR HAMBRE y necesidades extremas. Ese evento barrerá por completo al actual régimen DESDE SUS RAÍCES. Para el cubano que esté en la isla en ese momento deberá comenzar a reconstruir un país POR COMPLETO sobre los escombras y ruinas de lo que fueron más de 60 años de régimen totalitario y criminal que condujo en caída libre a todo un pueblo...
Es muy difícil que el sistema actual caiga por hambre. El régimen tiene cierta capacidad de repartir la miseria para mantener a la gente en una muy precaria situación. Por otra parte la economía de Cuba dispone de unos recursos en base a las remesas de la emigración que es dinero liquido que se inyecta al régimen. Por otra parte está su sistema represivo que es muy eficaz, y finalmente la indiferencia de los Estados Unidos, que como se ha demostrado, su gobierno está infiltrado por agentes castristas que disponen de información privilegiada. En principio la única manera que veo para que caiga sería la revuelta de una parte descontenta del ejército o del partido. La posibilad de una revuelta es muy improbable por la enorme capacidad de infiltración del G2, y la brutalidad de la represión.
La falta de atención al adulto mayor es parte de la más extensa falta de atención a la ciudadanía. Un régimen inamovible, de tozudez política asombrosa, corrupto y distante de la realidad de sus ciudadanos no es quien pueda dar respuesta al envejecimiento del país. Ni estudios, ni propuestas valen, solo un cambio de régimen.
// ¿Criticando y aconsejando al castrismo para ver si trabaja mínimamaente bien para resolver esa difícil y triste situación? //
- - Ese es UNO de los asuntos que quienes constituyan y promuevan **el reemplazo para el castrismo** tendrían que estudiar y planearle --AHORA, CON MÁXIMA PRIORIDAD-- una ruta de solución práctica efectiva.
- - No puedo ahora alargar este comentario esbozando algunas propuestas mías para ello. Además faltarían ideas de otros que sean capaces en el tema y, CON BUENOS MEDIOS PARA LA PARTICIPACIÓN Y DISCUSIÓN, tratar y llegar a las mejores conclusiones.
- - ¡Esa es una parte de DESARROLLAR EL REEMPLAZO PARA EL CASTRISMO, que desesperadamente necesitamos!